La nueva Biblioteca de Andalucía ocupará en Granada parte del antiguo hospital de San Cecilio

Según pudo confirmar ayer este periódico, la Biblioteca de Andalucía ocupará parte del clínico. Se trata de una nueva infraestructura que ocupará unos 10.000 metros cuadrados que desde 1952 albergaba uno de los complejos sanitarios más importantes de la provincia. En concreto, se emplazaría en dos de las alas del complejo, así como las antiguas consultas a las que se accede por las calles doctor Olóriz y San Lázaro. El uso del edificio principal, por otra parte, quedaría pendiente de la decisión de Salud.

El uso como centro médico y la antigüedad hacen obligatoria la remodelación integral de los espacios destinados a ser ocupados por la futura biblioteca. Para hacer frente a la inversión, la administración regional guarda hasta cinco millones de euros, tal y como reconoció la presidenta andaluza en el último debate de política general celebrado en el Parlamento. Entonces Díaz habló del traslado como uno de los proyectos destinados a impulsar la candidatura de Granada a la capitalidad cultural europea en 2031.

El traslado deberá, no obstante, superar viejas diferencias. El hospital es el centro de un antiguo litigio entre la consejería de Salud y la Universidad de Granada. En principio, según ha podido saber este periódico, el cambio de uso no contaría con la oposición de la institución académica por el carácter cultural y educativo del proyecto.

El traslado es una vieja aspiración de la capital nazarí, que desde 2011 reivindica una sede independiente. El entonces delegado de Cultura de la Junta, Pedro Benzal, pidió al Consistorio un solar en el que situar la biblioteca. Desde su puesta en marcha, el organismo comparte con la Biblioteca Provincial de Granada un edificio de la calle profesor Sáinz Cantero diseñado por los arquitectos Carmen Mostaza, Andrés Perea y Cristóbal Valhonrat en 1985. El mismo espacio, inscrito como Bien de Interés Cultural, alberga también la sede granadina de la Filmoteca de Andalucía.

La coincidencia de los tres organismos constriñe sus respectivas necesidades y ha obligado a sus responsables ha limitar el número de libros de préstamo, los espacios de lectura y el número de salas dedicados a otras actividades gestionadas por cada uno de ellos. El traslado beneficiaría a todos los participantes, permitiendo a la biblioteca provincial y a la filmoteca ampliar sus servicios.

Por otra parte, la llegada de la Biblioteca de Andalucía al barrio de San Lázaro revitalizaría una zona que se ha visto afectada por la reorganización hospitalaria y que vería paliada sus afecciones comerciales con la llegada de los miles de usuarios que hacen uso de la infraestructura.

Por el momento, no hay fecha confirmada para el cambio. Sin embargo, la disposición de cinco millones anunciada por la presidenta andaluza invita a la esperanza para un traslado cercano.