Arranca un Covirán muy remodelado
Pretemporada ·
Del inicio de la pasada campaña solo permanecen Pin y Tomàs, más cuatro renovaciones y siete incorporacionesEl Covirán será la próxima temporada en la Liga Endesa, la tercera del club granadino, uno de los equipos que más novedades presenten en sus ... filas. El club nazarí vuelve a la actividad tres meses después de que consumara la permanencia, con el agónico triunfo sobre el Gran Canaria en el Palacio de los Deportes. Desde aquel 13 de mayo tuvo tiempo para planificar la campaña y, desde este lunes, dispondrá también de mucho margen para prepararse y acoplar a sus nuevos jugadores.
Hasta el debut, que será el 29 de septiembre –domingo (13 horas) en el Palau–, resta algo más de mes y medio. Los aficionados granadinos volverán al remozado Palacio el 6 de octubre con la visita del Unicaja de Málaga, el último campeón de la liga regular y que ha sido el único participante de la Liga Endesa que no ha sufrido variaciones en su grupo.
Por tanto, cinco meses después aunque antes de lo previsto, dado que el Fundación CB Granada había pedido retrasar los encuentros de casa por las obras de mejora y acondicionamiento de la instalación, aunque la ACBno le hizo demasiado caso.
El Covirán presenta un equipo totalmente nuevo. La plantilla ha sufrido una poderosa remodelación en lo que respecta a los jugadores, debido a que el cuerpo técnico es el mismo, con Pablo Pin al frente y la ayuda de Alberto 'Zamo' Fernández, Arturo Ruiz y Andrea Pecile.
Marcha de ilustres
De la anterior campaña, en relación al grupo de inicio, solo permanece Pere Tomàs, algo insólito en un club que suele dar continuidad al bloque. El alero de Lluchmayor tenía contrato pero ha visto como se marchaban sus compañeros y amigos, el resto de nacionales, afincados en la entidad y la ciudad, como Lluís Costa, Christian Díaz, Germán Martínez y el capitán David Iriarte, que colgó las zapatillas.
Otros cuatro jugadores más son conocidos por la afición nazarí, porque llegaron en el mercado de invierno y fueron valiosos para eludir el descenso. De ellos, el base Jonathan Rousselle y el alero finés Elias Valtonen, veteranía y juventud, resultaron providencial en la milagrosa última jornada a la que acostumbra el Covirán.
También ha mantenido la confianza el cuerpo técnico en el escolta Scott Bamforth, que es el único extracomunitario de la plantilla, aunque a expensas de que su pasaporte kosovar sea reconocido, gestión que realizó el club a la espera de la repuesta de las autoridades. Y el quinto de los hombres que permanece es Jacob Wiley, un pívot que agrada por su garra y cómo conecta con la grada, aunque será una incógnita su nuevo rol como previsible 'center' titular, falto de centímetros aunque no de carácter.
Giro radical
Pablo Pin ha dado un giro radical al planteamiento. La primera temporada el Covirán se nutrió del gran bloque que logró el ascenso desde la LEB Oro (ya Primera FEB). Y lo pasó mal en parte por las graves lesiones de los pívots Felicio y Maye. En la siguiente, apostó por unos referentes ofensivos como el brasileño y Joe Thomasson, pero no le dio resultado.
El técnico nazarí buscó más físico pero la defensa empeoró mucho. Esta vez pretende arreglar esa escasa capacidad defensiva con tipos duros, que pelea, que hace equipo, más parecida a la campaña del debut en la Liga Endesa. De ahí que 'Jo' Rousselle, Valtonen, Wiley y Pere Tomàs sean gente que se sacrifica.
Físico se perdió al irse David Kramer a La Laguna Tenerife junto a Costa, así como el senegalés Malik Dime, por falta de presupuesto y los gastos tributarios por residente según la directiva, pero a buen seguro que el nuevo Covirán se dejará la piel en el parqué.
En esa línea de 'currantes' se han realizado los fichajes. Siete incorporaciones que responden al perfil de luchadores. La posible pérdida de talento en pista delantera, en el plano ofensivo, Pin la ha querido compensar con Gian Clavell. El puertorriqueño, que llevó a su selección a los Juegos de París, dispondrá de galones para jugarse los balones calientes, así como Bamforth. Calidad posee para sumar puntos en el perímetro.
En el quinteto titular también estará como 'cuatro' el ala-pívot francés Amine Noua, que regresa a la ACB como Clavell, destinado a aportar en todos los aspectos, al estilo de Luke Maye y Kwan Cheatham. Clavell pasó por el Estudiantes y Noua por el Morabanc Andorra.
El Covirán ha apostado por gente que ya conoce de sobra la categoría, olvidándose de experimentos de novatos que tan mal le salieron, casos de Ziv, Kayris, Konontsunk y Barton.
Nacionales nuevos
A esos dos extranjeros, ambos comunitarios, dado que Clavell está casado con una española, se suma el renovado grupo de nacionales. Hasta cinco han recalado en Granada, para alcanzar las seis plazas de seleccionables, dos más por precaución ante lesiones. El club también fue previsor con los foráneos y podría incorporar a un 'no comuninario' sin dar bajas. Hasta dos si llegara la luz verde a Bamforth.
Sergi García y Edgar Vicedo, procedentes del Breogán y Tenerife, respectivamente, son dos grandes apuestas. La idea es que echen raíces en Granada con contratos por dos y tres temporadas. Es la forma de no tener que verse en la problemática de traer nacionales cada final de liga, que de élite además tanto escasean. En el base se confía depositar la batuta que dejó libre Lluís Costa. En cuanto al ala-pívot, se utilizará más en el 'cuatro', para ayudar a Noua y Wiley en la pintura.
Para la zona también aparecen Rubén Guerrero e Iván Aurrecoechea. El marbellí será el techo con sus 2,13 y en busca de más protagonismo que en el Monbus Obradoiro, mientras que el madrileño destacó en el Gizpuzkoa de LEB por su afán y sacrificio, otro gladiador que encaja en los planes defensivos de Pablo Pin.
El Covirán completó su plantilla con un tercer base cuya obligación sea intentar olvidar a Germán Martínez. Se trata de Agustín Ubal, al uruguayo de Montevideo le ilusiona su nuevo destino tras pasar por Lugo, Bilbao y Palencia, donde continuó la formación iniciada en los filiales del FC Barcelona.
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