Christian Díaz se despide del Covirán

Es el mismo motivo que lleva a que Christian Díaz dé el paso para cerrar su bonita etapa en Granada, en la que ha logrado un título de liga regular de la LEB Oro, un ascenso a la Liga Endesa y dos permanencias consecutivas en la principal división, en cuatro campañas de enorme satisfacción y éxito deportivo, aunque su protagonismo haya ido de más a menos.

Christian Díaz llegó al Fundación CB Granada, precisamente, como uno de los mejores jugadores de la LEB, experto base que había militado en la ACB y que además también había ayudado a subir a la máxima categoría, para potenciar así la dirección en pista del Covirán, que fue la mejor de Oro con una pareja de calidad junto a Lluís Costa.

Esto permitió al equipo granadino rozar el ascenso a la Liga Endesa, que cedió al Breogán de Lugo en el tercer partido de desempate de la final, pero tras ganar la liga regular. A la temporada siguiente las prestaciones del 'pollito', que así es el apodo del base grancanario, ganaron todavía más enteros, por lo que fue clave en el ascenso a la ACB como campeones y de forma directa, billete consumado en el partido frente al Almansa en el Palacio de los Deportes.

Dos campañas ha militado Christian Díaz en la plantilla rojinegra para colaborar con la permanencia y ayudar a mantener al equipo, aunque fuera 'in extremis'. En la primera de ellas tuvo que apoyar a Alex Renfroe y Lluís Costa en la dirección y no le importó asumir también la posición de 'dos'. Como escolta también respondió en la última temporada, aunque fuera menos utilizado por Pablo Pin.

Díaz pasó por momentos mejores y peores, aunque siempre miró por el equipo, con la dificultad que entrañó acudir al 'uno' o al 'dos'. Al principio lo pasó mal al advertir una menor presencia en el parqué, con Costa y Ziv como bases principales, y un escolta como Joe Thomasson que absorbió mucho tiempo. Empero, respondió cuando el entrenador le necesitó y aprovechó sus oportunidades, para convertirse en MVP de la jornada, en un encuentro brillante en el que deslumbró y donde le salió todo redondo, siendo crucial en el triunfo sobre el Morabanc Andorra en el Palacio de los Deportes.

Posteriormente y, conforme avanzó la temporada, la incorporación de Joe Rousselle recortó sus minutos como base y tampoco disfrutó demasiado del 'dos', al pasar Pin de forma decidida a David Kramer a esa posición.

Christian Díaz siempre fue sincero y comentó que le fastidiaba estar en el banquillo, por lo que tenía claro que, aunque bajara de categoría, su prioridad era el poder jugar, que es lo que le gusta, y así destacar mucho más en otro equipo de LEB Oro o competición.

Con Pin nunca tuvo problemas, todo lo contrario, el técnico nazarí manifestó que «Christian con nosotros y el club ha crecido y logrado el ascenso, pero ni el club ni yo tampoco hubiéramos podido crecer y subir sin él, el beneficio fue mutuo».

El entrenador del Covirán asume que se trata de un jugador que «necesita sentirse valioso y jugar bastante, que lo reclama», al tiempo que no disimula que «lo de repartir los minutos es lo peor y muchas veces el entrenador puede ser injusto, pero no le queda más remedio, porque hay jugadores que merecen jugar más».

Pin agradece al 'pollito' su implicación y rendimiento y le desea lo mejor, aunque entiende que «su ciclo en Granada haya terminado» y que sea «muy positivo» para su carrera deportiva y de cara a un buen contrato para él, el marcharse a otro equipo.

«Christian nos ha dado un resultado buenísimo, es una excelente persona en el día a día, he tenido con él una relación increíble, porque es súper apañado, siempre dispuesto. Por su forma de jugar necesita muchos minutos, su rol aquí varió, con mucho tiempo de escolta pequeño, y a nivel físico eso hay que tenerlo en cuenta, estoy muy contento con él porque es excelente», comentó el entrenador. Pin cree que «en lo económico mejorará en LEB» y señala que «tuvo ofertas interesantes y no quiso irse, siempre implicado con el proyecto nos quiso ayudar».

Christian Díaz envió a los medios una carta de despedida hacia la afición, en los siguientes términos:

Aaaaay mi Granah… No sé por dónde empezar. Cuatro temporadas juntos y se me hace muy raro escribir estas líneas para despedirnos. ¡Qué especial ha sido todo y qué grandes momentos hemos pasado juntos!

¿Quién dice que sufrir no es divertido si se consigue el objetivo? Les hemos hecho pasar momentos muy tensos, pero verles las caras de felicidad esa última jornada (X2) nos ha llenado el alma.

Se me va a hacer muy raro no vestir este escudo, no ir cada mañana a mi cafetería Currito y después ver a mi 'Spanish' y a todos mis compañeros para entrenar. Solo queda decir a toda Granada y a todo aficionado del Coviran… ¡MUCHAS GRACIAS!

Gracias por haberme hecho sentir uno más durante estos cuatro años. Ahora dejo atrás una ciudad maravillosa, un club que me lo ha dado todo y unas amistades para toda la vida.

Gracias a todos y cada uno de los integrantes del club. Gracias Óscar, Esther, Pablo, Zamo, Arturo, Alberto, Doors, David, Andrea, Pinzas, Fermín, Ismael, Juanma y Manolo, gracias a todos los miembros de la oficina y a todos mis compañeros con los que he vivido momentos tan intensos como bonitos. Sin duda eso nos ha hecho unirnos mucho más.

Gracias a ustedes, afición, porque sin ustedes nosotros no lo hubiésemos conseguido nunca. Siempre me había tocado jugar en el norte y recuerdo que le decía a mis amigos: «Me gustaría jugar en el sur con el calorsito», pues en el sur jugué, pero «chacho, que pelete».

Suerte que llegaba al pabellón y todas y cada una de las personas que nos iban a ver nos daban calor y me hicieron sentir como en casa durante cada partido. Les llevaré siempre en el corazón.

Con cariño, el Pollito.