La 'saxofonista de Obama' llega a Almuñécar
La pujante intérprete estadounidense inaugura la edición número 37 de Jazz en la Costa de Almuñecar
Juan Jesús García
Martes, 23 de julio 2024, 00:09
Algunos descubrieron su talento muy pronto, como Stevie Wonder, Jay–Z, Prince o….Barack Obama (que la invitó a actuar en su fiesta de investidura ... en 2009), y desde entonces, la saxofonista Lakecia Benjamin se ha consolidado como una enorme artista a seguir muy de cerca. Y en directo es un volcán, porque para ella, el jazz y su lenguaje son, ante todo, sinónimo de libertad. El martes inaugura la presente edición de Jazz en la Costa de Almuñécar.
–En el Jazz, la edad es un valor positivo. ¿Es más difícil para los músicos jóvenes poder sobresalir?
–Ciertamente no, depende de sobre quién quieran hablar los medios y la crítica. A veces es más difícil para los músicos veteranos captar esa atención o mantener la que tuvieron, y en otras ocasiones resulta más complicado para los músicos jóvenes destacar y crecer como artistas. En ambos casos hace falta mucho trabajo y algo de suerte.
–Se lo pregunto porque usted hace muchos trabajos intergeneracionales.
–Estoy tratando de trabajar con los ancianos mientras están aquí y obtener lo que tienen para ofrecer, y su bendición sobre cómo proceder. Querría trasmitir a una audiencia más joven cómo se transmite el linaje del jazz, destacar a las personas que a lo largo de mi viaje me han emocionado y me han mostrado cómo podría ser el mundo. Cuando comencé entraba a los clubes, me colaba, e intentaba subir al escenario con ellos.
–Se crió en un barrio hispano y su inicio fue haciendo músicas afrocaribeñas. ¿Cómo se sentía haciendo ritmos latinos?
–Fue algo que salió de manera orgánica y natural. Todos mis amigos venían de esa tradición latina, así que ellos me acogieron y me enseñaron su cultura y su música. Comencé tocando mucha música de merengue y salsa. Esa es mi educación. Entonces, las primeras veces que tocaba fue en fiestas de barrio, parques, en desfiles, bailes, de nueve de la mañana a tres de la madrugada. En mis primeros años aprendí a mantener a la gente en la pista de baile.
–Su trayecto resume la auténtica historia del jazz: de los bailables a la intelectualidad. ¿Cree que es así?
–La música que he tocado y grabado hasta ahora puede considerarse así; son diferentes facetas de mi personalidad, mi herencia y mis raíces. Espero continuar mostrando más de mi complejidad en el futuro.
–Le dedicó un disco la familia Coltrane ¿por la espiritualidad de su vida y obra?
–Sí, efectivamente. Alice y John dedicaron toda su vida a acercarse a Dios y profundizar en la música con el único propósito de cambiar la vida de las personas y tocar el alma de los oyentes. Son dos de las pocas personas que ejemplifican la grandeza de la música, la grandeza espiritual y la grandeza de ser seres humanos increíbles. Yo también me esfuerzo para mostrar eso. Hay músicas que van primero al cerebro, otras, estas, van directas al corazón.
–Veo fotos suyas y su vestuario me recuerda al de las estrellas de la era del funk. ¿Es una imagen poderosa que reivindicar?
–(risas) No es la imagen lo que reivindico, pero supongo que se puede decir que es parte de mis ancestros. ¡Cada vez que tenga la ocasión de ponerme un conjunto dorado y brillante lo haré!
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