¡Que vuelva ketama!

Los músicos son todos de primera fila. Hay que destacar no obstante la intervención de Los Mellis, que con sus coros fueron buenos escuderos, verdaderos lazarillos que con su buen hacer complementaban el cante de Antonio que, en cuanto tenía oportunidad, cogía las congas, la tinaja o el cajón. Su fórmula de flamenco fusión es la misma con la que ahora apostaron, aunque con un nuevo lavado de cara. Las canciones de siempre, con otras melodías para que, siendo las mismas, sonaran diferentes, se mezclaban con nuevas composiciones como con la 'Karta canción' con la que abrieron el concierto con su mensaje, como una declaración de intenciones, «charlando tranquilo». A esta le siguieron las conocidas 'Ne bi fe', 'Vengo de Borrachera' y 'Qué cara bonita', para reposar un tanto con la maravillosa y triste 'Problema'. En un comienzo todo iba seguido, imbricado, prometiendo un concierto dinámico, pero unos solos musicales, aunque de categoría, restaron vigor a la carrera. Josemi, gran guitarrista donde los haya y fiel heredero de su padre, Pepe Habichuela, apuntó por granaínas para desbordarse en los tangos con aires brasileños. Otros temas que sonaron, necesitan aún un buen rodaje como 'Se irá', 'Lloraré' o 'Así me siento'.

El primero de sus invitados fue Kiki Morente (extraordinario de voz, presencia y un encomiable sabor en los bajos) con el que hicieron 'Viviré'. Y, después de esta subida otro solo, a modo de balada salpicada de son, de Juan 'el Camborio' dedicada a su hija Lola de la Estrella que se encontraba entre el público y un carismático solo de trompeta (Manuel Machado). Un poquito por bulerías, 'Dale la luz' (repertorio de Antonio en solitario) y 'Cuesta de la Caba' dan paso a Pepe Habichuela, como «último mohicano del flamenco», que propuso unas bulerías de muchos quilates, acompañado de sus «alumnos aventajados» como segunda guitarra (Josemi), bandurria (Juan) y percusión (Antonio).

'Loko de amor', el single de su nuevo disco, suena como el nuevo himno de esta gira que, junto a 'Flor de Lys', 'Se dejaba llevar' y 'No estamos lokos' con una estupenda introducción de trompeta, nos acercaba al final que llegó con el inolvidable 'Vente pá Madrid' y su repetida intención de volver para quedarse.