«Nunca me gustó el heteropatriarcado cultural 'progrepunk' de los ochenta»
Entrevista con Olvido Gara 'Alaska', que protagoniza este fin de semana en Granada la obra 'La última tourné'
José Antonio Muñoz
GRANADA
Sábado, 11 de enero 2020, 01:07
Olvido Gara 'Alaska' forma parte de la historia escénica de nuestro país. Una carrera artística que abarca cinco décadas y que parece no tener fin, ... la han convertido en un icono 'pop' cuya dimensión se agiganta con el paso del tiempo. Este fin de semana, llega a Granada con su «grupo de amigos», Mario Vaquerizo –su esposo–, Bibiana Fernández, Manuel Bandera, y las nuevas incorporaciones, Marisol Muriel y Cayetano Fernández. El Palacio de Congresos acogerá sendas representaciones de 'La última tourné', una obra creada a la medida de este variopinto grupo por el genio de la comedia Félix Sabroso.
–Este es un espectáculo que supone un giro con respecto al que trajo la última vez, 'El amor sigue en el aire'.
–Sí, tiene un perfil mucho más teatral, y es más coral, también. Es un homenaje a este otro género teatral, el de las variedades o 'varietés', que desapareció en el momento, más o menos, en que se sitúa la obra, en torno a los primeros años noventa, justo antes de la Expo y las olimpiadas de Barcelona, un momento de inflexión cultural en el que parecía que determinadas formas de entender el arte habían dejado de tener vigencia. Todo eso lo contamos en 'La última tourné'.
–Uno piensa en usted como miembro de la movida, un movimiento que, en buena medida, quiso terminar con esas otras formas de arte por considerarlas casposas.
–Pues no se confunda. A mí las variedades siempre me han parecido maravillosas. Quizá por ser un 'maricón' como soy, nunca formé parte de ese heteropatriarcado cultural 'progrepunk' que no veía bien estas cosas. Yo venía de América admirando las variedades, en México había espectáculos fastuosos, y en Argentina también. Mi inspiración bebía de Blondie, pero también de Sara Montiel, y con el paso del tiempo, la Montiel o las 'vedettes' tienen más peso en mi trayectoria que otras cosas que en aquel momento eran contemporáneas.
–¿Qué tienen las 'varietés' para seguir atrayendo la atención?
–Lo que nosotros hacemos es acercar al público a un momento histórico, donde un grupo de pobres desgraciados pensamos que hay que dar un giro y podemos hacer un Lorca tan difícil como 'Comedia sin título'... Lo que contamos es que a veces cambias porque quieres, y eso es bueno, pero es triste que cambies porque llegues al convencimiento de que lo que haces no vale, o que alguien te diga que tienes que cambiar y tú te lo creas.
Dictaduras
–¿Cree que en lo cultural se pasó de una dictadura a otra en el último tercio del siglo?
–Pienso que fue más un movimiento popular. De repente, quedaba mal decir que te gustaban determinados espectáculos, y todo el mundo veía películas de Almodóvar y escuchaba a Alaska cuando en realidad podía gustarles Paco Martínez Soria. Y no pasa nada por tener opiniones distintas.
–Quizá durante este tiempo el único grupo que haya mantenido viva la llama haya sido La Cubana.
–Sí, ellos han sabido hacer un espectáculo con un fuerte componente humorístico, pero con un trasfondo cultural complejo a la vez. Yeso es lo que gusta.
–Este montaje, artísticamente, les exprime como limones.
–Cuando Mario y yo entramos en 'El amor sigue en el aire' veníamos para tres días y acabamos haciendo 80 funciones. Pero Manuel y Bibiana llevaban el peso. Aquí el reparto es más coral, y tenemos que estar a tope durante todo el tiempo, como si fuera una película de Berlanga. Además, cada uno tenemos un registro diferente, tanto con respecto a nuestro trabajo fuera del teatro como con respecto a 'El amor...'. Desde ese punto de vista, está siendo muy divertido, y mis compañeros están soberbios.
–Un 'invento' como este no podría ponerse en otras manos que en las de Félix Sabroso...
–Es fantástico contar con él, y estamos creando una especie de compañía estable, con Lope García como productor. Hace dos años teníamos una obra, ahora tenemos esta, y lo que queremos es seguir trabajando juntos, porque estamos muy a gusto. Por eso, encajamos la gira entre el resto de actividades, las películas de Manuel o mi trabajo en Fangoria, por ejemplo.
–Además, Granada se ha convertido para ustedes en parada obligada.
–Sí, desde luego. Venimos con muchísimo gusto.
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