Valverde presiona y Mas se 'sube' al podio

Woods se adelantó a sus compañeros de escapada en las duras rampas que llevaban a la meta, imponiéndose al belga Dylan Teuns (BMC), segundo, y al español David de la Cruz (Sky), tercero, tras recorrer los 157 km de recorrido entre Getxo y el Balcón de Bizkaia, con un tiempo de 4 horas, 9 segundos y 48 centésimas.

El canadiense logró así su primera victoria de etapa en una Gran Vuelta y la segunda de su equipo en esta ronda española, tras el triunfo del australiano Simon Clarke en la 5ª etapa el 29 de agosto pasado.

Por detrás, en el grupo de los favoritos el que peor lo pasó en la última subida fue el colombiano Nairo Quintana (Movistar), que se quedó en mitad del puerto. Su compañero de equipo Alejandro Valverde (Movistar) lo intentó en un par de ocasiones, pero no fue hasta los últimos metros donde consiguió sacar tiempo al líder de la clasificación Simon Yates. El español, junto a un Enric Mas (Quick-Step Floors) espectacular, aventajó en 9 segundos al líder de la general, que se mantiene con el maillot rojo con 25 segundos respecto al ciclista de Movistar.

Alejandro Valverde se felicitó de los segundos recortados a Yates y confesó que en esta Vuelta «cada día es un examen» y que él los está pasando con «sobresaliente». «Me encontraba bien y he podido aprovechar. Aquí cada día es un examen y lo hacemos con sobresaliente», dijo nada más cruzar la meta del Balcón de Bizkaia.

Valverde parece el principal rival para Yates. Aún así, el británico no quiso dejar claro que para él la carrera sigue abierta. «No. No lo veo así. Queda mucho por disputar, Andorra por descontado, y no lo veo como si fuera solo contra él», dijo el corredor inglés, que destacó que la étapa de este miércoles era «la que más miedo» le daba de las que quedaban por disputarse, y aseguró que las de Andorra «van más» con su estilo. Además, no dio a Nairo Quintana por descartado. «Si le quedan piernas en Andorra saltará más pronto y nos complicará la vida» concluyó.

Y si Valverde estaba contento con lo conseguido en la etapa, más feliz se mostraba Enric Mas, que recordó que ya había dicho en días precedentes que «en la tercera semana estaría mejor y hoy me he sentido muy bien», aunque no quiere marcarse un techo para esta Vuelta más allá que el de acabar la carrera. «Madrid, el techo está en Madrid», apuntó dispuesto a «disfrutar» en lo que las «cuatro etapas que quedan» pero también queriendo «mantener los pies en el suelo» como lleva haciendo durante toda la carrera.

Este jueves se disputa la 18ª etapa tras un largo traslado hasta ejea de los Caballeros. La joranda tendrá 186,1 kilómetros hasta Lleida y será una de las últimas oportunidades para los velocistas, ya que no tendrá ninguna cota puntuable.

«Fue una subida muy dura», dijo tras la carrera Woods, que, muy emocionado, dedicó la carrera a su mujer y al hijo que perdió hace dos meses.«Mi mujer y yo perdimos a nuestro hijo hace dos meses. Estaba embarazada de 37 semanas y por desgracia no llegó a dar a luz. Además su padre falleció hace un mes. Quería ganar por él y por mi mujer», dijo el canadiense.