Las Venus de Salar se topan con la ley
La normativa andaluza deja claro qué deben hacer los municipios con estos hallazgos, aunque hay un convenio europeo suscrito por España que defiende que la conservación se haga en 'in situ'
La cultura enriquece el alma. Pero la cultura también enriquece el bolsillo. Salar, un pueblo precioso de la comarca del Poniente, tiene una renta media ... de poco menos de 7.400 euros por habitante frente a los cerca de 11.900, por ejemplo, de la capital granadina. Una diferencia de 4.500 euros que no sólo tiene una lectura en términos económicos, sino que también evidencia ese abismo, cada vez mayor, que separa la España urbanita de esa España vaciada cuyos ecos y reivindicaciones parece que, por fin, ya aparecen tímidamente en la agenda política. Salar vive de los olivos, pero desde hace cinco años también de la cultura. O, para ser más exactos, del impresionante legado arqueológico que está emergiendo de la Villa Romana cuyas primeras excavaciones se remontan a 2004. Posiblemente estemos ante la Villa Romana más importante de España.
Desde entonces, y en la medida que las diferentes campañas arrojaban unos resultados sorprendentes, el flujo de visitantes a la Villa ha sido constante. Y el Ayuntamiento ha visto en el turismo una forma de desarrollo. Si están al tanto de la prensa, ya conocerán el contencioso relativo a la devolución de las venus, una venera y otra púdica, al Museo Arqueológico tras notificarse, este mes, que no se concedía la prórroga solicitada por el Consistorio en mayo de 2018 para que las dos estatuillas siguieran mostrándose en el Punto de Interpretación Turística de Salar. El pasado miércoles hubo una manifestación de salareños que, al grito de «las venus no se van», exigían que las piezas no se movieran de la localidad.
¿Qué dice la ley? ¿Qué opinan los expertos? Una de las voces más autorizadas en asuntos de patrimonio en Granada es Jesús García Calderón. Este jurista explica que en Andalucía hay dos legislaciones de referencia, una nacional y otra autonómica. Esta segunda es la más relevante por aquello de que las competencias en esta materia están transferidas a las comunidades autónomas.La normativa regional, que deja bien claro que las piezas son de dominio público y que los préstamos para exposiciones temporales no pueden superar más de un año, abre la puerta a la cesión 'sine die' de estos elementos arqueológicos a instituciones como el Ayuntamiento de Salar con la observación de una serie de condiciones. «Pero también –agrega– conviene tener muy en cuenta otras fuentes que arrojan luz sobre lo que parece más conveniente, en el sentido de que un hallazgo también puede ser una buena oportunidad para territorios que, por diversas circunstancias, están menos favorecidos». Concretamente García Calderón, que reflexiona sobre el asunto en su libro 'La defensa penal del patrimonio arqueológico', alude al Convenio Europeo para la Protección del Patrimonio Arqueológico, suscrito por España en la Valeta (Malta), que en el punto dos del artículo cuatro dice que «la conservación y el mantenimiento del patrimonio arqueológico deberá realizarse preferentemente 'in situ'».
La ley es la ley
En cualquier caso, aclara, todo debe hacerse según las exigencias legales. Y más allá de soluciones transitorias –formalizar la cesión del préstamo sin desplazamiento o apelar a razones justificadas y excepcionales en aras a la difusión del patrimonio–, la Ley de Museos de Andalucía establece claramente qué debe hacer el Ayuntamiento para que las venus, los mosaicos y los murales se queden en Salar. Lo más sencillo es la creación de lo que se conoce como una 'colección museográfica'. ¿Cuál es el problema? Pues que no vale una declaración de buenas intenciones.Hay que completar una serie de exigencias que no sólo requieren tiempo, sino también dinero. Lo primero es disponer de un inventario de bienes que integra la institución. Después hay que determinar un horario estable de visita y disponer de un plan de seguridad. Pero la 'madre del cordero' es otra: «Contar con un inmueble destinado a sede de la colección museográfica con carácter permanente, de manera que se garantice la visita pública y las condiciones de seguridad y conservación».
El alcalde de Salar, Armando Moya (IU), que ya ha anunciado que obedecerá el requerimiento de que las venus retornen al Arqueológico en diciembre, ha asegurado que su equipo de gobierno está trabajando para la cesión de una antigua caballeriza del Palacio de Salar que albergue la colección museográfica. De esta forma se cumpliría una de las principales condiciones y el asunto se podría resolver de forma favorable a los intereses de Salar.
Más de 8.000 personas han visto las venus este año
Las Venus Púdica y la Venus Venera que muestra el Punto de Interpretación de la Villa han sido vistas por 8.000 personas en lo que va de año y por 6.500 en 2018. Mucho para un pequeño pueblo que apenas alcanza los 2.600 habitantes y que hasta ahora vive prácticamente de la agricultura, sin ningún recurso turístico. Y es que la Villa Romana ha vivido en las dos últimas campañas arqueológicas un impulso importante dada la riqueza y singularidad de su estructura y contenido, que ha hecho que sea considerada una villa romana única en España por su mosaico de caza, vinculado a un 'dominus' especialmente poderoso en el Imperio Romano. De esta forma, la villa salareña es comparable a las otras dos más importantes, La Olmeda (Palencia) y Noheda (Cuenca).
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