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Pere Tomàs veía necesario reforzar la plantilla del Covirán y confía en el resultado inmediato. Pepe Marín
Los cambios «siempre dieron resultado» al Covirán, estima Pere Tomàs
Era necesario fichar, según el capitán

Los cambios «siempre dieron resultado» al Covirán, estima Pere Tomàs

Liga Endesa ·

El veterano alero del equipo granadino opina que la experiencia será una gran baza en la lucha por una salvación «más dura que nunca»

Martes, 11 de marzo 2025, 20:25

El capitán del Covirán, Pere Tomàs, aporta toda su experiencia para sacar a flote de nuevo al equipo granadino en la Liga Endesa. Cuando vienen las vacas flacas, como pasó en el pabellón Martín Carpena, ahí salió el balear al rescate como de costumbre. Buen partido ante el Unicaja, aunque se sufrió el desgaste en el último cuarto y se acusó la escasez de rotaciones. «Sí, íbamos bajo mínimos y los que estábamos sanos pienso que hicimos un gran esfuerzo, competimos, hicimos el máximo, pero llegó un momento en el que se acabó la gasolina. En el último cuarto ellos estuvieron mucho más acertados, mucho mejor físicamente que nosotros, lo aprovecharon y nos remataron», opina Pere Tomàs.

Quizá los resultados y la situación que tiene el equipo nazarí no refleja el juego desarrollado ni está en consonancia. «Pienso que estamos haciendo un gran esfuerzo sin premio, porque llevamos desde el parón con mucha mala suerte, hemos perdido a numerosos jugadores de golpe, no pudiendo entrenar bien. El día a día se hace así un poco complicado, porque nos faltan jugadores para poder prepararnos pero, al final, luchamos a tope e intentamos no poner esto de excusa, para así llegar al partido siguiente y competir con todas las armas de las que disponemos», afirma, al tiempo que admite que «a lo mejor, poniendo todo lo que tenemos, no nos da ni llega para ganar. Se está viendo en los resultados más recientes, que nos falta un poquito, y a la larga hemos sumado unas derrotas que para la clasificación son duras». El alero estima que «hay margen de mejora y, ahora, con los refuerzos –no duda– seguramente vayamos para arriba».

A Tomàs, dada la experiencia acumulada, este año, el tercero en la ACB del Covirán, le parece el más duro. «Llevo muchísimas temporadas en la ACB y parece que cada año sube el nivel, sobre todo se están juntando la parte baja de la clasificación con la media. Hay unos equipos, cinco o seis, que están en un escalón por encima del resto, pero la tabla media y la tabla de abajo se han mezclado y cada vez hay menos diferencias. Esto hace que cada temporada haya más implicados en la lucha por evitar el descenso, que haya más igualdad, pienso que de cara al aficionado y la liga es positivo, pero resulta de mayor dificultad seguir aquí».

Por eso la permanencia es más cara. Existen equipos 'menores' que fichan jugadores de Euroliga como Heurtel, o también otro 'novato' en la categoría como el Lleida, al mejor anotador de Australia: Batemon, lo que complica más la situación. «Siendo realistas, que los equipos que pelean por mantenerse puedan acceder a este tipo de jugadores dice mucho del potencial de la competición. Los rivales directos se están reforzando muy bien, cada vez se pone más cruda la salvación. Nosotros cumplimos el tercer año en esta situación, tenemos la experiencia de haber sufrido las dos últimas temporadas hasta el final, al último minuto, y sacarlo adelante. Es una cosa que no se paga, y el gozar de esta experiencia es un plus. El club, dentro de sus posibilidades, está haciendo lo máximo posible para ayudar y se entrega».

Plaga de lesiones

'Pera' abunda en que «hemos tenido muy mala suerte, ningún equipo ha tenido tanta poca fortuna como nosotros en el tema de las lesiones, por eso procuramos hacer un esfuerzo todos, tanto el club como técnicos y jugadores, para superar la situación».

En este curso habían respetado las lesiones con respecto a los otros dos años pero, de repente, se acumularon, así de golpe, en cuestión de dos semanas varias en jugadores claves. «Exacto, fue a partir del parón de Copa, que normalmente sirve para todo lo contrario, para recuperar a gente con molestias, desconectar un poco y llegar al último tramo de la temporada frescos... Hemos tenido el mal fario de que nos haya pasado todo lo contrario».

Empero, el capitán nazarí es optimista. «Todos los que estamos aquí, tanto los jugadores como los técnicos, ya sabemos lo que toca, lo hemos vivido y nos quedamos con lo positivo de la experiencia para, en estos últimos doce partidos que quedan, dar el callo y sacarlo todo hacia adelante, confío plenamente en que lo podemos hacer».

La recomposición de la plantilla, con tres jugadores nuevos, dos incorporados y un tercero (Silverio) que se suma este miércoles, obligan a rendir rápido. No hay margen para adaptación ni 'historias' porque, entonces, se acabaría la liga. «En los últimos años el baloncesto ha cambiado un poco en este sentido, ya cada vez es más normal que pasen estas cosas, que llegue gente a mitad de campaña. Es raro que los doce jugadores que empiezan la temporada, en muy pocos equipos se da, que la terminen los mismos. Está dentro de la normalidad que se hagan cambios durante el año, tenemos ya la experiencia de las dos últimas campañas, de haber sufrido variaciones y los cambios siempre ayudaron a conseguir el objetivo».

Y relata que «el primer año vino Joe Thomasson y nos ayudó a alcanzar la meta; el año siguiente ocurrió que Jacob Wiley, Rousselle y Scott Bamforth nos dieron muchísimo y sumaron para también cerrar el objetivo. Espero que este año los nuevos nos ayuden igual. Los esperamos con los brazos abiertos porque los necesitamos, estamos bajo mínimos, y yo creo que ellos saben a dónde vienen y van a hacer un esfuerzo grande para aportar al equipo».

Fieles al estilo

Pablo Pin quizá se incline por un juego más equilibrado a partir de ahora, con menos 'small ball' y en la idea de poder compartir más balones en la pintura. Empero, Pere Tomàs entiende que «no lo sabemos, porque tampoco hemos tenido un tiempo amplio para entrenar todos juntos, no sé cómo irá, no he hablado con Pablo sobre eso, pero creo que lo más lógico será que ellos se adapten a nuestro juego habitual. También se han buscado jugadores de características concretas, que encajen en el bloque. Es más fácil que los tres que llegan se adapten al equipo, a que no nosotros, todos los demás, vayamos a cambiar hacia otra cosa. Haremos lo que diga el entrenador, pero intuyo que Pablo va a tirar más por ahí, que los nuevos se acoplen a nuestra manera de jugar, al estilo propio, porque yo llevo cuatro años con Pablo y con el mismo cuerpo técnico, y siempre tuvimos una forma muy clara de hacer las cosas».

Además, resulta positivo mantener la seña de identidad y no partir de cero, lo que sería hasta contraproducente. El alero de Lluchmayor comparte esa teoría. «Exacto, a estas alturas conocemos nuestra filosofía, sabemos la que es y los que lleguen seguro que se adaptarán a ella. Tenemos que ayudarles los que estamos aquí, para que se aclimaten lo más rápido posible, para que empiecen a sumar desde el minuto uno, porque tampoco hay mucho margen».

Pere Tomàs asume con profesionalidad su nuevo rol, con menos presencia –aunque en Málaga 'tiraran' del veterano capitán– que en cursos anteriores. «A todos los jugadores nos gusta estar en la pista el mayor tiempo posible, pero si no juego nada, o por lo que sea, en un partido me toca jugar menos, poco, no afecta a que siempre procure estar preparado para hacerlo y colaborar con el equipo. Yo trabajo cada día al máximo, para estar así bien físicamente, también para que cuando tenga la oportunidad de salir y Pablo lo considere, pueda sumar en la faceta del juego que sea. Lo más importante es agregar cosas buenas. Hubo años en los que tenía más minutos, pero lo principal es el equipo, por eso estaré satisfecho si logramos el objetivo de mantenernos y obtener la continuidad en la ACB».

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