Escucharla es amarla
La cantante estadounidense llenó el teatro Isabel en el festival de Jazz
Juan Jesús García
Sábado, 11 de noviembre 2023, 01:04
New Jersey puede dar figuras de la música como, entre muchos más, un Springsteen o Stacey Kent; el haz y el envés de las posibilidades ... estéticas del espectáculo: de un lado la fuerza taurina y la energía desatada, y la elegancia suprema y la delicadez más desarmante la de ella. En su tercera visita a nuestros escenarios, con un lleno completo en el teatro Isabel, por el formato que trajo fue aún más frágil y refinada.
Tras la habitual presentación didáctica de la directora del festival, agradeciendo el micromecenazgo de los asistentes, la cantante recibió agradecida la medalla que anualmente entrega el Festival de la mano del concejal de cultura Juan Ramón Ferreira.
Habitual de la escena jazzística, Stacey Kent es una cantante casi más de un pop exquisitamente jazzificado, en la estela de la añorada Carole King, que creó esa escuela. Ningún estilo le es ajeno, como demostró la noche del jueves. Su comparecencia sin toma de tierra, solo con el acompañamiento de piano y vientos, sin sección de ritmo de cuerpo presente, aumentó la ingravidez de su presentación y la emotividad de lo escuchado, jugando con el silencio como un elemento más del trío. A su lado estuvieron el excelente pianista Art Hirahara, sostén de casi toda la noche y cómplice discográfico, y su marido Jim Tomllisson, complementando el decorado con los saxos, flautas, mínima percusión y algún coro. Con una voz finísima, una afinación perfecta y una creencia absoluta en la inmortalidad de lo que canta, La Kent suspendió el tiempo y el espacio durante 90 minutos en los que el mundanal ruido (¡y qué ruido!) dejó de existir para los más afortunados.
Anunció que hoy, cuando están leyendo estas líneas, se publicaba en todo el mundo su nuevo disco 'Summer me, winter me', y a él se dedicó parcialmente. Álbum donde, como para todos los suyos, escoge con pinzas los temas a interpretar en función de sus deliciosas peculiaridades vocales, casi de hada de Walt Disney. La dicción de Kent es siempre impecablemente clara, en inglés, francés, portugués ¡y sorprendentemente castellano! (aunque no lo hable).
El concierto comenzó con ese 'Tango in Macau' con textos del premio nobel Kazuo Ishiguro, que ocasionalmente colabora con el matrimonio. Y, para los iniciados en la Kentmanía, no hubo sorpresas, porque son sabidas sus incursiones por la chanson ('Ne me quitte pas' en versión inglesa: 'Don't leave me', con una gran introducción del pianista, o 'La javanaise' de Gainsbourg); por los temas afrancesados como 'Vals des liles' o 'Under París', y sobre todo la música brasileña, cuya calidez templada encaja como guante en su voz sedosa. Escuchándola al lado de su marido, con un tenor reposado y lleno, uno siempre imagina como debieron ser las noches sexitanas de Stan Getz y Astrud Gilberto, en ocasiones, cuentan actuando en algunos bares de La Herradura.
'Bonita', Carinhoso y una juguetona 'Aguas de Março' cumplieron con la preceptiva cuota brasileña, y entre las sorpresas escuchamos una 'Black Bird' de los Beatles primorosa en su deconstrucción, por no hablar de la bellísima aproximación a una clásico del pop como 'Trains and boats and planes', a dúo con su marido en plan Everly Brothers (que la grabaron también, por cierto). Terminaron esta vez sin forzar los bises en un castellano mejor que el de Nat King Cole, amorosamente enredados en un 'Bésame mucho'. Conciertos como el de anoche garantizan desde ya el próximo lleno de Stacey Kent para cuando quiera regresar.
El festival de Jazz continúa hoy viernes con la presencia de la ardorosa saxofonista y cantante estadounidense Camille Thurman, terminando esta edición el sábado con todo lo contrario, el intimismo del gran pianista francés Jacky Terrasson.
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