El número de pasajeros que vuelan a Madrid desde Granada crece un 50% en cuatro años

La cifra constata la creciente popularidad del vuelo que enlaza con la capital del país, cuyo número de pasajeros ha aumentado un 50% en los últimos cinco años, a raíz del debate sobre la desaparición del primer vuelo de la mañana, que finalmente fue revertida tras la protesta conjunta de las instituciones granadinas.

En concreto, en 2014, el primer año del que el Gobierno facilitó datos en su respuesta escrita, recogida en el Boletín Oficial del Estado (BOE), 77.494 pasajeros hicieron el viaje entre Granada y Madrid, mientras que la cifra en el trayecto contrario fue muy similar, de 76.359; un hecho que indica que al menos una parte no desdeñable de ellos hace recorridos de ida y vuelta entre ambas ciudades de manera más o menos habitual, como puede ocurrir con quien haga viajes por trabajo. Cuatro años después, al cierre de 2018, la cifra ha aumentado hasta los 116.992 que parten desde el aeropuerto de Chauchina, un 50,9% más. Mientras tanto, el de quienes bajan a la capital granadina usando el avión también creció, aunque de forma ligeramente inferior, en un 45% en términos porcentuales, hasta los 110.842.

Sumando ambos datos, los datos facilitados por el Congreso al diputado Pérez López confirman que el tráfico aéreo ha crecido de manera importante en el último lustro, con un incremento del 48% que asienta la idea del avión como una alternativa de movilidad en una ciudad que suma más de tres años de aislamiento ferroviario.

A pesar del innegable buen dato de evolución que ofrece el trayecto Granada-Madrid, hay que señalar que en el último año el número de pasajeros que realizan este tránsito cayó con respecto a 2017. Lo hizo en un 8%, pasando de los 126.940 que embarcaron con rumbo a Barajas desde Granada en 2017 hasta los 116.992 del año pasado. Lo mismo ocurrió en la dirección inversa, aunque en este caso el descenso fue unas décimas menor, del 7,2%.

Este hecho se vincula a varios factores, entre ellos la situación comparativa de los precios entre el avión y el tren, que ha provocado que a lo largo del año pasado un número creciente de pasajeros prefiera la opción de tomar un bus hasta la estación de Antequera saliendo desde Andaluces para luego enlazar en la localidad malagueña con el AVE que acaba su recorrido en Atocha.

A pesar de ello, debido a la gestión del número de vuelos y de plazas que realiza la operadora, los aviones que salen desde el Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén fueron en 2018 más llenos, en términos promedio, que en cualquier otro momento de la serie estadística de cinco años, incluido 2017, cuando hubo un número neto de pasajeros más elevado realizando el trayecto entre la capital granadina y Madrid.

En concreto, según los datos facilitados por el Gobierno, la media de ocupación en el pasaje entre Granada y Barajas en los últimos doce meses fue del 75,8%, mientras que en la dirección inversa fue del 75,1%. El año previo, las cotas alcanzadas fueron del 72,7% y el 68,3%, respectivamente. Una ligera variación que se vuelve mayor si se compara con los índices de 2014, que rondaban el entorno de los dos tercios de su capacidad (el 66%). Con respecto a aquel momento, el grado de ocupación ha crecido un 14% en los vuelos que parten desde Chauchina, y algo menos, un 9%, en dirección contraria.

Las cifras facilitadas por el Congreso al diputado popular Santiago Pérez, con un incremento del 50% en el número de pasajeros entre 2014 y 2018, sirven para apuntalar la pertinencia de mantener el primer vuelo de la mañana entre las dos ciudades, que Air Nostrum, compañía que forma parte de Iberia, había decidido suprimir a partir de este 31 de marzo, como publicó IDEAL a comienzos de este mismo año.

En respuesta a otra pregunta planteada ante la Cámara Baja, el Gobierno asegura que esta decisión se había tomado «en función de los intereses estratégicos y políticas comerciales» de la compañía aérea, ya que son ellas «y no el gestor aeroportuario las que deciden el establecimiento y apertura de nuevas rutas en función de los estudios de rentabilidad de las mismas y, en consecuencia, también su mantenimiento o cancelación».

La situación, que ni siquiera se anunció de manera oficial, fue denunciada por autoridades e instituciones de la ciudad y la provincia a diferentes niveles. Tras unos días de incertidumbre, en los que Iberia anunció que se mantendría el primer vuelo de la mañana pero no se podían adquirir billetes para fechas posteriores al 31 de marzo de este año, la medida fue finalmente revertida. Un hecho que provocó la reacción positiva tanto de instituciones como de empresarios de la provincia, algunos de los usuarios más habituales del trayecto aéreo entre Granada y Madrid.