«Me parece mentira estar aquí; esta noche tendré un cóctel de sentimientos brutal»
No entiende la vida sin el flamenco, y esta noche estrena 'Carne y hueso' en el Teatro del Generalife, donde estará hasta el 29
José Antonio Muñoz
Granada
Jueves, 20 de agosto 2020, 00:33
Es imposible no enamorarse de Eva Garrido 'Yerbabuena'. Tiene un mundo interior tan rico, y abre las puertas de dicho mundo con tanta facilidad, que ... es fácil sentirse parte de su vida. Por eso, cualquier conversación, como esta, es oro. Esta noche, presenta en el Generalife 'Carne y hueso'; estará hasta el 29.
–¿Preparada?
–Me parece mentira que pueda estar aquí, después de todo lo vivido desde finales de febrero. Es un sueño. Tengo un cóctel de sentimientos brutal.
–Porque es su primera cita con el escenario tras la pandemia.
–Totalmente. Es mi volver a empezar. Se me están haciendo eternas las últimas horas. Por un lado, lo deseo. Por otro lado, dudo, porque no me subo a un escenario desde febrero.
–¿Cómo es la piel flamenca que muestra en 'Carne y hueso'?
–Es una piel que se muestra a través del propio cante y el baile. Hay quien me dice que el espectáculo no tiene argumento. Pero sí lo hay: se genera en el movimiento de los bailaores, en el quejío de la voz y la guitarra. Hay letras que las escuchas y te parten el alma.
–Sola vino al mundo, sola se irá, y sola se enfrenta al público.
–No me es desconocida la soledad. Lo vivido en casa en los últimos meses, con el confinamiento, me ha recordado la incertidumbre del artista. El saber que hoy tienes trabajo pero quizá mañana no. Me asusta todo lo que lleva consigo, y he tenido mucho tiempo para pensar en ello. En mis hijas, en quien ha muerto... Lo primero que recordé fue 'Ensayo sobre la ceguera'. Jamás pensé que esa fábula se hiciera realidad, pero así ha sido, por desgracia.
–De esa reflexión ha nacido la Unión Flamenca.
–Efectivamente. De ese comprender que si no estamos unidos, nadie nos hará caso. Algo que si no hubiéramos parado, no se habría hecho nunca.
–¿Es posible separar el arte y la vida?
–No es fácil. Y te das cuenta cuando tienes a tus hijos alrededor y te dicen que dejes el móvil de lado un rato y les hagas caso. Y piensas que te acuestas y no desconectas, te levantas y sigues conectada. Es algo que me ha ocurrido siempre, pero tengo que aprender a convivir con ello.
–¿Qué es lo que más le pesa, después de tantos años?
–La falta de comprensión, la falta de compañerismo, de confianza... Nunca me ha pesado el trabajo y las situaciones duras. He trabajado mucho el desapego, el buscar mi propio camino más allá de lo puramente físico.
Renuncias
–¿A qué cosas que hacemos las personas de carne y hueso ha tenido que renunciar?
–A tener mi propio espacio. Eso es casi imposible. Solo lo consigo cuando sueño mientras duermo. Recuerdo que hace unos años decidí que tenía que irme, y lo logré, 15 días sola en Sierra Nevada, esquiando, haciendo deporte en el gimnasio... Pero sola. A veces hay que tomar esa decisión de perderse; no hay otra manera de parar.
–El flamenco ha sido su vida y su 'perdición'. ¿Podría vivir sin él?
–No puedo. Aunque no baile, necesito ver y oír flamenco. El destino crea un vínculo que te une a algo para los restos. En mi caso, al flamenco.
–Este espectáculo es una especie de 'Grandes éxitos'. ¿Cómo eligió las piezas?
–Fue algo inconsciente. Me he dejado llevar por el disfrute que me han proporcionado cada una de las partes que lo integran. De los demás, veo que no haya repeticiones, la presencia del cante, que todo tenga un balance. Y creo que el resultado final es bueno.
–¿Hay cambios sustanciales con respecto al montaje original?
–Sí, los hay. Y cosas que vamos a hacer por primera vez. De todo lo que hemos vivido, van a aflorar determinadas cosas, lo sé.
–¿Cuál es esa carne que le une con el público y la crítica, con los que vive en permanente luna de miel?
–Es la carne, el hueso y la energía. Eso que se derrama y que nunca vemos. Cuando se empezó a hablar de los espectáculos en streaming, me ponía mala. Dije:«No». Sé lo que es estar en un teatro vacío, pero siempre lo veo lleno. Y el flamenco requiere del público, que puede ser ruidoso o aguantar la respiración, pero siempre está ahí.
–¿Y ahora qué?
–Estoy en un proyecto que se llama 'Al igual que tú', con dramaturgia de Alfonso Zurro, escenografía de Kurt Allen, y música de Paco (Jarana, su marido). Estrenaremos en febrero, si todo va bien.
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