«El animalismo fulmina nuestra cultura»
Victorino Martín, ganadero y presidente de la Fundación del Toro de Lidia, valora para IDEAL su labor al frente la institución taurina
maría dolores martínez
Granada
Miércoles, 20 de noviembre 2019, 01:21
El pasado 29 de octubre la Fundación del Toro de Lidia, que preside el ganadero Victorino Martín, celebraba en Madrid el acto 'Sostenibilidad, mundo rural ... y animalismo', cuyo objetivo era alertar del peligro que supone el avance de la industria animalista y las graves consecuencias que puede tener en nuestra cultura, en la tauromaquia y en el mundo rural.
Tres brillantes exposiciones –a cargo de Chapu Apaolaza, portavoz de la Fundación, del pastor en los Picos de Europa Nel Cañedo y del propio Victorino Martín– ponían al descubierto este movimiento, que intenta imponer una nueva moral pública y está financiado con cientos de millones de dólares. IDEAL ha tenido la oportunidad de hablar con Victorino Martín sobre la labor que desarrolla al frente de la FTL y de este último frente abierto que representa el animalismo.
–Para entrar en materia y para aquellos que aún no la conozcan. ¿Qué es la Fundación del Toro de Lidia, en qué valores se sustenta y qué defiende?
–Es un organismo sin ánimo de lucro que engloba a todas las familias del mundo del toro, a todos los representantes y estamentos. Nuestro objetivo es defendernos de los ataques que sufre el mundo del toro de forma gratuita, que fue el primer paso que dimos. Pusimos denuncias y pleitos y los hemos ganado todos prácticamente. Gente que insultaba a los toreros y se alegraba de su muerte y de la muerte de un niño pequeño porque era aficionado. Alcaldes que iban contra las leyes porque no les gustaban los toros y querían prohibirlos en su pueblo. En Cataluña, el pleito de la prohibición de los toros. En segundo lugar, difundir la tauromaquia como parte esencial de nuestra cultura y de nuestras raíces.
–Cuando arranca la Fundación, hace ahora cuatro años ¿se imaginaban la dimensión que tomaría?
–La Fundación está todavía a medio camino y tiene que ser mucho más. Lo que sí está claro es que se nos está reconociendo muy rápidamente porque intentamos hacer las cosas bien y no tenemos ningún interés personal. Es un interés común de defender un patrimonio cultural y material de la humanidad. Y esa verdad es incontestable.
–¿Por qué se ha tardado tanto tiempo en crear un ente de estas características con los ataques que ha habido y la desprotección que se ha sufrido?
–La gente del mundo del toro siempre ha estado muy metida en sus problemas y en su mundo y no ha mirado hacia delante. Quizás ese haya sido el gran pecado que hemos tenido en el pasado.
–¿En qué momento se encuentra la Fiesta y, en particular, el mundo de la ganadería del que usted es uno de los grandes estandartes?
–La Fiesta pasa por un gran momento. A los ganaderos, si se nos da tiempo, seguimos lo que se demanda de nosotros y hay ganaderías muy definidas y contrastadas. También hay una baraja de toreros muy importantes. La Fiesta goza de muy buena salud. Otra cosa es el tema económico del país porque, digan lo que digan, todavía no ha salido de la crisis y la clase media española la está padeciendo. Y eso se nota a la hora de asistir a las corridas de toros. Es un espectáculo caro y el problema económico hace que no se vea reflejada la buena afición que hay y el buen momento que atraviesa la Fiesta de toros y de toreros.
–Aparte de la crisis económica, ¿cuáles son ahora los grandes enemigos?
–En primer lugar, nosotros mismos, porque tenemos que intentar hacer una Fiesta mejor y, en segundo lugar, una corriente mundial que se llama animalismo que no es sólo enemiga de la Fiesta sino de todo lo que sea utilización de los animales por parte del hombre, de nuestra cultura y de tal y como entendemos la vida. Esta corriente tiene unos apoyos económicos brutales por parte del mundo anglosajón, principalmente, y pretende igualar al hombre con los animales. No sólo han escogido la Fiesta de los toros como propaganda y como símbolo, sino la caza, la manufactura de productos de piel, comer alimentos de origen animal… El animalismo sería una hecatombe de todo lo que somos como cultura y civilización, cambiaría todo lo que somos en estos momentos los habitantes del planeta tierra.
–Por una parte, millones de dolores destinados a financiar la industria animalista y, por otra, millones en pérdidas para las empresas afectadas. ¿Dónde está el beneficio realmente?
–No sé si ha oído hablar de la carne ética, de las hamburguesas veganas, de todo el dinero que se gasta en mascotas. Hay gente que se está lucrando con estas ideas y con estas corrientes y que piensa lucrarse mucho más. La ganadería es la actividad que más población fija en los ambientes rurales.
Nota de la redacción
Por error, en la edición impresa se ha acompañado la entrevista con la foto de Victorino Martín Andrés, ganadero ya fallecido, y padre del acual del presidente de la Fundació Toro de Lidia, a quien corresponde la entrevista.
Rogamos disculpen el error y las molestias que haya podido causar.
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