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Ambiente en la Huerta durante la intervención de Yolanda Pantin. RAMÓN L. PÉREZ
El XVII Festival de Poesía arranca a la sombra de la Huerta con Gamoneda, Ben Jelloun y Pantin

El XVII Festival de Poesía arranca a la sombra de la Huerta con Gamoneda, Ben Jelloun y Pantin

La calurosa tarde inaugural llenó el jardín de Federico con palabras de homenaje a Mariluz Escribano, la poeta de la reconciliación

José Antonio Muñoz

Granada

Martes, 19 de octubre 2021, 00:17

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Una tabla de salvación frente a la crisis de valores, y también contra la crisis sanitaria que aún estamos viviendo. Un arma para luchar contra la crueldad del mundo. Una suerte de óleo crismal que señala a quienes se buscan en las palabras y se reconocen como iguales. Todo esto es la poesía, y mucho más. En el día de ayer, se puso de manifiesto en la inauguración del XVII Festival Internacional de Poesía de Granada.

«En cada uno de vosotros hay algo de Federico García Lorca», dijo el Premio Cervantes Antonio Gamoneda, quien vino a Granada, por fin, para recitar con su voz sabia y un punto temblorosa. La emoción le podía. «¿Quién sabe si en la 'gens' anterior, de entre ustedes, alguien está emparentado con él?», añadió. «Con mi ancianidad a cuestas, estoy aquí y no he venido a improvisar», dijo con humildad. Gamoneda buscó las claves de sustentación del arco imaginario que une a varios mundos, y nombró a César Vallejo como ese espejo con el que el granadino nunca se cruzó, pero que no deja de ser su alma gemela, según el poeta asturiano. Una trayectoria unida también por la muerte, en el caso de Federico, perpetrada por una España bárbara y una 'guerra incivil'. «A César Vallejo también lo mató España, y nombrarla fue su despedida del mundo».

En los poemas que desgranó, pintó el país de su infancia, muy distinto al de hoy. Incluso 'estrenó' uno de ellos, 'Dietario de Perú: Trujillo, Cusco': «En la Plaza de Armas, una vieja descalza aullaba y fingía arrancarse los ojos...». Poesía evocadora y perturbadora a partes iguales.

Tras el lujo de oír a Gamoneda, lujo doble con Tahar Ben Jelloun, Premio Goncourt, y Yolanda Pantin, flamante Premio Lorca –que recibirá este mismo viernes, sin apenas protocolo ni boato, nada que ver con la entrega a Gimferrer, por ejemplo–. Primero, Pantin dio buenas muestras de su capacidad para llamar a las cosas, a los individuos inicuos, por su nombre. «Solo es equiparable el corazón en su oscuridad, a la oscuridad del anhelo místico», leyó de su poema 'El castor'. Figuras reconocibles para una expresividad palpable, duramente realista, que se remonta a los orígenes para denunciar aquello en lo que nos hemos convertido, en lo que se ha convertido su Venezuela natal.

Antonio Gamoneda narró su personal aproximación a García Lorca.
Antonio Gamoneda narró su personal aproximación a García Lorca. R. L. P.

Ben Jelloun acortó la distancia entre ambas orillas del Mediterráneo a través de su voz sonora, traducida por José Sarria, quien recordó que es el autor francófono más traducido en el mundo, nada menos que a 47 idiomas. «Estamos ante el autor magrebí más importante del siglo», afirmó Sarria. «Tú que llegas a mí, dame el sentido de las cosas, la dirección del viento, el nombre de lo que ignoro...», comenzó el recital Ben Jelloun. La suya es una poesía que busca lo trascendente a partir de la esencia de lo cercano y de la propia existencia. «Somos espejos hincados en cementerios que solo reflejan nuestros humores...». Realismo descarnado, y a un tiempo, profundamente lírico.

En el tramo final de la tarde, tres mujeres y premios nacionales: Ángeles Mora, Raquel Lanseros y Juana Castro, rindieron homenaje a Mariluz Escribano, el primero de los que se incluyen en el programa del Festival. Por la mañana, en la Facultad de Educación, también se rindió tributo a Ernesto Cardenal. Y después de la lectura de las tres poetas, la propia voz de Mariluz en un emocionante vídeo que podemos considerar como su testamento audiovisual: al encuentro de su padre, cogida de su mano, Escribano se refleja en las calles de Granada y se reencuentra con esa voz de madera que la ve crecer, y que también la ve defender esa ciudad que tras arrebatárselo, fue el objeto de sus desvelos. La voz del cantautor Andrés Suárez cerró una jornada para el recuerdo.

Un momento del acto en Monachil, con Sergio Arlandis, el alcalde, José Morales, Jaime Siles y José Cabrera Martos. IDEAL

Más de 350 personas, con Jaime Siles en Monachil

El poeta Jaime Siles, Premio Nacional de Literatura, convocó a más de 350 personas en el primer acto del FIP en esta población, una de las subsedes del Festival. Al encuentro acudieron, además de un buen número de amantes de la poesía, alumnos de Secundaria de los centros IES Los Cahorros (Monachil), CEIP Miraflores (Monachil), IES Los Neveros (Huétor Vega), IES Montevives (Las Gabias) y Colegio Ave María La Quinta (Granada).

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