El nuevo Festival de Música y Danza tendrá ópera y más producciones propias

Lo hará desde la propia extensión del ciclo, que ampliará las jornadas hasta abarcar tres semanas. Según avanzó Heras-Casado, la edición 68 del Festival de Música y Danza comenzará el viernes 21 de junio y finalizará el viernes 12 de julio, cuatro días más que este año. Para el granadino, como ya adelantó tras su nombramiento, la duración del ciclo no es una imposición ni un limito, sino un elemento que debe responder a las propias necesidades del certamen.

Así, los granadinos tendrán una oportunidad ampliada para disfrutar de un programa del que ya está confirmados en torno al 60% de los recitales y que, entre las novedades más destacadas, destaca el regreso de la ópera al ciclo.

Como eje central estará el recuerdo del centenario de 'El sombrero de tres picos'. Estrenada en julio de 1919 en el Alhambra Theatre de Londres, se trata de una de las obras fundamentales de Manuel de Falla. «Un montaje que recupera las raíces del ballet clásico español, pero que es una proporción mágica y modernísima entre tradición y modernidad, personajes como Falla, Diaghilev y Picasso», recordó Heras-Casado, que confirmó que el espectáculo será recordado en la programación.

Otra de las novedades destacadas tendrá relación con el 150 aniversario de la muerte de Héctor Berlioz. El alemán, al que el director del Festival de Música y Danza describió como «padre de la orquesta moderna» e introductor de elementos contemporáneos como la abstracción sinfónica, será recordado en la programación a través de unos recitales que recuperarán su influencia y que permitirán al público acercarse a la producción de un compositor fundamental.

En consonancia con lo visto este año, el Festival de Música y Danza volverá a apostar por la producción propia. Ya lo hizo, como reveló Heras-Casado, esta última edición en la que en torno al 90% de las citas contaron con una producción ideada específicamente para Granada. «Esto se mantendrá en la nueva edición», explicó Heras-Casado, que describió el ciclo «como un festival que no deber ser un museo, sino un espacio vivo».

En esa línea, el nuevo Festival apostará nuevamente por la introducción de un repertorio del siglo XX y XXI. Ya hace unas semanas se sucedieron citas en las que compositores actuales o relativamente recientes como Debussy, Ravel, Shostakovich, Prokofiev o Poulanc tuvieron una presencia manifiesta y la idea es continuar esa misma línea. «Estas creaciones no han chirriado al público a pesar de ser una música que, a priori, causa una interrogación; sin embargo, se trata de una apuesta que se ha seguido con total naturalidad y que ha permitido al Festival dialogar con el pasado sin perder de vista la contemporaneidad», afirmó Heras-Casado.

Esta apuesta se traducirá en un cierre de la edición de la que ya se conoce que estará marcado por Peter Eötvös. Compositor, director de orquesta y profesor, el húngaro combina los tres roles en una carrera internacional excepcional. Su música se presenta regularmente en los programas de orquestas, conjuntos de música contemporánea y festivales en todo el mundo, y ha liderado proyectos centrados en su trabajo en ciudades de todo el mundo. Se considera continuador de la obra de Béla Bartók, Zoltán Kodály, György Kurtág o Ligeti. Estudió composición en la Academia Ferenc Liszt de Budapest y dirección en la Hochschule für Musik de Colonia.

Será el encargado de cerrar el Festival de Música y Danza con un montaje que se estrenará de forma absoluta en Granada y que mantendrá, otro de los retos autoimpuestos, la apuesta por la internacionalización al ser fruto de la colaboración con la Filarmónica de Berlín, el Teatro Nacional de Pekín o la Filarmonía de París, entre otros.