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Lagartija Nick llena de voltaje el Paseo del Salón
Cientos de seguidores y viandantes vibran anoche en el arranque del ciclo primaveral y al aire libre de 'Distrito sonoro'
Eduardo Tébar
Granada
Viernes, 12 de abril 2019
Hacía «veintitantos años» que la música no llenaba las calles de Granada, recuerda Eric Jiménez, batería de Lagartija Nick. «Está bien salir a las ... plazas para sublimar la nueva escena granadina», reflexiona Antonio Arias, líder de una banda que –caprichos del azar– brindaba hace justo un año por sus tres décadas de carrera en un concierto de dos horas y media en la sala El Tren. Ayer, en cambio, el cancionero de Lagartija se expandió por el Paseo del Salón. Voló a la velocidad de la luz, que diría Val del Omar, por los rincones donde surgieron estas composiciones.
Poco a poco se fueron incorporando seguidores y curiosos en el céntrico enclave para asistir al estreno de la tercera edición del ciclo 'Distrito sonoro'. Una apuesta del Ayuntamiento, con el apoyo de Cervezas Alhambra, para mostrar al público y a los viandantes lo que ya se sabe en el subsuelo: Granada es una ciudad musical. Así, sonidos de rock, pop, indie, jazz y flamenco inundarán la urbe esta primavera, hasta el 14 de junio. Nombres consagrados y emergentes, como los Novedades Carminha, Los Punsetes, Nacho Vegas, Soleá Morente o David Heredia 'El Marqués', actuarán en espacios como el Paseo de los Tristes, la Plaza de las Pasiegas, la Fuente de las Batallas o la explanada del Palacio de Congresos.
El espectáculo de Lagartija Nick anoche –pospuesto hace una semana por la lluvia– traía a la memoria aquellos tiempos en los que el muro sónico del grupo circunvolaba en vanguardista nimbo entre la multitud del festival del Zaidín. Aquello pasaba allá por 2005. Veinticuatro horas después de participar en el homenaje a los estudios Producciones Peligrosas, en el Teatro Pablo Neruda de Peligros, el combo de Antonio Arias volvió a su especialidad: el pim-pam-pum electrificado. La Granada callejera fue testigo de los 'riffs' ácidos de Juan Cordorníu, las dentelladas futuristas de MAR Pareja y los cuatro millones de golpes tribales de Eric Jiménez.
Además del material obligado e infalible –no se concibe un recital de Lagartija Nick sin 'Nuevo Harlem', 'Universal' y 'Satélite', que intuimos que cayeron al rematar esta crónica exprés–, el quinteto iluminó las señas de su reinvención a partir de los nuevos caminos que ha abierto el disco 'Crimen, sabotaje y creación'. Guiados por la antorcha creativa del desaparecido Jesús Arias, piezas como 'Analema', 'Mapa de Canadá', 'La ira de noviembre', 'Agonía, agonía' o 'Strummer/Lorca' les acercaron al mito, a la leyenda y la heroicidad del relato granadino. El Genil, la Alhambra y Sierra Nevada eran, pues, el decorado natural de estas canciones. Con 'Estratosfera', 'El signo de los tiempos' y 'Europa, Europa' avasallaron al personal. Rock estratosférico que galvanizaba la brisa fresca.
«¿Qué es esto? ¡Qué maravilla!»
Antes, al anochecer, los también locales Red Passenger pusieron las primeras notas en este escenario al aire libre. El colectivo orquestado por el teclista Luis Martín embriagó la vía pública con sus desarrollos cinematográficos. La banda sonora de unos filmes que solo existen en sus mentes evocó sutilezas como el 'giallo' italiano, con escenas de suspense y amor, o trazas jazz y hip hop. Una sonoridad exorbitante y panorámica que dobló las esquinas, anunciando casi una realidad: «Abran las orejas, que Granada vive un momento de explosión creativa».
«¿Qué es esto? ¡Qué maravilla!», exclamaba Juanma, arquitecto, que paseaba por allí. «¿Pero estos tíos son guiris o granadinos?», dudaba Laura, sorprendida de escuchar «una música tan interesante y diferente a lo que abunda por ahí» en el centro de la ciudad. «Me parece todo un acierto y un lujo que se que la música en directo que está pegando fuerte en el país se amalgame con lugares representativos de Granada», afirma Víctor, joven músico que quiere montar un grupo. «Esta ciudad es bonita, tiene una belleza que te sacude. Si a eso le sumas conciertos abiertos de gran calidad, la gente alucina», añade. «Flipo con el ambiente tan lindo que estoy viendo, y encima es gratis disfrutarlo», confesaba a este periódico Cecilia, turista argentina de tapeo en una terraza.
Es primavera y Granada suena.
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