Granada sólo crece por los bordes
La capital de la provincia es una de las diez españolas cuya población creció menos en los últimos veinte años, mientras el Área Metropolitana lo hizo en un 64% en el mismo período
La ciudad de Granada es una de las capitales de provincia españolas que más población viene perdiendo en las últimas décadas. Una tendencia que contrasta ... con la de buena parte de otros grandes núcleos urbanos del país, que tienden a concentrar mayores niveles de población mientras las zonas rurales se vacían progresivamente. Ocupa el puesto diez entre las capitales que más habitantes perdieron entre 2017 y 2018, y el octavo si el análisis se amplía hasta abarcar las dos últimas décadas. Ese decrecimiento se ha visto compensado por el proceso contrario que se ha producido en el Área Metropolitana, que aumentó su número de emparonados en un 64% en el mismo período.
De acuerdo con la información de la que dispone el Instituto Nacional de Estadística (INE), la granadina es una de las capitales de provincia que menos creció en lo que respecta a su población. En concreto, su censo bajó en 562 personas en los últimos doce meses de los que hay datos publicados, es decir, entre los años 2017 y 2018. La cifra se amplía hasta rozar las diez mil personas (son 9.263) si se comparan las cifras de 2018 con las de 1998. En comparación con el otro medio centenar de capitales españolas, Granada resulta ser la octava que más población perdió, en términos porcentuales, en ese lapso de tiempo. En concreto, la cota es del 3,84%.
En el contexto andaluz
En comparación con las siete provincias andaluzas restantes, Granada es la segunda capital de la que más habitantes se marcharon en los últimos veinte años. Su ritmo de pérdda de población, del 3,84%, sólo se ve superado por la ciudad de Cádiz, con un margen de crecimiento muy limitado por falta de espacio físico y asolada por altísimos niveles de desempleo en las últimas décadas, especialmente a raíz de la crisis económica. Allí se ha perdido el 18,3% de los empadronados desde 1998. Junto a Cádiz y Granada, Sevilla es la tercera capital andaluza que tuvo en 2018 menos habitantes que dos décadas antes, con una caída del 1,88%.
Los otros cinco núcleos urbanos de la comunidad autónoma crecieron en este lapso de tiempo. La que más lo hizo fue Almería, que lo hizo en un 17,16%, seguida de Málaga, donde la cota se quedó en el 8,13%.
Resto de España
Si se amplía la comparación para incluir al resto de capitales de provincia españolas, la granadina sigue sin salir mucho mejor parada. Es una de las 17 que en 2018 contaban con menos habitantes que en 2017, siempre según los datos del Instituto Nacional de Estadística. En concreto, el descenso fue del 0,24% en términos porcentuales, menos de la mitad de Cádiz, que en este caso lidera también el escalafón nacional, con una caída del 0,91% en sólo doce meses. A pesar de lo pequeño que puede parecer el número a primera vista, es una tendencia muy negativa que uno de cada cien habitantes de una ciudad la abandone en un período de tiempo tan corto.
Por el lado contrario, entre las que más crecieron hasta el año pasado se encuentran Madrid y Girona, donde se amplió en ambos casos el número de habitantes empadrondaos en un 1,27% en doce meses.
Si se amplía la comparación hasta llegar a las cifras de 1998, Granada pasa a ser la octava capital española que más población se dejó en esas dos décadas. Los casi diez mil habitantes que se marcharon de la ciudad son la mitad que en otros lugares como Valladolid y una tercera parte de los de Salamanca y León, otros núcleos urbanos de Castilla y León, una de las comunidades autónomas más afecatdas por este fenómeno.
En sentido opuesto pueden servir de ejemplo los casos de Girona, Palma de Mallorca y la capital murciana. Destaca en especial el de la ciudad catalana, cuyo número de empadronados ha crecido un 39% en veinte años. Palma de Mallorca, que ha vivido en estas décadas un 'boom' de popularidad, aumentó su población en un 28,3%; Murcia, en ese mismo lapso de tiempo, lo hizo en una cota del 28,1%.
Crecer por los bordes
La contrapartida al dato negativo de evolución que ofrece el caso de la capital granadina tiene que ver con los datos registrados en esas dos décadas en la treintena de municipios que componen el Área Metropolitana. Mientras que Granada perdió población entre 1998 y 2018, la suma de los 33 municipios que la rodean aumentó su número de empadronados en un 64%.
Así, según los datos del INE, la población del Área Metropolitana era de 184.320 personas. Veinte años después, con una burbuja inmobiliario que alejó a la gente de las grandes ciudades por lo disparatado de los precios de la vivienda y una larga crisis económica que no ha cambiado ninguna tendencia en este sentido, la cifra ha aumentado hasta las 302.721 personas. Esto quiere decir que, a día de hoy, en el Área Metropolitana ya vive más gente que en la capital en términos brutos.
De entre estos 33 municipios, Churriana de la Vega, Peligros y Otura son los tres que más han crecido desde 1998 en términos porcentuales. De hecho, en este tiempo los tres han logrado casi multiplicar por nueve su población en esos veinte años. Otros, como Atarfe, Las Gabias, Huétor Vega, lo hicieron por seis.
Por el lado contrario, hay diez localidades de las 33, un tercio del total, donde también bajó el número de empadronados en el transcurso de esas dos décadas. Los casos más graves son los de Víznar, que ha perdido más del 90% de su población; Láchar, que perdió a tres de cada cuatro; y Pulianas, donde ocurrió lo mismo con seis de cada diez.
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