Rupturas en la tele
Conozco pocas gestiones de una ruptura peores que la de los ex de 'Sálvame' con Telecinco
Conozco pocas gestiones de una ruptura peores que la de los ex de 'Sálvame' con Telecinco. En algún momento habría que analizar qué clase de ... relaciones se gestan en esa cadena para que las salidas sean tan traumáticas. Presentadores y colaboradores de otros canales han dado el salto a emisoras diferentes sin que se generen conflictos. Se me ocurren los casos de Roberto Leal, Eva González o Cristina Villanueva sin ir más lejos. Pero las salidas de Mediaset siempre son agitadas y colean en el tiempo.
La más significativa fue la de María Teresa Campos, que una vez había fichado por Antena 3 continuaba lanzando pullas a su anterior empresa, hasta que volvió a ella casi suplicándolo. A Sonsoles Ónega, cuatro años después, se le sigue preguntando por su desvinculación y contactos con los que fueron sus compañeros y jefes, como si la periodista no hubiese pasado página ya. Otro grado es lo de Patiño, Matamoros, Belén Esteban y compañía, que llevan dos años quejándose por su despido y sin disimular su resquemor hacia la que un día fue su casa. Los programas se acaban, ha pasado siempre en la tele, pero ellos claramente no han superado el fin de aquel magacín de tarde. En su regreso a Ten (tras la aventura frustrada en TVE) continúan comentando lo ocurrido allí y refiriéndose a Telecinco en términos poco amigables. Son como los separados que a todas horas tienen a sus ex en la boca.
La excusa ahora es el regreso de Lydia Lozano a las filas de Mediaset, que les ha dado para horas de contenido y seguro que ahondarán en ello la semana que viene. Parece claro que poco a poco irán volviendo (casi) todos. Solo así terminará este bucle sin fin, muy aburrido por cierto y con pocos réditos en cuestión de audiencias.
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