La prohibición de anunciar pisos turísticos 'en negro' reduce un 20% la oferta en Internet

De acuerdo con los datos de los que dispone Airdna.co, una empresa que estudia la actividad de Airbnb en ciudades como Granada, en la capital hay hoy 622 ofertas de este tipo menos que en los meses anteriores a la nueva prohibición. La reducción es, pues, de miles de plazas.

En términos absolutos, son los barrios históricos de la ciudad, como no podía ser de otra forma, los que han visto las mayores desapariciones de anuncios de pisos turísticos. Son 152 en el Realejo, 108 en el Centro y 117 en el Albaicín.

Sin embargo, si se analizan las variaciones en términos porcentuales, los datos dicen que es en otros lugares de la capital granadina donde más se han notado los cambios resultantes del acuerdo entre la Junta de Andalucía y Airbnb, firmado el pasado mes de febrero. En zonas como Cartuja, por ejemplo, había 24 apartamentos activos. Hoy son sólo cuatro. Otros enclaves, como el entorno de la Plaza de Toros, el de la Estación de Autobuses y algunos puntos de La Chana, también sufren drásticas reducciones, que oscilan entre el 40% y el 55% dependiendo del caso.

Esta tendencia indica que, a pesar de que es lógico que desaparezcan más anuncios donde más acumulación de oferta hay, el efecto de esta medida se ha notado menos en los lugares históricos de Granada. Buena parte de los apartamentos turísticos que ya llevaban tiempo operando en estos barrios ya están casi completamente profesionalizados y tienen todos sus papeles en regla.

En esta línea se expresa AntonioGarcía, secretario general de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada, que saluda «con satisfacción y agradecimiento» hacia las administraciones que el efecto de este acuerdo entre Junta y Airbnb ha tenido sobre el mercado del apartamento turístico ilegal. Reconoce que en lugares como Albaicín y Realejo este tipo de alojamiento se considera ya «un tipo más de competencia normal, que ha llegado para quedarse y no va a ir a ninguna parte». Pide también a las instituciones que sigan «ojo avizor» con la evolución de estos datos en los meses venideros para poder afianzar lo que él valora como un cambio en positivo.

Por su parte, quienes operan de manera profesional apartamentos de este tipo en la capital granadina no han notado cambios sustanciales en el panorama. Antonio, que gestiona cerca de una decena de estas propiedades, cree que todavía hay que esperar algunos meses más para analizar el efecto real de las medidas, porque ahora mismo es temporada baja en el sector y el acuerdo entre Airbnb y Junta respetaba las reservas que ya estuvieran cerradas y pagadas antes de la entrada del mes de septiembre.