«Hoy en día triunfa más la imagen que los contenidos»

–Qué hace un guitarrista de rock en un ciclo de cantautores ¿se me está ablandando?

–(risas) No es mi primera vez como conferenciante, lo he hecho con mis propias canciones. Es una buena forma de aprender de uno mismo reflexionando desde fuera, y sobre todo de los demás. En cualquier caso no soy un erudito ni un estudioso, ya que puedo hablar solo de la parte de la música que a mí me ha interesado y me interesa.

–¿Está sobrevalorado el papel del intérprete? Y más en los tiempos en que OT marca tendencia…

–Sí, definitivamente. De hecho en una asamblea de la SGAE se hizo una propuesta de sugerir a ese programa que pusieran en cada canción un rótulo con los autores; para reivindicar el papel del verdadero creador de la pieza. Hoy en día, que triunfa más la imagen que los contenidos, prevalece la superficialidad sobre el fondo. Da la sensación que las canciones están hechas y flotando en el aire, como el plato de paella que se coge en un autoservicio, ignorándose el trabajo y el talento que quien lo ha hecho previamente. Por ejemplo Gloria Varona, la hermana de Pancho, que ha escrito letras para multitud de artistas muy conocidos y nadie sabe que existe.

–Detrás de un/a gran cantante de cara bonita y potente marketing está siempre un gran autor…

–Esta pregunta tiene trampa, que los hay muy guapos y grades compositores (risas), pero mi conclusión es que el éxito de una canción es inversamente proporcional a su nivel de contenidos. Otra cosa curiosa es que cuando un autor de pop o rock tiene un mundo propio y complejo que compartir, y además es rico en el lenguaje, rápidamente pasan de pantalla ¡y ya eres un cantautor!

–Pero hay casos como Loquillo o Arias en su último disco, o Muñoz Molina y Luis García Montero, que han escrito para el rock…

–Afortunadamente. La música es un medio de egos muy potentes, y es una cura de humildad este tipo de situaciones, cuando se reconocen unas grandes letras, mejores que las propias, todos ganamos, el autor, el intérprete y el público.

–Otra cosa desconocida, oculta y opaca es el mercadeo de los repertorios de esos autores por parte de los intermediarios…¡Todos viven y bien del autor!

–Sí, detrás hay un negocio de venta y reventa de canciones. Yo me enteré al cabo de los muchos años que nuestras canciones de La Guardia pagan un porcentaje de nuestros derechos de autor a una cadena de radio… La parte oculta de la música es muy tenebrosa.

–Y definitivamente: ¿Existe el pop de autor?

–Lo dejo en el aire… no voy a hacerme mi propio spoiler (risas).