Saratoga llenó la Tren
Una de las marcas más veteranas del Metal hispano convirtió la platea de la sala en una selva de brazos levantados
Juan Jesús García
Domingo, 2 de marzo 2025, 18:09
Saratoga es una de las marcas más veteranas del Metal hispano, un género que no asoma habitualmente en los medios no especializados, pero el 'heavy ... también existe', ¡y cómo! Este fin de semana llegaron y llenaron. Y de un público tórrido y entusiasta que a la primera petición del vocalista «arriba esos cuernos» convirtió la platea de la sala en una selva de brazos levantados.
Ay! Solo faltó Carromato en su esquina. Saratoga nació en torno a algunos veteranos del rock madrileño, con pasado en Obús (Fortu), Barón Rojo (Niko del Hierro) y Ñu (Jero Ramírez), los tres primeros pesos pesados del rock madrileño en los ochenta/noventa y del sello Chapa. Sin embargo ha sido una formación muy cambiante (¡por el camino han quedado una decena de componentes!) que cogió altura lentamente en tiempos muy difíciles para el metal local: por aquí los hemos visto en ocasiones muy dignos, resistentes y profesionales, pero ante una muy escasa audiencia. Al cabo de casi treinta y cinco años están recogiendo lo sembrado, colgando el cartel de 'no hay entradas' y adquiriendo proporciones de referencia intercontinental para el metal cantado en español. Al bajista fundacional, Niko, nuevamente se le ha sumado su otro socio de antaño, Jero, ambos como cabezas históricas visibles, junto al baterista Arnau Martí y, desde principios de siglo ya Tete Novoa en la proa. Un equipo de diez.
En la sala chanera dispusieron de un telón led trasero que ocupaba todo el escenario llenando la vista de flamígeras imágenes, hombres lobo y el logo de la banda madrileña. También añadieron tres pequeñas tarimas personales, que jugaban con la altura y cercanía de la línea frontal. Impresionantes en sus ejecuciones individuales con tremenda autoridad en el dominio de los mástiles, tanto el superbajista y el guitarrista de la casa, el poderío instrumental del trío fue uno de los mayores atractivos de la noche. Como el de un entregadísimo portavoz, con los agudos rompevidrios que exige el ramo, una garganta de notable maniobrabilidad, y con reseñables dotes de maestro de ceremonia cuando tocóo. El esperado martillo pilón de banda.
Tras anteriores citas en modo 'grande éxitos', esta vez se ceñían al aniversario de sus discos 'El Clan de la Lucha' de 2004, y 'Tierra de Lobos' de 2005 (ambos filtrados por el desaparecido Big Simon), incorporados masivamente al programa que están paseando este año. Por cierto, fue muy de agradecer la absoluta puntualidad en el comienzo, que cunda el ejemplo.
Grandes Saratoga.
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