Granada acelera la Vuelta andaluza

Fue en las carreteras granadinas, un año atrás por estos días, cuando Jakob Fuglsang dio un paso adelante para hacerse con la Vuelta a Andalucía que ahora aspira a revalidar. El danés se sabe fuerte, un punto por encima de todos sus rivales, a los que ayer dejó tirar del carro hasta que decidió tomar el control.

Obsequiado con productos de Villanueva Mesía en el control de firmas previo a la salida desde la orgullosa localidad, con su alcalde José Antonio Durán a la cabeza, que despidió a los ciclistas con aplausos de agradecimiento, Fuglsang demostró desde el principio estar al mando de esta Ruta del Sol. Se lanzó hasta dos ocasiones en la subida al Purche, el puerto de primera categoría de la etapa después de pasar por la Alhambra, tras resistir un primer ataque del embravecido Haig, que se desquitó de su torpeza en la última curva hacia la meta en Úbeda el viernes. Fuglsang quería coronar en solitario y dejó atrás a todos salvo a los tenaces Mikel Landa y Jack Haig, atrás Marc Soler, Brandon McNulty y su compañero en Astaná, Ion Izaguirre. El español y el australiano lo persiguieron hasta el final, a sabiendas de que necesitarían algo más que un triunfo para tener opciones en la contrarreloj final de hoy, y fue finalmente Haig quien atravesó victorioso la meta tras unos relevos preciosos.

Las tres centellas entraron con el mismo tiempo, tres horas, siete minutos y 35 segundos, pero la general no engaña a nadie. Fuglsang conserva su ventaja de catorce segundos sobre Landa y 35 sobre Haig, nuevo tercero, y sólo algo extraño podrá evitar que consiga su segundo título consecutivo en Mijas, quinta y última etapa, con 13 kilómetros de contrarreloj individual que suenan a gloria para el danés imparable.

Esta nueva edición de la Vuelta a Andalucía inició a mediodía desde Villanueva Mesía un recorrido por hasta 19 municipios granadinos cumpliendo así con una de sus grandes virtudes paralelas al pedaleo, la de reivindicar la ubicación en el mapa de estos reducidos núcleos de habitantes, maltratados por la despoblación. Las 'flacas' de los profesionales volaron fugaces por sus carreteras dejando tras ellas un reguero de felicidad, alucinados sus ciudadanos en un día señalado para ellos. La élite del deporte tocando a sus puertas.

Pero si hubo un granadino feliz ayer ese fue Álvaro Cuadros, que revalidó su posición como mejor andaluz. El ciclista del Caja Rural obtuvo un meritorio octavo puesto fruto de la motivación de quien corre en casa, una etapa que tenía «marcada». Cuadros acabó en el top-10, a un minuto y catorce segundos del trío de ases. «Fue muy duro, era un día nervioso con tan pocos kilómetros», explicó el granadino, que superó el Purche entre los mejores. Su tierra lo premió.