El 'relato verdadero' de los estragos de ETA se muestra en el Aula de Cultura de IDEAL
La presidenta de la AVT, Maite Araluce, y el escritor y periodista Óscar Beltrán de Otálora analizaron las consecuencias de los crímenes de la banda
José Antonio Muñoz
Granada
Miércoles, 6 de abril 2022, 00:28
'El terrorismo y el relato verdadero' fue el tema en torno al cual giró en la tarde de ayer una nueva edición del Aula ... de Cultura de IDEAL, patrocinada por Fundación La Caixa y que tuvo lugar en el colegio de Niñas Nobles. Los invitados, Maite Araluce, donostiarra de nacimiento y granadina de adopción, y presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), por un lado, y Óscar Beltrán de Otálora, periodista, autor de la novela 'Tierra de furtivos' (Destino) y director de Desarrollo Editorial de Vocento. Ambos contaron su experiencia, vivida en primera persona y muy de cerca, en torno a los crímenes de la banda terrorista ETA y su repercusión en la sociedad vasca, y ofrecieron un análisis muy amplio sobre todos los resortes –económicos, sociales, políticos, policiales, religiosos– que han movido este desgraciado fenómeno en nuestro país.
«En la sociedad vasca en la que vivía cuando mataron a mi padre, una parte apoyaba las acciones de la banda y otra parte callaba. Tras asesinarle, nos aislaron, y viví el desprecio de mis compañeras de clase. Los héroes eran los asesinos, lo palpamos. Entonces, mi madre decidió que no quería vivir en una sociedad llena de odio, así que nos trasladamos a Madrid, dejando atrás nuestra casa y nuestra vida», recordó Maite Araluce. «Mataron a los padres de dos compañeros de clase», recordó Óscar Beltrán. «Yo tenía por entonces unos 11 años. Me marcó el odio que se palpaba en la calle. Como periodista y como persona, me han afectado hechos como una manifestación que tuvo lugar en Mondragón, en la que, al pasar por la casa de Isaías Carrasco (concejal asesinado por la banda) se gritaba 'Gora ETA'».
El periodista se mostró preocupado por el hecho de que, aún hoy, haya quien piense que la organización terrorista nunca debió dejar de matar. La presidenta de la AVT quiso dejar claro, por su parte, que los términos «conflicto» o «lucha armada» no son aplicables al País Vasco, ya que no ha habido lucha: «Unos daban los tiros y otros poníamos los muertos», destacó. Araluce remarcó que, en su opinión, ETA no ha terminado, y el hecho de que, con la Ley de Partidos en la mano, Bildu sea un partido ilegal y sin embargo siga en las instituciones, indica efectivamente que la banda continúa viva.
Ambos analizaron también el momento actual. «Los 'Ongi Etorri' (actos de bienvenida a los terroristas tras su salida de la cárcel), son humillantes. En sus pueblos reciben a los asesinos como héroes. Es como si se volviera a matar a las víctimas y se estuviera aplaudiendo», comentó la presidenta de la AVT. Óscar Beltrán de Otálora recordó que aún quedan dos arsenales de la banda terrorista fuera de control, en manos de organismos disidentes de la banda, como IBIL, ATA o GKS. «Algunos están muy mal de la cabeza. En una de sus últimas reuniones, que son públicas, estuvo un miembro de los GRAPO, un ejemplo porque, para algunos de estos radicales, ETA se rindió y los GRAPO no»
La mayor cuenta pendiente del terrorismo son los más de 300 casos aún sin resolver. «Desde la AVT, pensamos que quien no tiene derecho a la justicia tiene derecho a la verdad. La mayoría de los casos sin resolver pertenecen a la época en que policías y guardias civiles luchaban por mantenerse vivos y no podían investigar», comentó Maite Araluce, quien se mostró pesimista ante la posibilidad de que alguna vez se haga justicia a las víctimas. «Cuando no se es consciente del daño que la violencia hace a una sociedad, esta nunca saldrá de ella», finalizó Óscar Beltrán de Otálora.
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