«Las obsesiones que me invaden, más allá de lo patológico, vertebran mi obra»
La escritora Mariana Enríquez dialogó con la autora granadina Gracia Morales en la clausura deL ciclo cultur_ALH
El fuego es una constante en la obra de la periodista y escritora argentina Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973), ganadora del Premio Herralde e insistente ... candidata al Nobel. Fuego fatuo, fuego en el lecho, fuego en el corazón. Son varios los títulos relacionados con dicho elemento que jalonan su producción literaria: su muy vendida obra 'Las cosas que perdimos en el fuego' (2016) o la anterior 'Los peligros de fumar en la cama' (2009). Y junto al fuego, las sombras, la muerte, el camino de no retorno. Todos estos temas aparecieron en la conversación que mantuvo con la dramaturga granadina Gracia Morales.
Fue Patricia Escalona, codirectora de cultur_ALH, quien introdujo la charla entre ambas. «En estos días hemos presenciado el dolor de Salman Rushdie, hemos oído jarchas del siglo XXI, se nos han puesto los pelos de punta escuchando a Cristina Morales, David Uclés, Isabel Mellado y Munir Hachemi, y comprobamos la generosidad de Chus Pato y Yung Beef, descubriendo además que el negocio editorial tiene futuro en Granada», dijo, haciendo un resumen de la actividad desarrollada en estos días. «Damos las gracias por la respuesta y por vuestra generosidad al compartir con nosotros este tiempo. Agradecemos el trabajo de todos los que han participado en este trabajo hercúleo, y al personal de la Alhambra, encabezado por su capitán, Rodrigo Ruiz-Jiménez», concluyó, no sin antes emplazar a los asistentes a la segunda edición del evento, el próximo año.
El título de la charla final fue 'La noche es nuestra'. Y, como recordó Gracia Morales, la noche es otro de los elementos presentes en la producción literaria de Enríquez. «La noche es una atmósfera, un personaje en si misma, por la que transitan los protagonistas de muchas de mis novelas. Tengo obras que prácticamente se desarrollan enteras de noche, con ese matiz de iniciación, juvenil, underground, erótico, excesivo y secreto que lleva consigo. También con una carga simbólica y mitológica importante», afirmó la autora.
Gracia Morales tiró de experiencia lectora y académica para introducir el tema de las obsesiones en la literatura de Enríquez, una obsesión que, aseguró, se puede incluso transmitir por mímesis a sus lectores. La autora dijo que esas obsesiones que la invaden a veces, más allá de lo patológico, forman parte de su vida imaginaria, de las sensaciones que bullen en su cabeza. Poner palabras a esa obsesión puede ser, afirmó, una puerta de salida hacia el mundo. «Me esfuerzo en lograr que mis obsesiones se transformen en una forma arquitectónicamente solvente, bien pensada. Cada vez me preocupa más lo formal», aseguró la autora.
Como consecuencia lógica de esta afirmación, se habló de correcciones, y de proceso creativo. En este sentido, Enríquez habló de melodía, de ese sonido armónico que acompaña la buena literatura, tanto la larga como la breve. Sin embargo, aseguró, aun no siendo una escritora impulsiva, tampoco es alguien que, como algunos colegas, dijo, planifica cada capítulo hasta el detalle. «A veces , sé como empiezo y cómo voy a acabar, pero lo que ocurre en medio no lo sé. A veces, las certezas pueden llegar a aburrirme», comentó la autora argentina.
También se habló de seres de la noche, como los fantasmas. Mucho saben en Hispanoamérica de ello; cada país ha tenido su propia dictadura. Fantasmas generando a fantasmas, narcos en una orgía 'gore' que, aseguró Enríquez, suponen un trauma y le dan verdadero miedo. Fuego combatido con fuego, y a la postre, destrucción. Y más allá de la muerte misma, el terror y la conmoción social que lleva consigo. «Si trabajo con fantasmas, no puedo trabajar con el de San Martín, porque no da miedo a nadie. Cuando hablo de miedo, hablo de realidades como asesinatos a sangre fría». Dijo Salman Rushdie en la inauguración de cultur_ALH que escribir sobre la felicidad no vende. Y es cierto.
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