Marlango, glamour en la cuarta fase
Leonor Watling y Alejandro Pelayo componen un dúo 'de bolsillo' para una noche bendecida por la luna
Juan Jesús García
Granada
Sábado, 4 de julio 2020, 01:22
Tras la noche inaugural de un verano repleto de música como nunca antes en Granada capital, María Romero le cedió el micrófono a otra mujer, ... la glamourosa Leonor Watling, portavoz de unos Marlango de bolsillo a dúo con Alejandro Pelayo. Ellos encabezan el programa estival 'Conciertos en la cuarta fase', que hoy sábado continúa con otro dúo, el que componen Javier Vielba y Rubén Marrón, Arizona Baby, un grupo que hay que ver al menos una vez en la vida.
A Marlango los hemos escuchado en diversos formatos, pero en la más reducida proponen una sesión de club, versión 'delicatessen' según ellos, por más que las proporciones del patio interior de Cajagranada no sean lo más apropiado para el recogimiento. Sin embargo, el candor, la delicadeza y su resolución instrumental secuestraron la atención, hasta lograr una cercanía confiable y una intimidad aparentemente imposible. Una noche perfecta bendecida por la luna llena.
Desde 2004 han regalado siete discos muy valorados por los seguidores de las intensas emociones débiles, música bajisonante y refinada de pop jazzificado en el que la voz, con un punto arenoso de fondo de la cantactriz ha sido siempre la protagonista. En él último, 'Technicolor', han minimizado los aportes y añadidos sonoros quedándose en lo esencial. Guión perfecto para un concierto como el de anoche, con un regusto retro a canciones de piano-bar de hotel lujosamente decadente, en el que una pareja, de largo, a última hora baila amorosamente... mientras van saliendo los créditos de la película. Todo un 'salto al blanco y negro'.
Y lo de bailar... Mejor lo dejamos para más adelante, porque la alineación cuadriculada de los asientos y las recomendaciones de moverse poco, o nada, impiden cualquier acercamiento, y menos arrullante, por más que esa música invite a compartirse de cerca.
Hace unos días recordaban en La 2 la vis cómica de la Leonor ('A mi madre le gustan las mujeres') y su tan comunicativa como pícara gestualidad, que cuenta más cosas con una mirada o una mueca que con su verbo, que de eso se encarga más su socio, como de armar un acompañamiento hábil, infinito y sobradamente suficiente, con querencias seriamente clásicas o bamboleantes patrones nocturnos y cabareteros.
Y si ayer nos preguntaba María Romero 'What is this thing called love?', Marlango responden cantando al desamor (¡en los tiempos del virus!), con historias de sentida afectación en pareja muy en la tradición doliente de la copla, con personajes 'apoyados en el quicio' del ambigú recordando amores mejores antes de fundirse a negro. Y ya 'Veneno' es un estremecedor relato llevado hasta sus últimas consecuencias, sobre un triste pianísimo, y contado con una voz rozada que sabe que no llegará al amanecer. Una canción monumental.
Sin embargo, era una noche especial, porque llevaban cuatro meses sin verse ni para ensayar, y manifestaron repetidas veces su alegría «de primer concierto», que como recordó Alejandro, el suyo fue de Miguel Ríos y ¡perdió el conocimiento!
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