De los abogios al matagigantes

Apostó el club aragonés por el pujante técnico austriaco Martin Schiller para liderar la nave en la nueva campaña, pero lo cierto es que el inicio no pudo ser peor. Cinco derrotas en otros tantos partidos y de nuevo el runrún, más que justificado, poblando una grada que volvía a verse, con suerte, sufriendo hasta el final. Fue entonces cuando el club maño volvió a ponerse en manos de Porfirio Fisac, capaz de guiarle hasta la semifinal liguera en 2019. «Le dije al presidente que no era un problema de talento ni de físico, sino que estaba en la cabeza, algo muy difícil de corregir», recordaba el técnico.

Pero lo cierto es que el retorno del segoviano tuvo un efecto inmediato. En su debut ya lograron derrotar al Real Madrid, comenzando a ganarse el apelativo de 'matagigantes' de la temporada. Y es que, de las doce victorias aragonesas hasta el momento, que ya le otorgan una salvación matemática mucho más tranquila que la anterior, cinco llegaron ante los blancos, Barça, Valencia Basket, Gran Canaria y Joventut. Un salto de calidad indiscutible para un equipo que ha sumado siete triunfos ya en la segunda vuelta liguera, demostrando que los fichajes durante la temporada fueron acertados.

Casi al mismo nivel que la llegada de Fisac, el efecto de los bases Stefan Jovic y Chris Wright –este duda en Granada tras acabar con molestias musculares ante el Joventut– y el pívot Iván Cruz ha sido incuestionable, cambiándole la cara a un equipo que amenazaba de nuevo con torcerse seriamente.

Ante su visita al Covirán, Casademont llega sin apuros, pero consciente de lo que tendrá enfrente. «Jugamos un partido que para ellos es absolutamente clave y tenemos que saber jugar con ese tipo de sentimiento. O igualamos su ambición por querer ganar o tendremos pocas opciones», alertaba Fisac el sábado, consciente de que «la energía será clave para decidir quién gana». Y en eso, por obvias razones, no deberían ganar los maños...