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«Los músicos nos hemos convertido en nuestros propios empresarios»

«Los músicos nos hemos convertido en nuestros propios empresarios»

Lapido cierra la gira de 'El alma dormida' con un concierto en el Auditorio Manuel de Falla esta noche

JUAN JESÚS GARCÍA

Sábado, 1 de diciembre 2018, 02:21

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'El alma dormida' significó el regreso a los escenarios de José Ignacio Lapido con su banda de toda la vida tras la explosión Cero del 16. Tras un año ajetreado y entre rumores de reorganización para finales del año próximo o el siguiente, Lapido cierra la gira de este disco con un concierto en el Auditorio Falla este sábado.

–Este año le hemos visto activo, y cierra ahora gira. ¿Cómo ha sido el reencuentro con el equipo de trabajo?

–Efectivamente, ha sido un año muy ajetreado. 'El alma dormida' se editó en octubre de 2017 y es ahora a principios de diciembre cuando terminamos las presentaciones. Han sido casi treinta conciertos en salas, teatros y festivales. Después de la maniobra de resurrección retomé rápidamente el trabajo con mi banda. Tenía muchas ganas de meterle mano en el estudio a las canciones que habíamos dejado medio preparadas antes de la maniobra. La llamo mi banda porque llevo tocando con los mismos músicos desde 2005 o antes. Popi González, Víctor Sánchez y Raúl Bernal. Para este disco se incorpora Jacinto Ríos, al que conozco desde que era un niño; así que todo ha ido a la perfección. 

–¿Y con el público?

–Muy bien. Son gente respetuosa y fiel. Muchos de ellos repiten conciertos y viajan de una ciudad a otra, cosa que me parece admirable. 

–¿Ha notado el viento de cola?

–Usted, que va a muchos conciertos de distintos estilos, verá que la asistencia a la mayoría de ellos es bastante exigua, por no ser demasiado cruel en la adjetivación. En estos tiempos en los que se está destruyendo el circuito de salas, por motivos que darían para extenderse, ver los recintos casi llenos, como ha sido mi caso con esta gira, da cierta seguridad a la hora de organizar actuaciones. Los músicos nos hemos convertido en nuestros propios empresarios. O te arriesgas tú mismo o te quedas en casa, es así de duro pero es lo que hay. Las bandas nuevas lo tienen aún más crudo. No pueden acceder siquiera a ese circuito. Hay que pagar alquileres de salas muy caros, aparte de todos los gastos de publicidad, viajes, etcétera. Imposible profesionalizarse para la gran mayoría. Pero ya le digo, yo estoy razonablemente satisfecho de cómo ha ido mi gira.

–Sacó el disco que medio tenía en la nevera antes de resucitar, ¿cómo lleva lo de iniciar un ciclo de nuevo?

–Como le he comentado antes, había muchas ganas de retomar esas canciones que a finales de 2015 ya nos habíamos puesto a preparar. En 2016, con lo de los Cero, paré máquinas y las canciones se quedaron a la espera. Y aguantaron bien el paso de un año, porque se grabaron todas.

–Lapido no para, José Antonio brilla donde va, a Víctor le ha estallado la creatividad encima... ¡Solo faltan Tacho y Jacinto por decidirse!

–Es cierto, todos los Cero estamos que no paramos. Mi hermano ha hecho un disco increíble que ha sorprendido a todo el mundo ¡y está terminando otro! José Antonio, igual. Creo que, de todo lo que ha grabado desde que se acabaron los Cero en 1996, este disco es lo mejor. El Hombre Garabato es un lujo como banda de acompañamiento. Y Tacho ha vuelto a tocar con Mama Baker. Los vi en el Festival En Órbita y la gente flipaba. Jacinto está tocando conmigo, cosa que le agradezco enormemente, así que le aseguro que nadie está aburriéndose.

–Ahora que caigo... fue con Aldar el primer guitarrista eléctrico (junto a su hermano Javier) en pisar el Auditorio Manuel de Falla, y ahora regresa. Sin buscar explicaciones de novela negra, ¿cuál es su interpretación?

–Dice usted la verdad. Aldar fue el primer grupo de rock que tocó en el Auditorio Manuel de Falla. Es un dato histórico. No recuerdo el año, si fue en el 80 o en el 81, por supuesto antes de que ardiera el Auditorio y se reconstruyera. Juanma Leyva, Tacho González, José Manuel Román, Javier Lapido y yo. Esos éramos Aldar. Teníamos 17 o 18 años. Ahora con 56 vuelvo al Auditorio. La vida es así: caminos circulares que te obligan a pasar por los mismos sitios pero en circunstancias distintas. 

–¿Algo especial para este fin de gira?

–Lo especial es estar con estos músicos encima de un escenario. Estamos muy engrasados y estos últimos conciertos están siendo increíbles. 

–Se dice, se comenta, se rumorea, «todo apunta a»... ¡usted me dirá!

–Todo apunta a que el Granada C.F. tiene posibilidades de ascender a Primera. Hasta yo que no sigo el fútbol me he enterado. También se comenta que los coches a combustión los va a prohibir el Gobierno en 2040. En los bares se habla de todo.

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