Edición

Borrar
Joaquín Sabina, en uno de los conciertos de su gira. PROMOCIONAL
«Todo lo que soy y todo lo que he hecho lo empecé a ser y a hacer en Granada»

«Todo lo que soy y todo lo que he hecho lo empecé a ser y a hacer en Granada»

Entrevista al cantante Joaquín Sabina |El pasado septiembre una afección estomacal le obligó a posponer su visita a Granada y si se recupera de su pierna, el próximo 12 de mayo lo negará todo en persona en la plaza de toros

JUAN JESÚS GARCÍA

GRANADA

Miércoles, 2 de mayo 2018, 01:03

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Si lo hubiera confirmado todo no sería Sabina, que nos lo habrían cambiado; no podría actuar de otra manera que negándolo todo, incluso lo cierto. El disco que ha hecho con el 'medioperezoso' Leiva ha puesto al titán de Úbeda de nuevo en circulación por todo el planeta, con unanimidad sobre la valía de su contenido y cientos de miles de entradas vendidas para sus conciertos. El pasado septiembre una afección estomacal le obligó a posponer su visita a Granada, la tierra donde asegura que comenzó todo, y si se recupera de su pierna, el próximo 12 de mayo lo negará todo en persona en la plaza de matar toros.

-Hace 40 años de 'Inventario'... Como se dice por aquí: ¡Lavín compae!

-Pero por qué me tienes que recordar ese disco (risas). La verdad es que yo no lo vivo así, parece que fue ayer o como mucho anteayer (risas). Mirar para atrás da un vértigo tremendo.

-Lo cito porque como destruye todas las copias que encuentra... La mía se va revalorizando mucho...

-(Carcajada). Te lo compro a buen precio, que lo sepas. (Carcajada).

-Xoel López me pide que le pregunte que, al cabo de tantas canciones y años, cómo nota el click ese que le indica que en algo hay una historia que cantar...

-Cada vez tarda más en venir, ahora llega por rachas. Puedo estar tres o cuatro años sin notar nada y de pronto se enciende y llegan tres o cuatro canciones de golpe. Nunca es en los mismos lugares ni en las mismas situaciones... Es cuando ellas quieren, y suele se viajando. En este último disco tuvo muchísimo que ver Leiva, porque yo estaba cansado de la tecnología que rodea toda la elaboración de un disco y no me apetecía.

-Hace un millón de años dijo a este periódico que querría ser como La Orquesta Mondragón... y hace diez que le gustaría ser miembro de Pereza... ¡¡¡Lo ha conseguido todo!!!

-Sí, sí (risas). Lo de Leiva sucedió porque me mandó una carta diciéndome que no quería morirse sin producirme un disco. Y seis o siete meses después me acordé y le llamé a ver qué pasaba. Él estaba en plena promoción de su disco, lo dejó todo y se vino a Rota conmigo y fueron dos semanas, perdona el exceso, mágicas.

-¿Qué le queda por lograr?

-A mí (se pone a toser)... Seguir vivo que no es poco, que se me pase esta tos y tal vez escribir el libro que tengo pendiente desde hace cuarenta años. En la música, seguir dando conciertos que me gusta mucho, seguir ganando pasta para Montoro que me persigue y ojalá se me ocurran más canciones... Pero no prometo nada.

-¿Esa tos es de Ducados o se me ha pasado al rubio como Aute?

-(carcajada) Ahora mismo me estoy fumando un Ducados, como tiene que ser.

-Tenía razón Gil de Biedma... En este disco es un poco su 'vida por delante'.

-Es que yo soy muy lector de Gil de Biedma y mira qué poquito escribió y qué pronto se retiró, no como otros (risas).

-Cuando se fue de Granada un cantante de aquí cogió su puesto, el Flaco Rodríguez, que patentó la 'máquina de sabinear'... Me dice que Sabina es una religión, casi como Maradona...

-Pues voy a buscarlo porque no lo conozco (carcajada). Y no preguntes esas cosas porque yo soy de un ateísmo brutal y de todo lo que suene a religión, mística o mitología, aunque sea personal, huyo como de la peste. Yo amo a Dylan, Brassens o Leonard Cohen, pero yo no sueño en tomarme una copa con Dylan porque es muy antipático (risas).

-Y cuál es el secreto para que usted, como Raphael o Dylan viva de país en país sin desfallecer. ¿Se me cambia la sangre como Keith Richards?

-Pues fíjate que cuando me vienen todas las vejeces y achaques es cuando no estoy de gira. Actuar es mi única gimnasia, la vitamina que me mantiene vivo. Saber que tienes miles de personas esperándote y que no los puedes defraudar me mantiene en tensión.

Maldades y bondades

-Cuando ve lo que ve y lee lo que lee a diario, ¿el hombre desciende o vuelve al mono?

-Yo creo que las cosas están muy mal. Parezco un absoluto reaccionario porque no cuento con las nuevas tecnologías para nada. Pienso que las redes y todo eso hacen un mal muy superior a sus supuestas bondades. Reacciono con ira y sigo y teniendo los mismos vicios: leer, ver películas y reunirme con los amigos en casa porque los bares se me han puesto imposibles.

-Y hablando de actualidad, ¿no se le queda muy ingenua la del pirata cojo para la 'ola de filibusterismo que nos invade'?

-Sí, por eso, la canta Panchito y yo no (risas).

-Leiva le montado un disco muy Van Morrison... ¿No hay nada como darse un baño de fresca sangre joven verdad?

-Hay sangre joven y virgen, sí, pero no tanta para que encaje conmigo. Fue realmente milagroso con él, es como si fuera yo con treinta años menos. No sólo entendía las canciones sino que se había metido dentro de mí y hacía lo que hubiera hecho yo con su talento y su energía. Fue un regalo de los dioses paganos.

-El otro socio es nuevamente Benjamín (Prado)... ¿Ha estado a alguna vez más cerca de una estrella del rock and roll sin ningún disco?

-Muy buena la definición del Benja (risas). Es que es un compañero de viaje divertidísimo y creo que tiene más devoción por el rock and roll que por la poesía, pero a la vez es muy buen escritor y sabe los códigos, y como compañero de pingpong, es decir, tirarle un verso y que te lo devuelva mejorado, es único. Pero sobre todo es que es divertidísimo.

-Hablando de socios... Luis García Montero hace años hizo letras para grupos de rock, y Antonio Muñoz Molina también... Y sé que alguna vez estuvo cerca de su paisano...

-Antonio, mi querido y admirado paisano... Es que no lo veo casi. En algún viaje nos cruzamos... O una noche en una cena que organicé en casa para se reencontrara con Luis porque llevaban mucho tiempo sin verse, y lo pasamos muy bien.

-Y hablando de amigos, Tena, Chavela, Juan de Loxa, Saramago, Ángel González, Krahe, Morente... Nos estamos quedando muy solos...

-Sí, es lo peor de envejecer, que se te empieza a morir gente que es indispensable para ti. El caso de Ángel González es... Pienso en él todos los días. Y añadiría a Lou Red a Tom Petty... Se va quedando uno muy huérfano.

-El otro día me acordé de los bares donde actuaba en Granada, ahora todos son franquicias... ¿Es el signo de los tiempos?

-Me temo que sí, no estamos evolucionando para mejor en muchísimas cosas.

-Y los que quedan en Granada los multa la Junta de Andalucía por hacer música en directo... ¿Tan peligrosa sigue siendo?

-Ojalá lo fuera. Los peligrosos son los que los multan. La música, cuando hemos creído que lo era, no sabíamos lo que decíamos, no les importamos nada.

-¿No echa de menos hacerse un localito pequeño, aunque sea a traición, sin avisar...?

-Lo echo muchísimo de menos, pero no he encontrado la fórmula de hacerlo sin que se confundan las cosas, vaya mucha gente y se armen follones. Me da miedo, pero me muero por hacerlo, sí.

-Hace ocho años me dijo que la gira de entonces era de 'semidespedida'... pero ahí estamos. ¿Es la gira interminable, como sólo las hacen los premios Nobel?

-Esta también lo es (carcajada). Leiva dice que es mi propio 'never ending tour' porque llevo como 80 conciertos y aun me quedan un puñado.

-Desde febrero tiene 69 años... Que digo yo que la cifra merecería una canción, ¿no? ¿O no estamos ya para muchas piruetas gimnásticas?

-A lo mejor merece un disco entero (Carcajada).

-Muchos hemos disfrutado con la autobiografía de Miguel Ríos. ¿Para cuándo lo deja?

-Yo soy muy lento escribiendo y le tengo un respeto enorme a la palabra escrita. Cuando me he puesto a hacerlo me sale una prosa muy barroca, muy pedante y muy insoportable, así que tendría que tener un año sabático para dedicarle todo el tiempo y a ver qué pasa. El verso me es más fácil que la prosa.

-¿Tocar en Granada, cuyas calles en buena medida le alumbraron, tiene algún plus especial para usted? Lo pregunto también por una canción perdida que se llamaba 'Dirección Granada'...

-La tengo todavía sin grabar y cada nuevo disco pienso meterla, pero en este cuando llegó Leiva, preferimos partir de cero y devolvimos al cajón todo lo anterior. Me sigue gustando mucho y tengo la intención de prepararla, no sé si la cantaré en Granada porque no la tenemos ni ensayada. Pero si diré que suspender conciertos en Granada, como pasó, me duele especialmente porque Granada me importa especialmente... Esperando tu llamada pensé que absolutamente todo lo que soy y todo lo que he hecho lo empecé a ser y hacer en Granada.

-Después de dejarnos sin titulares en 'lo niego todo'... ¡Deme uno por favor que confirme!

-¡Esta vez no voy a fallar! (carcajada).

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios