Edición

Borrar
Andersen, a la edad en que visitó Granada. THORA GALLAGER
La visita de Hans Christian Andersen a Granada, una efeméride sin recuerdo

La visita de Hans Christian Andersen a Granada, una efeméride sin recuerdo

Málaga, ciudad por la que pasó menos días, le ha dedicado una estatua. A la capital nazarí, el autor le dedicó más páginas que a ninguna otra en su libro 'I Spanien'.

José Antonio Muñoz

Granada

Sábado, 4 de abril 2020, 11:51

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El pasado jueves tuvo lugar el Día del Libro Infantil y Juvenil, que recuerda la fecha de nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, uno de los máximos exponentes de la literatura hecha para los más pequeños de la casa. Andersen fue, además de un prolífico escritor, un viajero incansable durante una década de su vida, cuando recorrió países como Alemania, Gran Bretaña, Turquía y España. Cuando recorrió el país, en el año 1862, una de sus etapas principales fue Granada, una ciudad donde no se guarda ningún recuerdo de él, a pesar de que le dedicó un capítulo entero de su obra 'Viaje por España'.

Málaga, una ciudad que le atrajo menos que la capital nazarí, ya que pasó menos días en ella, tiene una estatua en su alameda, costeada, por cierto, por la Casa Real Danesa, y una placa le recuerda en el hotel donde se alojó. En Granada, solo las huellas que dejó en su libro. Ni una placa, ni documento alguno recuerdan su paso. Ni siquiera aparece en el Libro de Firmas de la Alhambra en la página dedicada al periodo en que estuvo aquí. El homenaje que la vecina capital le ha hecho, Granada, quizá, aún se lo debe.

Tal y como afirma el catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Granada, Francisco Sánchez-Montes, «Andersen era una persona muy peculiar. Se reconocía feo, pero a la vez era coqueto. En una ocasión, se hizo retratar varias veces persiguiendo una 'imagen adecuada'. Llegaría a escribir la anécdota, diciendo que a pesar de los tres intentos, se seguía viendo como un cascanueces mondo».

A pesar de que sobre la visita de Andersen a la capital varios expertos han publicado artículos en revistas, hay detalles que son desconocidos para el gran público. «Uno de ellos», comenta Sánchez-Montes, «que a pesar de ser quien era, el día que intentó visitar los palacios nazaríes, le tocó esperar. Era el 12 de octubre de 1862 y ese día el recinto palaciego acogía la visita de la reina Isabel II acompañada de su séquito: don Francisco de Asís, el príncipe Alfonso (futuro rey), la infanta Isabel (alias 'la chata')… e incluso su 'amante de turno', de apellido Morfori, un gaditano hijo de un cocinero italiano y casado con una sobrina de Narváez».

Reputado autor

Christian Andersen tenía entonces 57 años de edad y era sobradamente conocido como autor de casi 200 cuentos además de por sus obras literarias. Había realizado interesantes viajes por diversos países y llegó a Granada acompañado de Jonas Collin –nieto de su protector e impulsor de su carrera literaria– e hijo de su amigo Edvard. Andersen era homosexual, y pudo estar enamorado de Edvard en su juventud, pero en el momento de su estancia en Granada seguía, según afirma el catedrático, enamorado del bailarín Harald Schaft, un compatriota al que conoció en París años antes, y al que estaba a punto de perder en su vida.

Vivió en Granada durante tres semanas. Y fue tratado conforme a su rango. De hecho, según él mismo afirma en su libro, «gracias al coronel Larramendi visitamos gran número de instalaciones engalanadas en honor a la reina, a las que, como extranjeros, no hubiésemos tenido acceso».

Granada ardió en fiestas durante los seis días que la soberana pasó entre nuestras calles, y Andersen pudo admirar las instalaciones efímeras que por aquella visita se pusieron en pie. Se hospedó en la posada Alameda y en el Hotel de los Siete Suelos, en el propio recinto de la Alhambra. Durante los días que pasó en la ciudad, tomó nota del ambiente, de sus calles, y recorrió los barrios y sus principales monumentos:la Cartuja, la Capilla Real... Andersen fue un cuentista enamorado de una ciudad que él imaginó de cuento.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios