El peor arranque del año para la creación de empresas en Granada en una década

Las 679 compañías que por primera vez se inscribieron en las oficinas del registro mercantil de la provincia granadina entre enero y mayo del presente año son 61 menos de las 740 registradas en el mismo período de 2018. El descenso año sobre año, situado en los 8,2 puntos porcentuales, es el más alto registrado en los últimos diez de la serie histórica, siempre según los datos que ofrece el INE. Hay que retrotraerse hasta 2016, cuando la caída sobre el período de cinco meses previo alcanzó el 6,3%, para acercarse esta cifra.

Sin embargo, lo cierto es que el dinamismo en la creación de empresas se ha mantenido oscilante durante los últimos años sin que los observadores puedan apreciar que hay tendencias claras de crecimiento o caída que se consoliden a lo largo del tiempo. En el último lustro, tres años han sido de caídas sobre el año previo y dos de ellos cerraron con indicadores positivos. Una situación que, en cualquier caso, apunta a debilidades estructurales en el mercado empresarial de la provincia si lo que se busca es un aumento sostenido en el número de proyectos que se ponen en marcha. A pesar de ello, sí que se nota una reducción del músculo que mostraron los datos de 2018, cuando el crecimiento fue de 14,4 puntos. Si se establece una comparación para abarcar un mayor margen temporal es posible deducir la misma conclusión. Con respecto a los datos acumulados de los cinco primeros meses de 2009, cuando la crisis económica ya había empezado a dejar notar sus efectos en España, la creación de empresas aumentó un 17%.

La bajada en el número de nuevas sociedades constituidas no es el único indicador que arroja sombras sobre el mercado empresarial de la provincia en los cinco primeros meses del año, según los datos que publica el organismo estadístico. Entre enero y mayo, 170 compañías se disolvieron, a razón de prácticamente una por día. La cifra supone un incremento significativo sobre la cifra registrada en el mismo período de 2017, cuando fueron 147. En términos porcentuales, el aumento es de 15,6 puntos.

La cifra es especialmente negativa porque no se producía un repunte tan elevado en la destrucción de empresas desde 2012, cuando el país se encontraba sumido en los peores años de la crisis económica. Entre enero y mayo de aquel año aumentó un 41,7% el número de sociedades disueltas respecto al mismo lapso de tiempo del ejercicio previo. En esta ocasión la crecida no es tan fuerte, pero sigue siendo significativa porque, desde entonces, el mayor repunte había sido del 1,3%. Ocurrió en 2017. Doce meses después, el número de empresas que fracasan durante su actividad había descendido un 7,5%. Un indicador positivo que los datos de lo que va de 2019, sin embargo, han tirado por el suelo tras un repunte de más de quince puntos en un solo año.

Así las cosas, en estos cinco meses cerrados, siempre de acuerdo con la información del INE, en la provincia granadina se crearon cuatro nuevas empresas por cada una disuelta.

La Confederación Granadina de Empresarios (CGE) comparte la preocupación por la situación que dibujan los datos de los primeros cinco meses del año. El secretario general de la organización, Luis Aribayos, en conversación con este periódico, no duda en calificarlos como «un mazazo para las expectativas» del sector. Tras el tono positivo de los indicadores registrados en 2018, explica Aribayos, «se esperaba que la buena racha continuara este 2019, afianzando la recuperación del tejido empresarial y económico de Granada». Sin embargo, esto no ha ocurrido. Como recalca el secretario general, además, «lo peor es que la evolución de la provincia es bastante más negativa que la que se registra en Andalucía y en España».

Los empresarios granadinos achacan el fin de esta buena racha a un «enfriamiento general de la economía», que afecta por igual al conjunto del país y depende en buena parte de factores externos. De hecho, como señala Aribayos, «entre enero y mayo, la provincia sólo ha conseguido registrar datos positivos en el mes de marzo, posiblemente por el efecto de la Semana Santa». Pese a todo, recuerda que Granada presenta índices «mucho más negativos» de dinamismo empresarial que Andalucía o el conjunto de España.

Por esta razón, el secretario general de la CGE asegura que es necesario «crear más empresas y que las que ya existen ganen tamaño». Para ello, afirma, hace falta «un clima favorable y que las administraciones tengan claro el papel central que debe jugar la empresa en sus políticas».

Otro de los indicadores que apuntan a la debilidad estructural del mercado empresarial granadino lo ofreció el grupo de Analistas Económicos de Andalucía en su edición más reciente de su informe 'Previsiones Económicas' para la comunidad autónoma, publicado esta misma semana. El dato interesante que figura en el documento tiene que ver con el volumen de créditos al sector privado, considerado como una de las señales más relevantes de la buena marcha de la economía, ya que si el dinero fluye desde el sistema financiero hacia clientes y emprendedores en forma de crédito es señal de que ese dinero circula y beneficia al conjunto de la sociedad.

Durante el cuarto trimestre del 2018, el período más reciente del que ofrecen datos los analistas, el crédito al sector privado alcanzó un montante de 14.178 millones de euros. La cifra supone una fuerte caída interanual con respecto al mismo período del año previo; en concreto, del 9,1%.

Es además, con mucha diferencia, la más alta registrada en todo el territorio andaluz. De hecho, multiplica por cuatro –y un poco más– el dato promedio de la comunidad autónoma, situado en el 2%, y duplica la media española, que se quedó en una caída de cuatro puntos.

Es uno de los peores indicadores que el grupo de Analistas Económicos de Andalucía presenta para el caso de la provincia granadina. Otros, como las exportaciones, continúan comportándose de manera positiva a pesar de la amenaza de un Brexit en ciernes en poco más de un mes.

El incremento en el envío de bienes y servicios hacia el exterior es notable. Si la caída del crédito al sector privado fue la más fuerte de toda la región, en este caso el crecimiento más fuerte de las exportaciones se ha producido también en Granada. Por ser exactos, en el primer trimestre de 2019, que es el período más reciente del que se estudian los datos consolidados, aumentaron un 16,2% sobre el mismo lapso de tiempo del año anterior. Entre enero y marzo alcanzaron los 357,3 millones de euros, una cifra significativamente superior a los 204,7 millones que se importaron.

También sufre un importante varapalo la obra pública, con una caída del 56,8% en doce meses, también la más destacada de Andalucía. La explicación en este caso es más sencilla: con el fin de las obras del metro, los últimos coletazos de la reconexión ferroviaria y la progresiva marcha de las obras para finalizar la Segunda Circunvalación, hay menos necesidad de licitar obra pública.

En lo que respecta exclusivamente a la obra civil, el descenso interanual de la inversión es aún más significativo y alcanza el 75,5% con respecto al primer trimestre de 2018.