Luz sobre la Granada tardorromana
Los hallazgos de Mondragones alumbran la historia de la ciudad hasta la llegada de los musulmanes
«La historia de la ciudad desde la caída del imperio romano hasta la llegada de los musulmanes es una incógnita», reconoce Ángel Rodríguez Aguilera. ... El arqueólogo, que lidera el equipo de investigadores que está peinando el yacimiento de los Mondragones, acaba de anunciar el hallazgo de un edificio del siglo IV y un cementerio visigodo, unos restos que han llamado la atención de los especialistas y que podrían arrojar luz sobre uno de los periodos más oscuros de Granada.
El colapso del poder romano sobre Hispania provocó un auténtico terremoto. Pueblos germánicos como los vándalos, los suevos o los visigodos pasaron uno tras otro por la Península Ibérica, asentándose aquí y allá, compitiendo entre sí y con el emperador bizantino, que buscaba reeditar las mieles de sus antecesores. El núcleo urbano situado en la actual Granada no fue ajeno al juego. La urbe y su entorno fue partícipe de importantes eventos en una época de la que apenas se conservan registros arqueológicos.
Sobre ese complejo periodo histórico está hablando el yacimiento de los Mondragones, un espacio que los investigadores consideraban hasta ahora como una simple villa rural en la periferia de la Granada romana y cuya dimensión se ha visto amplificada por la aparición de importantes restos arqueológicos de época tardorromana y medieval.
El descubrimiento más importante se halla varios metros por debajo del nivel actual, bajo una trama de construcciones posteriores. Se trata de tres ábsides que formarían parte de un importante edificio construido en torno al siglo IV después de Cristo. Las características tipológicas y arquitectónicas del hallazgo hacen pensar al arqueólogo granadino que podría haber tenido un uso «de tipo protocolario y aristocrático o de tipo religioso».
Las excavaciones apenas han dejado a la luz una pequeña porción del edificio, por lo que en las próximas semanas los objetivos de los trabajos serán la delimitación de sus dimensiones exactas y la definición de sus características. En todo caso, lo localizado hasta ahora ha servido para espolear las ilusiones de un equipo que no esperaba en absoluto un hallazgo como este. «Es algo verdaderamente singular», advierte Rodríguez Aguilera.
Los restos localizados se superponen con los vestigios de otro edificio de época tardorromana. Se trata de un complejo compuesto por una construcción rectangular de la que aún se desconoce su uso y otra edificación que se conserva en un alzado que supera el metro y medio, algo poco habitual en excavaciones de este tipo.
Esta última construcción se mantuvo en pie durante gran parte del medievo. De hecho, los arqueólogos han localizado dentro del edificio pavimento de ocupación de época almohade y nazarí. Se trataría de un recinto «singular», como lo califica Rodríguez Aguilera, que fue abandonado tras el hundimiento de la bóveda, que también ha aparecido en el interior.
Apenas a unos metros de allí, los arqueólogos han realizado otro de los descubrimientos importantes. Se trata de un cementerio tardorromano o visigodo en el que se han localizado restos humanos de la época. Los huesos corresponden a doce individuos que fueron enterrados de forma ritual, con las manos sobre el pecho y siguiendo una dirección similar.
Según Rodríguez Aguilera, podría haber más enterramientos en la zona, por lo que no se descartan nuevos hallazgos en las próximas semanas. Mientras tanto, los restos ya localizados están siendo catalogados para su posterior estudio por el departamento de Antropología Humana de la Universidad de Granada.
Transformación
Estos recientes descubrimientos se suman al importante hallazgo de unas termas de época romana anunciado hace tan solo tres meses. Ambos espacios están separados por una calle que servía de eje principal del complejo y que tendría unas dimensiones cercanas a los 400 metros de longitud. Sobre esta zona han estado trabajando también los arqueólogos, que han despejado la vía, que ahora pueden ser contemplada en toda su plenitud.
Los hallazgos han transformado la forma en la que el equipo está abordando las labores en el yacimiento. De hecho, según confirmó ayer el propio Rodríguez Aguilera, el periodo de actuación, que debía finalizar en cuatro meses, se va a extender un poco más. Sin embargo, la intención del equipo es «acotar la zona de trabajo para evitar que la arqueología se convierta en un pozo sin fondo y acabe estrangulando la posibilidad de la puesta en valor».
De la villa romana al complejo arqueológico de los Mondragones
La importancia de los hallazgos en el yacimiento ha obligado a los expertos a cambiar la forma en la que denominan la zona. De la villa romana se ha pasado al complejo arqueológico de los Mondragones, un espacio que está destinado a convertirse en el primer parque arqueológico de la capital nazarí. La voluntad de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Granada es convertir este punto en una de las referencias del nuevo eje cultural que el Consistorio quiere desarrollar en esta parte de la ciudad como parte de su candidatura a la capitalidad cultural europea en 2031. Como confirmó a este periódico hace un mes el alcalde, Francisco Cuenca, el futuro Parque de los Mondragones se sumará al actual recinto de la Plaza de Toros, el Espacio V Centenario que la Universidad de Granada gestiona en la antigua Facultad de Medicina y a la futura sede de la Biblioteca de Andalucía en el antiguo Clínico para definir un nuevo polo de referencia.
Los siguientes pasos están la delimitación del edificio de los tres ábsides que acaba de aparecer y la caracterización final de las termas. También el estudio de la vía que separa ambos espacios, de la que se desconoce el numero de niveles existentes. Este dato es esencial para decidir la cota con la que se quedarán de cara a la musealización del yacimiento.
Precisamente ese aspecto es uno de los que más importancia conceden tanto los arqueólogos como los responsables políticos. Tanto la delegada de la Junta de Andalucía, Sandra García, como el delegado de Cultura, Guillermo Quero, que visitaron ayer las excavaciones, coinciden en la necesidad de poner en valor unos restos que están arrojando luz sobre un periodo especialmente oscuro de la ciudad. «Es más que una villa romana, se trata de un espacio único en Granada y Andalucía; y de ahí derivará su función posterior», señaló la delegada.
Por su parte, Rodríguez Aguilera aboga por centrar el objetivo y realzar un conjunto verdaderamente excepcional. «Lo más importante es hacer todo lo posible para que tengamos pronto el parque arqueológico, que es algo de lo que carecemos en Granada», apunta.
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