La Platería se viste de mantilla
Jorge Fernández Bustos
Lunes, 20 de marzo 2023, 00:06
En presencia de la Hermana Mayor de la Hermandad del Cristo de los Gitanos y su Consiliario, el sábado pasado, la peña de La Platería ... ofreció un homenaje flamenco-musical a dicha cofradía. Teresa Guardia, hermana mayor de Curro Albayzín y una de las plateras de mayor antigüedad, fue la encargada de inaugurar el acto con sus recuerdos de infancia en las cuevas del Sacromonte y los favores personales concedidos por este Cristo.
Seguidamente hizo un recorrido ficticio por el Camino del Monte, desde los años 40 del siglo pasado, recordando cómo esta imagen procesionaba por el barrio, con sus paradas y los saeteros en cada una de ellas. En ese momento, Teresa se trocó en directora del coro de las mujeres de La Platería, que iban ilustrando su narración con tangos de la época, mientras se hacían compás ellas mismas (entrañable).
A continuación, una banda de Semana Santa, formada por Alberto Benavente y Cristian Fornell a la corneta, Adrián Bolívar y José Alberto Moreno a la trompeta, Cassandra Avilés al trombón, Álvaro Álvarez al bombardino, Francisco Manuel Pérez a la tuba y Sergio Rodríguez al tambor, interpretaron la Salve Gitana y La Saeta de Antonio Machado, musicada por Serrat. Lo que dio paso al cuadro flamenco, donde una llamada de guitarra por granaínas (Manuel Fernández) introdujo unos tangos de Granada, en los que las dos cantaoras, Marian Fernández y Aroa Fernández, alternaban sus voces para terminar al unísono, en un eficaz intento de polifonía que repetirían en todas sus intervenciones.
En segundo lugar, se acercaron a Rocío Jurado (y a tantos otros) cantando 'Ayúdame Señor a caminar'. El primer bailaor de la noche, Paco de Andrea, con el brío habitual de su baile farruco, propuso seguiriyas, antes de marcharse momentáneamente los flamencos por tanguillos, donde el cantaor Antonio Heredia y su torrente de voz tuvieron mucho que decir. Tras otra incursión de la banda, regresó Manuel Fernández para remedar con su guitarra la versión de 'Amargura' de Rafael Riqueni. La noche terminó por soleá. La bailaora Mari Paz Lucena, con bata de cola y mantón, se dio un paseíllo por saetas antes de exponer sus credenciales de conocimiento y exactitud.
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