Paca Rimbau, la granadina que agita culturalmente Luxemburgo
La traductora y periodista ha recibido esta semana la Encomienda de Isabel la Católica de manosdel embajador de España en el Gran Ducado
Esta semana ha sido un tiempo pleno de emociones para la traductora, periodista y sobre todo, agitadora cultural granadina, Paca Rimbau Hernández. Y lo ha ... sido porque en el que ha sido durante casi cuatro décadas su país de adopción, el Gran Ducado de Luxemburgo, ha recibido de manos del embajador de España, José María Rodríguez Coso, la Encomienda de Isabel la Católica, una de las condecoraciones civiles más importantes que otorga nuestro país. Y la ha recibido por un hecho aparentemente sencillo: ser un faro de cultura en un país que no siempre ha estado muy cerca del nuestro. Yaunque Paca no es muy patriotera, lo cierto es que su trabajo ha convertido a disciplinas artísticas como el flamenco –con iniciativas como el Festival Essch, que creó y ha alentado hasta hoy– en parte fundamental de la vida cultural luxemburguesa.
Rimbau se define como «una criatura nacida en Granada que llegó a Luxemburgo en noviembre de 1985, procedente de Viareggio (Italia), a trabajar como correctora de textos legales españoles ante la entonces próxima entrada de nuestro país en la CEE». Antes, lo había hecho como correctora en el periódico Diario de Granada. «Fuimos abriendo camino. El Luxemburgo de entonces era un país más pequeño, quizá a medio hacer si lo vemos con la óptica de ahora, pero no menos pluricultural que el de hoy», comenta. «Había muchos españoles que habían llegado en los años 60; nosotros éramos, por así decirlo, la segunda hornada. Llegué a este país con un bagaje de militancia en el feminismo, en la política y en la cultura. Un día, estaba en un bar –algo que en mí no es raro, ja, ja, ja...– y vi un cartel de Antonio Machado, de estética 'kitsch'. Me inspiró a saber qué había detrás de él», recuerda.
Lo que había era el Círculo Cultural Español Antonio Machado. «Como no existía Internet, me enteré de dónde estaba y me presente allí. Me acogieron con los brazos abiertos, y descubrí que el bagaje que traía conmigo era plenamente compatible con aquel grupo de personas, donde había muchos andaluces, y muchas personas que habían luchado contra el régimen de Franco. Además, todos ellos eran unos apasionados de la cultura. Para mi, algunos eran como Miguel Hernández andando, con un paralelismo vital con el poeta muy estimulante».
Inquietudes
A partir de ese momento, Paca ejerció una labor muy importante como impulsora de iniciativas culturales. «Quisimos que se comprendiera que la música española era mucho más que Manolo Escobar, con todos los respetos. Que había que dar a conocer a Enrique Morente y a otros artistas», señala. Al mismo tiempo, se la empezó a ver en actividades organizadas por otros grupos de hispanohablantes. «Si tenías la oportunidad de compartir mesa con la comunidad chilena que recibía a los hijos de Violeta Parra, ¿cómo no ibas a hacerlo?», dice, como ejemplo de su inquietud.
Su objetivo, en definitiva, fue incrementar el horizonte cultural de los españoles, y ofrecer una óptica distinta sobre la cultura española al resto. Las actividades que lo han permitido han sido varias: entre ellas destacan el Festival de Cine, que tiene 22 ediciones a sus espaldas; el Festival de Cortos 'Miradas', con 13 ediciones, o el Flamenco Festival Essch, que comenzó a celebrarse en 2006 y por el que han pasado figuras como Carmen Linares, Enrique y Kiki Morente, Fuensanta 'La Moneta', Miguel Ángel Cortés o Rocío Márquez.
Han sido casi cuatro décadas de labor ininterrumpida, en centros de enseñanza e incluso en cárceles, donde Rimbau se ha sentido feliz. Tras su jubilación, se ha instalado en La Herradura, donde ya está pergeñando nuevas ideas y apoyando las ya existentes. Aunque no dejará de regresar a Luxemburgo para seguir apoyando la cultura y a quienes la hacen posible. Un empeño que es su razón para vivir.
Una huella que trasciende fronteras
El poso que ha dejado la labor de Paca Rimbau es muy importante. Tom Reisen, embajador de Luxemburgo en Rusia y poeta, dice de ella: Bien sabemos lo que Paca ha contribuido a promover la música, la literatura, la cultura española en Luxemburgo. Pero también —rara cualidad— ha contribuido a revelar a Luxemburgo su propia identidad». Berthe Lutgen, artista luxemburguesa, ha incluido a Paca en el mural donde aparecen representadas figuras señeras en la lucha por la igualdad. «Además de sus actividades políticas, sociales y culturales, Paca ha dedicado también mucho de su tiempo a la Maison des Jeunes et de la Culture de Bettembourg, y sé de su gran interés por el arte actual». Finalmente, Juan Mata, por su parte, comenta: «Se da el caso de embajadoras risueñas, apasionadas, temerarias, capaces de mostrar lo más valioso de un país sin necesidad de honores o nombramientos diplomáticos. Es el caso de Paca Rimbau, quien durante décadas ha sido en Luxemburgo una emisaria informal e impetuosa de lo más valioso de nuestro país: su cultura».
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