La chistera de Alo se cae del perchero del Covirán

La dirección deportiva ya le trasladó semanas atrás a su agente que empezara a sopesar otras opciones al no haber garantías de su continuidad, aunque el presidente Óscar Fernández-Arenas conservó un hilo de esperanza en ese sentido al asegurar en una entrevista a este periódico que aún tenía cabida. El desarrollo de los acontecimientos ha desestimado finalmente esa idea al cubrir Rodríguez la última plaza vacante que había en el perímetro.

De esta manera, y salvo sorpresa mayúscula en el cambio de planteamiento de plantilla, el Covirán y Alo Marín separarán sus caminos después de tres temporadas. El jugador arribó a Granada en la 17/18, campaña en la que fue importante con tal de lograr el ascenso a Oro. Este adiós a punto estuvo de producirse hace doce meses, pues el club meditó largo y profundo sobre la renovación del gaditano. Al final optó por firmarle una campaña más y lo cierto es que el escolta devolvió ese voto de confianza con creces.

El cuerpo técnico, encabezado por Pablo Pin, concluyó satisfecho con el rendimiento de Alo en esta última temporada en LEB Oro que se vio interrumpida por el estallido de la pandemia. «Para mí ha sido uno de los mejores de la campaña. A veces le cuesta arrancar y necesita ser más estable en cuanto a nivel de concentración, pero es un jugador que siempre nos ha dado 'chispa'», valoró días atrás el entrenador granadino sobre Alo.

Marín finalizó el ejercicio con 5'2 puntos, 2'2 rebotes y 2'1 asistencias para un total de 5'6 de valoración, lo que supone un ligero incremento con respecto a lo firmado el curso anterior en su debut en Oro (4'9 tantos, 1'9 rechaces y 4'4 de valoración). Especialmente reseñable fue su buena conexión con Earl Watson en acciones en las que el estadounidense machacó con asiduidad tras los envíos del gaditano. Eso sí, el principal aporte de Alo fue la magia introducida en algunos partidos en los que su chistera se encargó de desatascar a los nazaríes, especialmente a base de acciones de uno contra uno.

Empero, al igual que sucedió con Carlos Corts, ni esas virtudes ni el hecho de tener el visto bueno de Pin le han servido para superar el estricto corte establecido por el Covirán este verano. Así las cosas, el escolta tendrá que buscarse otro equipo en el que seguir desplegando su magia.