Taburete: La 'joda' alegre
juan jesús garcía
Domingo, 27 de junio 2021, 01:21
Seguramente algunos de los que estuvieron en la sala Tren en el debut de Taburete por aquí también lo hicieron en la plaza de matar ... toros, y por su puesto estuvieron anoche en el P. de Congresos. Es lo que tiene Taburete, casi más militantes que seguidores. Una causa no sé si sobrevenida por sus peculiaridades extramusicales, pero que les ha venido muy bien aunque ellos manifiesten lo contrario. Los de aquel primer concierto recordarán los coros de apoyo moral al padre del cantante, algo ausente en su concierto, más normalizado y convencional. Tampoco es aquel grupo endeble, sino que defiende lo suyo con más habilidad y buenos acompañantes (6 + un invitado), entre ellos el todoterreno trompetista y fliscornista navarro Patxi Urchegui ejerciendo de director musical. Y aunque su portavoz asegure que es devoto de Extremoduro, su «electrochotis con toques New Age», está más cerca de marcas como Modestia y Aparte, compartiendo genética con el pop mainstream más liviano de los años ochenta. Y, banderas aparte, también es homologable con buena parte del indie-pop mainstream de los 'antiguos' festivales en horario de tarde. Divirtiendo que es gerundio. Nada nuevo, pero cada generación tiene derecho a descubrir América, aunque lleve ahí toda la vida.
Y si ellos se sienten una familia más que un grupo, la cosa adquiere proporciones de 'muy numerosa', porque se pude afirmar que «Taburetes somos todos», los presentes y los que no fueron. Sus voces retumbaban en la acústica cavernaria del Palacio tapando casi al grupo, con esa aludida militancia que parece tatuada en el pecho, el mismo que se infla para cantar todas y cada una de las canciones, acompañándolas con las luciérnagas led de sus móviles, palmeando desde sus butacas y remando al viento con los brazos, máximo nivel de expresividad que permiten las normas sanitarias. Eso sí, de las mascarillas no dijeron nada, que ya bastantes problemas tuvieron anteriormente con el tema.
Denominación de origen
Han ido complicándose la vida sonora en cada disco, reteniendo el tiempo, y sofisticando los arreglos, pero varios ítems del programa siguen marcando los picos: por ejemplo México D.F con su denominación de origen luego prologando en tono fronterizo con El rey del contrabando; Sirenas, una canción por la que hubieran matado otros grupos de blandipop; por razones obvias la sentimentalísima Mama, o la tan viajada Los amos del piano bar, que va de Malta a Nueva York, y habría que saber la que liaron en Sierra Nevada para que lo canten… por no hablar de los estribillos adhesivos de Abierto en vena (con una metalistería estupenda) o Belorofón.
Willy Bárcenas ejerció de líder total de la clase, se sabe el centro de las atenciones e intenciones y ejerce de maestro de ceremonias, dirigiendo banda (y coros) con don de gentes y lengua espontánea («hay que ir a la calle Navas a disfrutar»), guiñando una a una a todas las chicas de la primera fila. Es solo 'joda' amigos.
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