La resistencia del metal andaluz
Los granadinos Hora Zulú lucieron músculo anoche en la sala Industrial Copera en su regreso triunfal con 'La voz de su amo'
Eduardo Tébar
La Zubia
Domingo, 17 de noviembre 2019, 03:04
«Nos bajamos del tren llorando», confesaban los miembros de Hora Zulú al cerrar dos veladas de despedida a lo grande en su tierra en ... 2013. Por suerte para el metal español, los granadinos han vuelto. Y con una remesa nueva de canciones. Las de 'La voz de su amo'. Más endurecidos y con el discurso más arrebatado, que no corren tiempos para medianías. «Cuidado con el que aprieta, porque puede ser que afloje», advierten en 'Cave ventum'.
El líder de Hora, Aitor Velázquez, sorprendía horas antes en un encuentro organizado por 'Mondosonoro' y el IAJ sobre el proceso creativo al recitar unos versos flamencos de Pepe Pinto. «En mis primeros quince años, escribía en mi cabeza, sin enfrentarme al papel en blanco. Me influían las coplillas que se cantan en los bares por la tradición oral del pueblo andaluz. Lo que me sale es escribir prosa. No suelo leer poesía en casa», señalaba. «Es terrorífico acabar una canción, porque quedará así para la posteridad, con las palabras, la voz y la intención de ese momento, sin posibilidad de modificarla una vez que se publique», concluía la voz de Hora Zulú, antes pionero rapero y MC de ropaje eléctrico en esta ciudad. Merece la pena recuperar una marca que pisa más fuerte que sus proyectos paralelos (Pangloss, Fausto Taranto).
Seis álbumes de estudio y más de noventa canciones escritas son el aval de una banda querida en todo el país, que podrá regresar siempre que le dé la gana. Los granadinos dijeron adiós a principios de década desde la cresta de la ola: efervescencia creativa, clamor de crítica y oyentes, y el respaldo de la discográfica Kaiowas Records. Habían sido más de diez años de redimensión del metal con tamiz nazarí. Una carrera de búsqueda y hallazgos sin autocomplacencia. Anoche, en la Industrial Copera de La Zubia («la fatiguilla de un escenario tan alto»), hubiera botado hasta José Ángel Mañas, estigmatizado autor de la banda sonora de la bestialidad de los noventa con 'Historias del Kronen'.
Baño de aplausos
El tiempo, ya sabemos, multiplica el interés por ellos. Al margen de catecismos oficiales, Hora Zulú se han bañado en aplausos y han llenado salas de hechuras holgadas. Han sido pioneros absolutos en la construcción de su discurso y nada oportunistas en la praxis. Con un pie en la universalidad rapera de sus colegas Violadores del Verso (apareció Sho Hai, invitado clásico ya en esta cita, junto al maridaje con Soziedad Alkoholika) y otro en el andalucismo de Blas Infante, tomando nota del enlace de Anthrax con Public Enemy.
Paco Luque, que en los noventa giró con 'Omega', lanzaba miradas de hermanastro a la parroquia, que exteriorizaba el electrizante embeleso de piezas como 'Coplas de negra inquietud' (arranque triunfador) o 'Camarada'. La fórmula resulta arrolladora. Y es la misma –pero evolucionada– con la que epataban en el Festimad a principios de este siglo. Surtieron efecto los monólogos medidos del cantante y una inmensa minoría se estremeció con el guiño al maldito cordobés Juan Antonio Canta. «El que la lleva la entiende», sugería la chirigota.
Un aplastante muro de sonido galvanizado. La digitación ocasional de Luque. Y la ametralladora verbal de Aitor Velázquez: corrosivo, lenguaraz y fachendoso. El MC enarboló localismos en 'Golpes de pecho' –recados para la Virgen de las Angustias– y se mojó reconociendo que 'Tanto que perdí' es su favorita del repertorio. Con 'Agua de mayo' y 'A ver si me entiendes', asomaba el lagrimeo con gesto campeón. Fue la banda más inquieta del panorama del rock extremo. Líricos y audaces. Entendedores del flamenco por la vía arábiga y coherentes con el sesgo ideológico de su bandera. Afortunadamente, permanecen al acecho, aunque cambien los hábitos de consumo. Como dijo Aitor este fin de semana, «el concepto de álbum está desapareciendo y la gente ya consume música como el porno: te tiene que convencer en los quince primeros segundos». Hora Zulú, la resistencia del metal creativo en España.
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