«Reivindico la importancia de ser uno mismo, más allá del vestido que se lleva»

–En nuestra anterior conversación, estaba usted bajo de ánimos. ¿Un poco mejor ahora?

–Mucho mejor, afortunadamente. Parece que poco a poco vamos viendo la luz al final del túnel, dicho sea con todas las precauciones.

–¿Cuál es el ambiente general en el sector?

–De incertidumbre, tanto sobre el futuro de las giras en España como de la exportablidad de nuestro producto, con el que recorremos un amplio número de países ahora muy afectados por la pandemia.

–En un contexto como este, suponemos que la llamada de la Junta de Andalucía para actuar en el Generalife debió ser un bálsamo.

–Y tanto. Fue un regalo, por varias circunstancias. En primer lugar, por los momentos que estamos pasando, claro. Pero también porque Granada es mi tierra, y poder compartir mi trabajo con mi gente siempre me llena de alegría. Tengo un especial cariño, además, por el ciclo Lorca y Granada, y por el teatro del Generalife, un lugar lleno de magia. Venir a actuar aquí es un placer.

–Centrándonos en '¡Viva!', el espectáculo que interpretará desde el lunes con su compañía, ¿cuál fue su gestación, y cuál es su mensaje?

–'¡Viva!' pretende trasladar un hecho que durante mucho tiempo tuvo una dimensión estrictamente privada por circunstancias sociales y artísticas, cual es el del travestismo, a la esfera de lo público, saliendo de esa, digamos, enclaustración, a la que ha estado sometido. Este travestismo me ofrece una serie de posibilidades desde el punto de vista de la expresión, y nos abre un nuevo espacio de opciones que cristalizan en la propia concepción del espectáculo.

–Desde el punto de vista formal, la declaración de intenciones es instantánea, ya que los bailarines hacen su trabajo vestidos de mujer.

–Así es. Aunque el espectáculo incluye partes cómicas, abordo el tema desde una perspectiva formal y honesta. Reivindico la importancia de ser uno mismo, más allá del vestido.

–Y desde la perspectiva del argumento, ¿cómo se estructura '¡Viva!'?

–El espectáculo tiene tres partes: en la primera, se presenta lo que va a ser el resto del espectáculo: nos presentamos con nuestra forma de entender el arte y disfrutarlo. En la segunda parte, hacemos un análisis específico de los diversos perfiles dancísticos y personalidades, enfocados en los solos de cada uno de los bailarines. Queríamos que fuera una experiencia compartida, con las vivencias de cada uno con respecto al travestismo. En la tercera parte, el trabajo es más grupal, y está marcado por la fiesta, por estar contentos con lo que cada uno es, hasta llegar a una 'desnudez' en la que mostramos que, en definitiva, somos cuerpos, personas, humanos, independientemente de los códigos de vestuario.

–¿Qué estilos dancísticos están presentes en el espectáculo?

–No hay estilos cerrados, sino formas de bailar de cada uno. Jonatan Miró practica un baile más racial, Manuel Betanzos es más provocador, Hugo López hace un flamenco cargado de fantasía...

–La música se toca en directo.

–Así es, la ha compuesto Francisco Vinuesa, y en el elenco están Antonio Campos y David Carpio al cante, Víctor Guadiana al violín y Kike Terrón en la percusión.

–¿Qué ha sido lo más difícil para usted?

–Tomar la posición del director. Mantener el mando y ponerte al servicio de mis compañeros no es fácil cuando lo que más me gusta es estar al otro lado, pasándolo bien, perreando un poco... (risas).

–¿Cuánto tiempo tardó en preparar el espectáculo?

–Desde que empezamos a hablar de él hasta que se estrenó, un año y medio.

–¿Cómo han organizado los ensayos?

–Hemos preparado el espectáculo por separado y desde hoy al lunes vamos a ensayar conjuntamente. El espectáculo llega a Granada tal y como se concibió, con todo el riesgo que supone una compañía de estas dimensiones. Tenga en cuenta que es un título que tenemos muy rodado.

– Y que ha recibido este año el Premio Max del público.

–Sí, es una grandísima alegría. No esperábamos que '¡Viva!' tuviera tanta repercusión. Nos emociona saber que el público disfruta con nuestro trabajo, y que se lleva la emoción a casa.