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Kevin Costner, en un fotograma de 'Yellowstone'
«'Yellowstone' defiende la libertad y eso forma parte de la idiosincrasia americana»

«'Yellowstone' defiende la libertad y eso forma parte de la idiosincrasia americana»

Kevin Costner da vida a John Dutton en la ficción que, tras su paso por Paramount Network, llega ahora de forma gratuita a la plataforma Pluto TV

Maria Estevez

Los Ángeles

Lunes, 22 de febrero 2021, 00:08

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Desde su debut como director, hace 30 años, Kevin Costner (Lynwood, California, 1955) ha utilizado su trabajo para articular en la ficción sus convicciones. Ganador del Oscar a mejor director y mejor película, por 'Bailando con lobos', para Costner es importante expresar sus ideas en cada cosa que realiza; desde sus composiciones musicales hasta sus interpretaciones. Costner estrena en España 'Yellowstone', la serie del Oeste donde interpreta al vaquero John Dutton, un hombre duro preocupado por su rancho en Montana, que deberá defender de los codiciosos, y por sus hijos. Las dos primeras temporadas ya se pudieron ver en Paramount Network, pero acaban de llegar a Pluto TV de forma gratuita.

–Sin duda el comportamiento de John Dutton le convierte en uno de los personajes más cuestionables de su carrera como actor.

–Sus intenciones son buenas, aunque, como bien dices, son cuestionables. No es un tipo que se meta en problemas, pero si le buscan, sabe cómo defenderse. Se podría argumentar fácilmente que es un asesino. John vive con su conciencia a su manera, no se mete en la vida de nadie, sin embargo, no permite que cruces su línea, y esa línea es la valla de su propiedad. No persigue a los hijos de otras personas. Pero cuando se percata de que lo persiguen, responde con el doble de ímpetu.

–Desde Hatfields & McCoys, este es el primer personaje televisivo con el que se ha involucrado a largo plazo en un papel. ¿Por qué se comprometió con una serie de televisión?

–Honestamente, no se suponía que fuera una serie de varios años cuando me la propusieron por primera vez. Iban a ser diez capítulos y terminaría. Pero cambió la cosa y, aunque legalmente podría haberme despedido, decidí quedarme. Elegí por motivos personales, pero cuestiono mi decisión. La serie ha sido muy bien recibida, eso me llena de orgullo, no era algo que estuviera previsto, pero son muchas horas de trabajo lejos de mi casa.

–La serie no embellece el salvaje oeste, es violenta y muestra el desarraigo de la sociedad moderna. ¿Cuál cree que es la clave de su éxito?

–Es cierto que este tipo de trabajo no se hace todos los días. Me paso el tiempo a caballo, cosechando la tierra o cuidando ganado. Son elementos que forman parte de la psicología social estadounidense; el vaquero sigue siendo emblema de nuestro país. Todavía hay muchos hombres y mujeres dedicados a esas tareas y, cuando creas melodramas, tienes que exagerar en intensidad cada elemento que muestras. Creo que Taylor Sheridan es muy buen guionista, sus diálogos son nítidos e inteligentes, sinceros, comparables a las imágenes y eso hace que sea un exitazo en EE UU. Las montañas no van a ninguna parte y son tan hermosas que vale la pena luchar por ellas. La serie juega con los personajes, los lleva por ríos, a caballo, defiende la libertad y eso forma parte de la idiosincrasia norteamericana.

–Se dice que esta serie atrae a los votantes de derecha, pero usted siempre se ha declarado más bien progresista.

–No soy ingenuo y soy actor. Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para interpretar un personaje de ficción.

–¿Cuáles diría que son los puntos fuertes de Sheridan como escritor?

–Es un maestro de las palabras, un tipo que entiende dónde está el corazón y cómo escribir con humor. Sabe decir cosas que a mucha gente le gustaría decir. Crea oponentes dignos para que no haya una persona más inteligente que el resto. Me parece que ha creado una gran partida de ajedrez, yendo y viniendo entre sus personajes.

–Uno de los aspectos más destacados de la serie es la representación de una familia disfuncional como los Dutton que se une ante un enemigo común.

–Es una receta para el desastre cuando toda una familia se muestra dispuesta a seguir a alguien que actúa de manera inmoral. Es cierto que nos educaron para apoyar y ser leales, pero también para pensar por nosotros mismos y cuando vemos la injusticia, la enfrentamos. Los Dutton cruzan todas las líneas de la inmoralidad.

–¿Es terapéutico interpretar a un hombre tan temperamental?

–Conozco a muchos actores que utilizan los rodajes para liberar su adrenalina, acumulan sus frustraciones personales y las canalizan en sus interpretaciones, pero a mí no me sirve. Con este papel he intentado mantener a flor de piel su instinto animal, esa es la mejor herramienta de John para sobrevivir. Uno no debe seguir reglas para crear personajes, hay que permitir que la improvisación tenga su espacio.

–¿Habla español?

–Un poquito, no mucho. Pero estoy muy interesado en lo que sucede en España porque es un país fascinante.

–Los fracasos de varios filmes le condenaron en un momento de su carrera a ser un hombre del ayer. ¿Se ha reinventado?

–La memoria de la audiencia es corta, no soy el único culpable de mis fracasos. Yo leo guiones y hago mi papel, son el director y el productor los conductores del vehículo, ¿no es injusto culpar del accidente al pasajero?

–¿Se siente un pionero?

–Sí. Soy un hombre que siempre mira al oeste

–¿Cómo empieza usted a dar forma a sus personajes?

–Cada uno tiene un estilo distinto, lo importante es conseguir ese estilo. Yo no lo tuve hasta que entendí lo importante que era preparar los personajes. En Hollywood, muchos actores se presentan a trabajar sin estudiar, sin conocer su papel o su historia. Una vez puede salirte bien, pero es imposible mantener esa actitud. Yo prefiero ensayar, estudiar los detalles personales, aunque no estén escritos, entender e investigar su pasado, su educación, llenarme por completo con cada personaje.

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