Forever Kobe

Las comparaciones con el '23' fueron eternas, sobre todo porque fue el único a la altura del legado de la estrella de los Bulls. De ahí que cuando Kobe decidió pasar del '8' al '24' a la espalda tuviera todo el sentido del mundo pues fue el siguiente tras Michael, el mago al que todo el deporte de la canasta veneró.

Una vez anunció su retirada, cada visita a un pabellón que no fuera el Staples Center se convirtió en un sentido homenaje en el que se pasó de abuchearle a rendirle pleitesía. Sólo los más grandes pueden permitírselo y el 'hermano mayor' de Pau Gasol fue capaz de eso y más.

Los comentarios sobre cambiar el logotipo de la NBA y que su silueta sustituya la de Jerry West en nada resultan descabellados, pues el alcance de la estrella de Philadelphia trascendió más allá de las pistas. Hasta su carta de despedida como jugador se llevó un Oscar.

Icono mundial y reconocido amante del baloncesto FIBA –se le quedó la espina de jugar en Italia como planeaba–, se despidió metiéndole 60 puntos a los Jazz pese a estar lejos de su apogeo físico. Un epílogo colosal a la altura de uno de los más grandes, con cinco anillos de campeón de NBA en unas manos que no abarcan la monumental admiración que siempre despertó. Descanse en paz.