Una partitura por interpretar

Las circunstancias de los trabajos desarrollados en tres comisiones lideradas por la UGR, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento no ha impedido que Granada haya avanzado un trecho del camino que Burgos debe recorrer ahora. Es lo que piensan los responsables de las tres instituciones, que confían en que la unanimidad que concita la candidatura nazarí y la potencia de un programa cultural que es ya una realidad sean suficientes para que Granada logre el sueño de la capitalidad cultural.

«Vamos muy por delante; ellos están empezando a recorrer ahora un camino en el que nosotros llevamos ya mucho tiempo», asegura Francisco Cuenca, alcalde de Granada. El regidor hizo suyo el proyecto cuando llegó a la plaza del Carmen, después de que todas las fuerzas del Consistorio aprobaran por unanimidad la propuesta para presentarse a la elección. Bajo su mando, en febrero de 2017, se constituyó una comisión especial destinada a dibujar las principales líneas de actuación.

Este grupo de trabajo, que solo ha sido convocado una vez desde entonces, fue el que apuntó a la conmemoración del quinto centenario de la fundación de la Universidad de Granada, la proyección del legado lorquiano y el papel histórico de la ciudad como lugar de encuentro de civilizaciones como principales ejes de la candidatura. En esa dirección se han movido los diferentes equipos que, desde entonces, trabajan para facilitar la consecución del sueño granadino.

La concejalía de Cultura, con la edil María de Leyva a la cabeza, y la comisión del área, en la que se encuentran representadas todas las fuerzas políticas del Consistorio, han sido los órganos en los que el equipo de gobierno se ha apoyado para dar sus primeros pasos. Mes a mes, desde febrero del año pasado, los técnicos municipales han ido dando cuenta de la búsqueda de apoyos en el exterior, el desarrollo de proyectos de envergadura o la puesta en marcha de iniciativas como el Festival de Teatro y Títeres, la celebración del Centenario del Concurso de Cante Jondo de 1922 o un sistema de marcas enfocado a subrayar la singularidad del programa musical, literario y científico de la capital nazarí.

«Hasta ahora hemos desarrollado líneas de trabajo para lograr la identificación de la ciudad como referencia nacional en diferentes ámbitos y hemos logrado un gran respaldo, lo que refuerza la aspiración de Granada», señala Cuenca. Se refiere al apoyo concedido por la Unesco -que declaró la capitalidad literaria de la ciudad-, por el Ministerio de Cultura -implicado en la recuperación patrimonial de la muralla y situado como uno de los grandes apoyos del Festival de Música y Danza- y por las ocho provincias andaluzas, que junto al Parlamento de Andalucía han dado públicamente su aval para que Granada logre el sueño europeo.

Sin embargo, la internacionalización de la candidatura ha sido desde el inicio una de las grandes obsesiones. Así lo determinaron los responsables de la comisión municipal en su primera sesión, cuando advirtieron de la importancia de buscar los apoyos de ciudades como Friburgo o Florencia. Aunque se han logrado algunos pasos, en los que el Instituto Cervantes, ahora dirigido por Luis García Montero, ha colaborado; ha sido esta última semana cuando se ha logrado un mayor avance en esta dirección.

El alcalde de Granada aprovechó su participación en un encuentro en Bélgica con regidores de otras ciudades para dar a conocer la candidatura. «Trasladamos a Bruselas un proyecto que se apoya en una importante actividad cultural y científica, pero en el que destaca por encima de todo la participación de la gente; y eso es algo que para los que deciden es fundamental», apunta Cuenca. La respuesta lograda ha sorprendido al alcalde, que está convencido de que «Granada está en un momento óptimo a nivel europeo».

Otro de los puntales de la candidatura es el programa cultural y la red de equipamientos que los sostiene. Una comisión específica, liderada por la Junta de Andalucía, lleva desde 2017 trabajando en este ámbito y su labor es la que quizás ha dado unos frutos más visibles. De manera coordinada con el Ministerio de Cultura, la Diputación de Granada y el Ayuntamiento, se mapearon las infraestructuras de la provincia y se detectaron los puntos a reforzar. El Centro Lorca, en el ojo de la tormenta por la causa de las facturas, y el Arqueológico, cerrado 'temporalmente' desde 2010, concentraron los principales esfuerzos.

Ya a finales del año pasado, en diciembre, se dio el primer paso al acordar la llegada del Legado Lorca a la ciudad en 2018 y así fue. En julio, en tres fases sucesivas, se culminó un proceso que vino a cubrir una deuda que tenía Granada con el poeta y que sirvió para anunciar al mundo que Granada quería ser, además de centro del universo lorquiano, capital cultural europea. Aquel día, tanto la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, como el alcalde y la presidenta de la Fundación Lorca, Laura García Lorca, mencionaron de manera explícita el sueño europeo.

Algo similar ocurrió el 17 de mayo, cuando el director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural del Ministerio, Luis Lafuente, el consejero andaluz de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, y el presidente de la Diputación, José Entrena, inauguraron el Arqueológico tras la renovación parcial del edificio. Todos ellos, y el alcalde de la ciudad, se refirieron a la importancia del museo de cara a lograr la capitalidad cultural europea en 2031.

«El objetivo, y esto es algo que compartimos todas las instituciones, es que todos los pasos que se den sirvan a la ciudadanía logremos o no la capitalidad», señala Guillermo Quero, delegado de Cultura de la Junta de Andalucía. Bajo ese prisma se comprenden los esfuerzos que la comisión está haciendo para reforzar la actual red granadina con nuevas infraestructuras. Actualmente son dos las líneas sobre las que se está trabajando en este sentido: el traslado de la Biblioteca de Andalucía y la puesta en marcha de un museo de la ciudad.

El primero de los proyectos fue anunciado por la presidenta de la Junta de Andalucía en mayo pasado y tomó forma hace un mes cuando este periódico avanzó el lugar escogido: el antiguo Hospital Clínico de San Cecilio. «En estos momentos, los técnicos están trabajando ya en la redacción del proyecto y el objetivo es que la Biblioteca de Andalucía disponga de nuevas instalaciones en esta nueva legislatura», asegura Quero.

Del museo de la ciudad, por ahora, no se conocen demasiados detalles. Un grupo trabaja en el proyecto y sus avances han sido mencionados en varias de las comisiones de Cultura.

Tanto para Cuenca como para Quero, el papel de la Universidad de Granada es esencial para la consecución del sueño. La institución, cuyo quinto centenario de la fundación se conmemora en 2031, lidera una comisión propia que ha logrado el apoyo de la CRUE, el órgano que representa a las universidades públicas y privadas del país. «Se trata de un paso muy importante», explica la rectora, Pilar Aranda, que fue fundamental en el logro.

Por ahora, este grupo de trabajo está desarrollando un programa de actividades que conmemore la efeméride de la UGR, al mismo tiempo que aprovechando la estructura del Grupo Coimbra, la red que engloba a casi 40 de las más prestigiosas universidades europeas, está demandando ya un espacio para Granada de cara al año 2031.

«Creo que Granada está en disposición de conseguir el sueño de la capitalidad cultural y en eso vamos a trabajar», asegura Aranda. En el mismo sentido apuntan Quero y Cuenca, que respetan pero no temen la competencia de Burgos. «Es cierto que ellos se han presentado en otras ocasiones, pero creo que en este caso es un debe más que un haber por la frustración que genera». Mientras, la partitura de la capitalidad se sigue componiendo, a falta de que la melodía comience a sonar.