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Ros y Praena (de pie), al principio de la conferencia ALFREDO AGUILAR
Los tres grandes usos del acelerador de partículas de Granada

Los tres grandes usos del acelerador de partículas de Granada

Eduardo Ros y Javier Praena, científicos y profesores de la UGR, respondieron, dentro del festival Gravite, a las grandes dudas sobre el proyecto que se construirá en Escúzar

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Jueves, 31 de enero 2019, 23:58

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Antes de empezar el acto sobre el acelerador de partículas organizado por el Festival Gravite, en el Teatro Cajagranada, un ignorante se acercó a los ponentes. Ellos, los ponentes, eran Eduardo Ros y Javier Praena, científicos y profesores de la UGR. El ignorante, sin embargo, vio en ellos a una suerte de Tony Stark y Bruce Banner (Iron Man y Hulk, controlados, ¿verdad?) y, haciendo gala de su desconocimiento supino, les hizo las –infantiles– preguntas que se le ocurrieron sobre el acelerador: ¿Puede crear un superhéroe con súpervelocidad? ¿Provocará un agujero negro a otra dimensión? ¿Hará posible la creación del DeLorean de McFly? ¿Puede destruir a la mitad de la población de un chasquido? Ros y Praena, tras una pausa elegante, respondieron: «Para eso estamos aquí, para contar qué es y de qué servirá el Acelerador de Partículas de Granada».

Gustavo Gómez, organizador de Gravite junto a Jesús Lens, presentó los ponentes a una audiencia que ansiaba respuestas. Porque sí, todos intuimos que el acelerador de partículas tiene una importancia mayúscula para Granada. Pero, a la hora de la verdad, nadie es capaz de explicar para qué sirve realmente. Eduardo Ros Vidal, Catedrático del Departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores; Licenciado y Doctor en Física, ofreció una respuesta preclara: «El principal objetivo del acelerador de Granada es encontrar materiales capaces de albergar una 'pequeña estrella' capaz de generar energía para encontrar, así, una nueva forma de suministro». En palabras grandes: el acelerador de partículas servirá para solucionar el gran problema energético del mundo. Ya tenemos el primer gran uso. Y no es poca cosa.

Ros y Praena
Ros y Praena A. AGUILAR

Segundo uso: nuevos campos

Javier Praena, profesor del Departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la UGR, anunció el segundo gran uso del acelerador: «Aunque el proyecto es en su inmensa mayoría la búsqueda de esos materiales nuevos, también se podrá usar para otras tareas multidisciplinares. En Escúzar (donde estará el proyecto) se generarán más neutrones que en cualquier parte del mundo y se facilitarán espacios para investigar otros campos: motores de hidrógeno, superconductividad y grafeno, bioquímica...» A lo que Ros añadió: «Cualquiera que estudie esto vendrá aquí. Eso abre un camino de explotación para muchos años». Lo que nos lleva, al tercer gran uso:

Tercer uso: enriquecer Granada

El acelerador de partículas ha conseguido que todas las fuerzas políticas y sociales de Granada se alineen, «sin importar colores ni intereses particulares», apuntó Ros. «Y eso –continuó– es la oportunidad para sacar brillo al mayor valor que hay en Granada: el conocimiento». Ambos profesores lamentan que gran parte de sus alumnos tenga que emigrar fuera de España para desarrollar su talento. «Esto contribuye a enriquecer Granada –explicó Praena–, el retorno sería muy alto: un impacto del 4% sobre el PIB que, para que os hagáis una idea, la UGR aporta un 4, Sierra Nevada un 3 y La Alhambra un 4,5». Una cifra que no viene sola ya que daría trabajo a «10.000 personas (directas e indirectas) al año».

¡Preguntas, preguntas!

Al terminar sus ponencias, Manolo Martín, Defensor del ciudadano, y Manolo Pagazín, profesor de Los Escolapios, fueron los encargados de lanzar preguntas. Pagazín la tenía clara: «¿Está el sistema educativo preparado para aprovechar las oportunidades que puede traer este proyecto?» A lo que Eduardo Ros no tuvo dudas en subrayar que, en su campo, «hay cero paro». «El problema –aclaró– es que formamos muy bien a los jóvenes y luego no tenemos tejido para soportar ese conocimiento. Lo que nos falta es tejido industrial, capaz de absorber ese conocimiento y convertirlo en riqueza local».

Hacer realidad este proyecto tan enriquecedor pasa por que lo hagamos nuestro y sepamos responder al qué y al para qué. Y sí, el ignorante era yo. Pero ya no.

ALFREDO AGUILAR

«Entonces, ¿vendo mi casa o no?»

Pregunta para los ponentes: ¿Hay razón para tener miedo del acelerador de partículas? ¿Deben los vecinos huir de sus casas? «Para nada, no es ningún problema». Praena entiende que lo de 'nuclear' asuste, «pero no es algo más allá de un hospital. Habrá normas de protección medioambiental y seguridad». «De hecho –zanjó Ros–, esa gente que pueda plantearse vender su casa de Escúzar, que no la vendan, que se podría revalorizar... o que me la vendan a mí (risas)».

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