La brecha de género en Granada: un hombre cobra de media 212 euros más al mes que una mujer
La granadina es una de las pocas provincias españolas en las que las mujeres cobran ahora menos que en 2011, en plena crisis económica
La desigualdad de género en los sueldos de las mujeres granadinas tiene un precio: 212 euros al mes si se cobra una nómina de ... 14 pagas. En un año, la brecha salarial entre hombres y mujeres en la provincia alcanza los 2.973 euros. Es la conclusión que se extrae del análisis de los datos de estructura salariales que recoge y publica el Ministerio de Hacienda. Este diferencial fue denunciado en un informe del sindicato Comisiones Obreras (CC. OO.) sobre la situación de la mujer en el mercado laboral elaborado con motivo del Día por la Igualdad Salarial, que se celebra hoy.
Además, el documento también señala otras deficiencias en el camino hacia la igualdad entre ambos sexos en el trabajo. Granada es una de las pocas provincias de España en las que las mujeres cobran ahora menos dinero que en 2011, en plena crisis económica, y la temporalidad y precariedad laborales se siguen cebando más con ellas.
De acuerdo con los datos de la serie estadística de 'Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias', que edita el Ministerio de Hacienda, el salario medio de un hombre empleado en la provincia de Granada fue en 2017, año que se usa como referencia porque todavía no están completos todos los de 2018, de 16.569 euros, mientras que el de una mujer se quedó en 13.596. Esto implica que, siempre en términos promedio, ellas cobran un 18% menos que ellos. Un diferencial de 2.973 euros en valores absolutos, que equivalen a 212 euros al mes en una nómina de 14 pagas.
En el contexto andaluz
Uno de los aspectos positivos que puede extraerse de los datos es que la situación en Granada no es una de las más negativas en el ámbito de la comunidad autónoma andaluza. Sólo hay dos provincias en la región que presenten una brecha salarial menos acusada que la granadina; se trata de Almería y Jaén, donde el diferencial entre sueldos es del 14% y el 17%, respectivamente.
El resto de las provincias presentó mayor nivel de desigualdad; el escalafón lo lideró Cádiz, con una brecha salarial media del 30% entre hombres y mujeres. De hecho, el dato de Granada es inferior al promedio andaluz de diferencia entre salarios, localizado en el año 2017 en el 23%, según los datos que ofrece la Agencia Tributaria.
Por supuesto, esta diferencia varía mucho dependiendo del sector que se analice y del nivel de los cargos. El sindicato Comisiones Obreras señala en su 'Informe de situación de la mujer en el mundo laboral andaluz' que «las mujeres ocupan mayoritariamente ocupaciones más elementales», mientras que en los puestos de dirección y gerencia hay más del doble de hombres que de mujeres. De hecho, es precisamente aquí donde más amplia se vuelve la brecha salarial. Así lo afirma el documento, que remarca que en el grupo de ocupaciones de más baja cualificación, además de percibir los salarios más bajos, la brecha de género alcanza el 36,8% a nivel medio andaluz. Mientras tanto, en los puestos con mayor sueldo el diferencial se reduce hasta el 20%.
En lo que concierne al análisis de los números por sectores, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), la agricultura, la industria y los servicios a empresas son los grandes grupos de actividades en los que la brecha salarial es más grande en la provincia de Granada. Las labores agrícolas, ganaderas, de silvicultura y pesca son las que lideran este escalafón negativo: en ellas, un hombre puede llegar a ganar un 39,7% más que una mujer de media. Una situación que se repite en la mayor parte del resto de Andalucía: hasta en seis provincias de las ocho que componen la comunidad autónoma la actividad agrícola es la que presenta mayor desigualdad entre hombres y mujeres. En la industria, segunda clasificada, la brecha es del 35,8%. En los servicios a empresas, del 30%.
Menos sueldo que en 2011
Otro de los factores importantes que señala el informe del sindicato CC. OO. es que la recuperación económica parece estar pasando de largo en lo que respecta a las mujeres trabajadoras de Granada. De hecho, según este documento, que se apoya también en la Encuesta de Estructura Salarial que elabora el INE, en 2017 el salario medio femenino era menor que en 2011, en el comienzo de los peores años de una crisis económicas que había dado inicio tres años antes.
Aquel año, el sueldo de una mujer, según los datos del Ministerio de Hacienda, fue en términos promedio de 13.668 euros anuales. En 2017, tres años después de los primeros anuncios de recuperación económica por parte del anterior Ejecutivo del expresidente Mariano Rajoy, la cifra había bajado hasta los 13.596. Un descenso de medio punto porcentual que sitúa a Granada entre las cinco provincias españolas donde mayor caída del salario hubo en ese período. De hecho, sólo hay ocho regiones en toda España en las que las mujeres cobraran en 2017 menos que seis años antes. Granada y Cádiz son las únicas andaluzas que figuran en esa lista.
Si además se tiene en cuenta que, según los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC), entre 2011 y 2017 el precio de la vida aumentó un 4,13% en ese período, la conclusión es obvia: las mujeres trabajadoras de Granada perdieron poder adquisitivo con la crisis y todavía no han logrado revertir la situación.
Ellas, en puestos más precarios
Otra de las variables que señala el informe de Comisiones Obreras tiene que ver con el incremento de la precariedad en el mercado laboral feminizado en la provincia. Como ejemplo, señalan el porcentaje de trabajadores contratados a tiempo parcial, un indicador donde la brecha de género se aprecia con claridad. El porcentaje de hombres que en Granada cuentan con este tipo de acuerdo de trabajo es del 24,1%, mientras que entre ellas la cifra casi se duplica, quedándose en el 45%.
A pesar de ello, no es una de las brechas más amplias en el contexto de Andalucía. En Córdoba y Huelva, por ejemplo, la parcialidad entre las mujeres es más del doble que entre los hombres. En Jaén, el caso más destacado de todos, la triplica, probablemente por la importante incidencia del sector agrícola en el tejido productivo de la provincia; allí, la brecha de género entre agricultores es del 42,7%, lo que ayuda a explicar la situación.
Además, esta situación tampoco ha mejorado con el inicio del camino ascendente en algunos otros indicadores económicos respecto a los peores años de la crisis. Entre 2011 y 2018, último año sobre el que ofrece datos detallados la Encuesta de Población Activa, el porcentaje de mujeres con contrato a jornada parcial ha aumentado un 42% en términos relativos, pasando del 31,6% de 2011 hasta el 45% del año pasado. Es decir, que cuatro de cada diez mujeres empleadas en la provincia lo hacen a tiempo parcial. Un hecho que en principio no debiera ser problemático, siempre que la decisión por parte de la mujer fuese voluntaria. Sin embargo, en buena parte de los casos esto no ocurre así. De acuerdo con el informe elaborado por Comisiones Obreras, seis de cada diez jornadas parciales de mujeres son involuntarias.
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