El ganador de Eurovisión 2024 devuelve su trofeo por el apoyo a Israel de la UER: «No debe estar en mi estantería»

«Siempre agradeceré a la comunidad eurovisiva, a los fans que votaron, a los artistas con los que compartí escenario y a la experiencia que me formó como persona y como artista. Esta decisión surge de la preocupación por los valores que Eurovisión promete, no del rechazo a quienes la hacen especial. La música nos sigue conectando. Esa convicción no ha cambiado», arranca el cantante del tema The Code. Ahora en su comunicado contra la Unión Europea de Radiodifusión (UER).

Y continúa su razonamiento: «Aunque sienta gratitud, hoy no creo que este trofeo tenga que estar en mi estantería. Eurovisión defiende la unidad, la inclusión y la dignidad para todos. Esos son los valores que hicieron que el festival me resultara relevante. Pero que Israel continuara participando en él durante lo que una comisión independiente de Naciones Unidas considerara un genocidio muestran un verdadero conflicto entre esos ideales y la decisión que ha tomado la UER».

A su parecer, el concurso ha servido «para suavizar la imagen de un Estado acusado de unas faltas muy graves mientras la UER insistía que Eurovisión no es un evento político«. La postura estos cinco países —España, Islandia, Eslovenia, Países Bajos e Irlanda— «deja claro que está ocurriendo algo muy malo». Por ello, enviará de vuelta el micrófono a la sede principal de la UER. Allí se celebró el pasado jueves de 4 de diciembre la asamblea que decidió mantener a Israel en el festival.