Unidad y Armonía en concierto en El Jardín: Flotando voy…

Diseñado con aires retro 60's, el espacio ya había albergado un par de actuaciones a modo de ensayo general y ajuste, pero ha sido Unidad y Armonía quien lo estrenaba oficialmente, y con dos sesiones, primero una privada el jueves y anoche ya con su actuación abierta al público general. El Jardín ha permitido que la sala haga un programación completa para los próximos meses, al menos mientras dure el buen tiempo: Técanela, Cristian Moret, Guiu Cortés, Mundo Chillón…

Y si el sitio podía recordar a Barbarela o Penélope u otros espacios míticos del era beat, nada mejor que el mundo sonoro de UyA para el acontecimiento inaugural. El sexteto podría haber sido lanzado desde la factoría Torrelaguna, y felices por dejarse manejar por Trabuchelli. La primorosa versión de la psicodelia española de aquellos años, con su punto naif incluido, amable y colorista, anima su fondo de armario sonoro. Traer a escena a Los Ángeles (que es de bien nacidos es ser agradecidos) o Los Módulos es justicia sonora. Hacerlo con las Fleta arqueología ¡y pedagogía! Pero no se quedan ahí, sino que otros pasajes (¡y paisajes!) obtendrían los parabienes de Syd Barrett, e incluso de sus 'caraocultos' socios posteriores; llegando ya al final hasta el maquinalismo alemán, ese hipnótico motorik que en su momento también adoptaron Los Planetas en modo catedralicio.

Impecable formación en escena que recibió el aporte femenino de Natalia Muñoz e Imán Amar (de Adiós Amores) en el papel de las hermanas Morente, que a su vez ejercieron de las Fleta en la grabación. Un disco extraordinario. Flotando voy, flotando vengo…