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CULTUR_ALH
«Quien quiso matarme está en la cárcel y yo en la Alhambra. He salido ganando»El escritor de origen indio Salman Rushdie abrió el encuentro literario cultur_ALH y habló con humor y profundidad sobre los avatares de su vida y sus letras
El Palacio de Carlos V fue el escenario donde se inició en la tarde de ayer el encuentro literario cultur_ALH en su primera edición, ... una cita que se desarrollará hasta mañana domingo en diversos escenarios vinculados a la Alhambra, que a través de su Patronato es el principal impulsor de la iniciativa, dirigida por Ana Gallego, decana de la Facultad de Filosofía y Letras.
Fue precisamente el director general del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Rodrigo Ruiz-Jiménez, quien dio la bienvenida al evento, una apuesta del conjunto monumental por crear nuevas iniciativas en lo cultural. A continuación, Ana Gallego definió cultur_ALH como un evento de vanguardia, una vanguardia «que apuesta por el sur, por ese futuro que nos distingue del norte». Del mismo modo, destacó la repercusión internacional previa de la cita, como foco para la literatura del porvenir. «La Alhambra, y en particular su máximo responsable, han fabricado futuro, han convertido un sueño del pasado en presente». Gallego hizo igualmente hincapié en la condición 'de facto' de Granada como capital cultural, con un fuerte componente literario, y eventos tan importantes como la entrega del Premio Lorca, el Festival Internacional de Poesía, la Feria del Libro o el Festival de Literatura Histórica, entre otros muchos. «Piensen, lean y sueñen» fue el mensaje con el que quiso concluir su intervención la decana de Letras.
La aparición del gran protagonista de la tarde desencadenó el aplauso del público. Su leyenda le precede. A él, su libertad le ha costado, literalmente, un ojo de la cara, expresión castellana que seguro habría usado si la conociera. Porque el tono general de la comparecencia de Rushdie fue de 'humorismo culto'. Dicen que los grandes seres humanos se distinguen por su capacidad para reírse de sí mismos. Si es así, el escritor indio lo es, al margen del calvario que la intolerancia le ha hecho pasar hasta ahora, y le sigue haciendo pasar.
Enamorado de Granada
La historia de amor de Salman Rushdie con Granada comenzó hace ya seis décadas, y ha tenido tres actos. El primero, cuando llegó en 1966 a la capital como un joven estudiante de Historia y le deslumbró la leyenda del último suspiro del moro, que luego trasladaría a su obra homónima. El segundo, 30 años después, cuando presentó precisamente esa novela en la ciudad, acompañado por Antonio Muñoz Molina. Recordaba que la sala donde tuvo lugar el acto «era muy bonita». En aquella ocasión cenó con vistas a la Alhambra, y hay testimonio gráfico de ello. El tercer acto tuvo lugar en la tarde de ayer, después de que, afortunadamente, Hadi Matar no hiciera horror a su apellido y fallara en su intento de asesinarle el 12 de agosto de 2022, hace apenas tres años. «Ahora, él está en la cárcel y yo estoy en la Alhambra, así que he salido ganando», dijo, una afirmación que fue saludada con otro aplauso.
El título de la charla que mantuvo con el escritor afincado en Granada Andrés Neuman fue 'Besar los libros' y ese fue el primer tema que abordaron ambos, lo sagrado de la literatura. «Donde yo crecí hay una tradición que marca que si un libro sagrado se cae al suelo hay que darle un beso, así que estoy acostumbrado a besar los libros. Me parece interesante porque es igual que el pan, al cual, cuando se cae, le damos un beso. El libro y el pan son alimentos para el hombre. Recuerdo la frase de Lorca al respecto, y estoy muy de acuerdo con él», dijo Rushdie.
Una parte sustancial de la conversación giró en torno a lo vivido desde el ataque, y cómo el escribir se ha convertido para él en una forma de volver a la vida, «El ataque se produjo porque no había nadie vigilando, y estoy vivo porque quien intentó matarme no era muy ducho en el uso del cuchillo», afirmó, provocando la sonrisa de los presentes. Ha escrito sobre milagros, y es consciente de que estos han aparecido en su vida. «Creo en el milagro de la medicina, y el milagro de sobrevivir ha sido mi venganza contra quienes querían mi muerte», señaló.
Abundando en el argumento de lo jocoso, afirmó que quienes dictaron la fatwa –amenaza de muerte– contra él carecían de sentido del humor. Y lamentó que muchos de los que atacaron 'Los versos satánicos' no se habían molestado en leer el libro. «Se lo acusó de pornográfico, y aunque era un muy buen libro, no creo que tuviera la capacidad de excitar al personal...», añadió, desatando las risas del público.
También se habló de amor. De las historias de amor que forman parte de su literatura –en obras como 'Hijos de la medianoche', 'Vergüenza' y 'La casa dorada'– y de su historia de amor con su esposa, Eliza, presente en el acto. Contó las circunstancias del encuentro entre ambos, curiosamente teñido de rojo por su torpeza al no observar que una ventana corredera estaba cerrada.
También hablaron Neuman y Rushdie de lo difícil que escribir sobre la felicidad y lo fácil que es hacerlo sobre los conflictos y el dolor. Y de las trabas que sufre la cultura. «Vivimos en una sociedad donde el conocimiento se ha convertido en el enemigo. La educación y el arte se han convertido en algo malo, es el mundo al revés». Ayer, la presencia de Salman Rushdie en Granada fue un himno al arte de vivir.
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