La torre de la Catedral de Granada tendrá un mirador para pequeños grupos de visitantes
El estudio de Pedro Salmerón confía en acabar el proyecto antes de abril y que en 2023 ya pueda haber visitas guiadas
Dicen los que han subido que las vistas de Granada son, sencillamente, alucinantes. Un privilegio que, a la vuelta de unos años, también puede estar ... al alcance de más granadinos y visitantes. El estudio del arquitecto Pedro Salmerón, Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, ultima ya una nueva intervención en la Catedral, un edificio clave en su dilatada trayectoria profesional de más de cincuenta años de 'escuadra y cartabón'. Según ha adelantado el propio Salmerón, su intención es que el proyecto de reforma de la torre, que incluirá un mirador visitable para pequeños grupos, esté finalizado antes de abril. A partir de ese momento, ya sí, se podrían solicitar las licencias oportunas.
¿Expectativas? Pues conviene ser muy cauto respecto a los plazos debido a las características del templo y la complejidad de los trabajos, pero Pedro Salmerón valora que la obra pueda estar finalizada para el año 2023. Lo que sí está claro, a tenor de sus palabras, es que estamos hablando de una «apuesta importante» del Cabildo y el Arzobispado. La inversión ascendería a los dos millones de euros que, según reconoce Salmerón, podría desviarse algo al alza. «Se trata de una actuación complicada porque hay que montar unos andamios que llegan a una altura muy grande y que deberán mantenerse en el tiempo; esos costes de los medios auxiliares son los más desequilibrantes», explica.
Realmente, lo que se está planteando es una intervención general en el exterior de la torre. «En alguna ocasión, y así lo ha recogido la prensa, se ha producido la caída de fragmentos de piedra, una contingencia que afrontamos con un dispositivo que tenemos montado, con nuestras máquinas, y hacemos un refuerzo de las partes debilitadas, pero esa no es la solución», asegura Pedro Salmerón, quien recuerda que ya hubo un proyecto de recuperación, abanderado en su día por la Junta de Andalucía, que quedó paralizado debido a la crisis económica. Ahora es la propia Iglesia, que en principio asume la inversión, quien ha decidido dar un paso adelante consciente de la envergadura económica que acarrea.
«Estamos hablando de una obra compleja al tener que montar unos andamios muy altos»
pEDRO SALMERÓN, ARQUITECTO
Salmerón afirma que la torre tiene un problema de cubierta, «que está metida hacia dentro al estar inacabada, a lo que hay que sumar el hecho de que hubo que desmontar un cuerpo para asegurar el asiento». «Se hizo algo de andar por casa», agrega. La salida de las aguas no es fácil, por lo que ahora se plantea una restitución pero ya sí con una inclinación correcta para el desagüe y que incluye el mirador que permitirá contemplar una visión histórica parecida a la reflejada en el plano del propio Ambrosio Vico, uno de los arquitectos de la Catedral. Un plano que refleja cómo era la Granada del siglo XVI y que siempre se utiliza como referencia para comprobar las grandes transformaciones que ha sufrido la ciudad en los últimos siglos. «Esto es un lujo», espeta Pedro Salmerón, quien aclara que no se habilitará un ascensor, pero los grupos reducidos con guía sí podrán ascender por la escalera enlazada de caracol, ofertando, de esta forma, un recorrido complementario por las alturas parecido al que ya se realiza en otras basílicas como la de Santiago de Compostela.
La cifra
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Dos El presupuesto estimado para las obras de recuperación de la Catedral de Granada, según el proyecto que se está ultimando en el estudio de Pedro Salmerón, es de unos dos millones de euros. Un coste que puede variar al alza debido a la necesidad de contar con medios suplementarios como grandes grúas.
Un recorrido que se puede completar, según Pedro Salmerón, por las cubiertas que ya están restauradas, como las que vierten aguas hacia la calle Cárcel Baja, y por las que se vayan rehabilitando en los próximos años. Para ello se realizará el acondicionamiento, con todas las condiciones de seguridad, tanto de las pasarelas, realizadas en su momento para el desarrollo de tareas de mantenimiento, como de las barandillas, que ahora son muy ligeras. «Sería muy interesante –dice Pedro Salmerón– porque no sólo se viaja por la Catedral en vertical, para mirar Granada y barrios como el Albaicín desde arriba, sino también en horizontal por los tejados». Ejecuciones realizadas, en cualquier caso, con una expectativa no sólo de presente, sino también de futuro, según los tempos que marcan construcciones tan majestuosas como la Catedral de Granada. «Hemos de hacer estas cosas ahora, pensando en que continuarán cuando próximas generaciones tomen el testigo», comenta Salmerón.
Financiación
Respecto a la financiación, en principio, apunta Salmerón, todo indica que sería asumida por el Cabildo, «aunque lo normal sería que acudiera también a aportaciones externas como, por ejemplo, ayudas públicas». El Ministerio de Cultura se ha mostrado receptivo en los últimos años hacia este tipo de propuestas. En este sentido, no hay que perder de vista el desastre ocurrido en Notre Dame de París, uno de los grandes símbolos de la cultura de Francia, cuando un incendio devastador provocó que se desplomara la techumbre. Un desgraciado suceso que ha puesto en la agenda institucional la necesidad de realizar políticas para garantizar el perfecto estado de mantenimiento de emblemas patrimoniales como Notre Dame o, trasladado al ámbito local, la propia Catedral de Granada, en cuya Capilla Real se encuentran enterrados personajes imprescindibles para entender la Historia de España en los últimos quinientos años como Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos.
Una manera de entender el significado de la Catedral
El arquitecto Pedro Salmerón considera que el proyecto de recuperación de la torre de la Catedral de Granada «más que ser un elemento de dinamización del centro, que está lleno de visitantes todos los días, es un elemento de calidad en la medida que permite entender, a granadinos y no granadinos, lo que significa la Catedral».
La intervención integral también mejorará, a juicio de Pedro Salmerón, la apariencia de la fachada ya que la actuación en los materiales pétreos irá mucho más allá de los trabajos puntuales que se hacen ahora para garantizar la fijación de la piedra al cuerpo de la torre, con una altura de 57 metros coronada por un punto geodésico.
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