La Junta restaura el estandarte de los Reyes Católicos que se exhibe en la Capilla Real

El 26 de julio, como recordó el delegado de Cultura de la Junta, Antonio Granados, la consejera, Patricia del Pozo, visitó los trabajos y reafirmó el compromiso de acometer iniciativas que redunden en una mejora del patrimonio en espacios tan únicos como dicha Capilla o la Abadía del Sacromonte, que, tal y como anunció, pronto verá autorizada la continuación de sus obras de mejora por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio.

En el caso concreto de las banderas, del siglo XIV, su restauración ha puesto en bandeja a los estudiosos un importante caudal de datos, tanto desde el punto de vista material y técnico como histórico-artístico. Continúa,con esta puesta en valor, la línea de colaboración entre Junta y Arzobispado que se abrió en los años 90, y que ya ha arrojado importantes hitos, como las actuaciones sobre el 'Retablo de la Pasión' de Jacopo Fiorentino, 'L'Indaco' o sobre la casulla del rey Fernando El Católico.

Los expertos Carmen Ángel y Gabriel Ferreras hablaron durante su disertación, profusamente ilustrada, sobre el contenido de imágenes y el proceso técnico de limpieza, con papeles húmedos y cámara de succión, y la restauración de las tres banderas mencionadas, el Estandarte Real y los guiones de los Reyes Católicos, citados ya en 1537 y en el libro de Actas capitulares de 1709, cuando «se repasaron para evitar su pérdida».

Las piezas, realizadas en seda y brocado carmesí, cuentan con escudos de los reinos españoles, enriquecidos con pan de oro. El paso del tiempo y la exposición constante los habían cubierto con una capa de polvo que se incrustaba en las decoraciones. Del mismo modo, el deterioro de la tela había derivado en roturas, que han sido también reparadas. Un nuevo soporte posterior se ha añadido para permitir que, conservando la tonalidad original de la tela, se frene el proceso de deterioro.

Otro cantar fue la recuperación del estandarte, tras la controvertida actuación que sufrió en los años 70. En dicha ocasión se recortó y se adaptó a un marco que hizo que perdiera su integridad. La reducción afectó a un 25% de la superficie total. También ahora se ha colocado sobre un nuevo soporte textil que mantiene el diseño de damasco del estado original. Casi ha sido, pues, una vuelta atrás en el tiempo, que ahora ofrecerá un estandarte que torna a medir los originales 176 por 152 centímetros de alto. Del mismo modo, el análisis de muestras de pintura y en los tintes de los tejidos y flecos ha determinado la técnica original –el óleo con base de aceite de linaza–, técnica que ha permitido confirmar la datación del estandarte en la época de los Reyes Católicos. Durante la disertación, los tecnicos ofrecieron la explicación heráldica y vexilológica de los escudos presentes en las piezas restauradas, con implicaciones que se remontan a los tiempos de Alejandro Magno y la célebre ruptura del Nudo Gordiano. Tras la conferencia, una visita a la Capilla Real permitió admirar el resultado final de los trabajos.