«La cultura ha demostrado sernos fiel incluso en estos tiempos de pandemia»

–¿Qué es 'Tesela'?

–Partiendo de su significado estricto, ese fragmento que crea un mosaico, es una metáfora de una humanidad en la que todos tenemos mucho que aportar. Al final, todo es corazón, amor, buscar el diálogo con los animales, con la naturaleza. A partir de ahí, hemos creado, con la colaboración de la casa Chekara de Marruecos, un canto a favor del encuentro que tuvieron nuestros padres y abuelos. Jalal y su banda andalusí, los flamencos, y la música judía, que viene representada por el guitarrista israelí Dan Ben Lior, crean una textura sonora que estamos disfrutando ya desde los ensayos.

–Suponemos que deseando ese reencuentro.

–Desde luego. Al estar tantos meses separados, la preparación de este espectáculo se ha convertido en una fiesta, trufada de un profundo trabajo de investigación. En cualquier caso, creo que va a ser un espectáculo que va a llegar directo al corazón.

–¿Cómo se gestó el espectáculo?

–Tuvimos la suerte de tocar juntos en Holanda, y en aquel momento llegamos al convencimiento de que era el momento de llevar a un escenario la unión que hemos vivido desde pequeños. El origen del trabajo conjunto de mi padre y el maestro Chekara, a partir de poemas como Al-Mutamid, exigía una evolución con nuevas palabras, de poetas como Javier Egea, Luis García Montero y el propio Federico García Lorca. El amor a las raíces poéticas comunes. Antes de la pandemia, Antonio Banderas nos habló de hacer algo en común, y ese trabajo que hemos continuado durante la pandemia ha dado luz a este concepto de espectáculo.

–¿Hasta qué punto el primer sonido que se oye se graba en la mente, como el primer amor?

–Somos lo que comemos, y lo que escuchamos. Nuestro entorno sonoro nos marca. No creo en las razas, sino en los corazones. Estamos hechos de la misma materia, y solo nos diferencia un puñado de rayos de sol. ¡Cómo voy a olvidar los sonidos que escuché en casa! Las canciones de mi padre, sus conversaciones con amigos,.. Todas están en mí.

–'Tesela' quiere ser una herramienta contra el prejuicio. ¿Qué prejuicios existen en el flamenco?

–Los de siempre. Quien te desprecia porque te tiene al lado todos los días desayunando, quien cree que la evolución perjudica la calidad del arte... En estos días, mirarse el propio ombligo y pesar el propio beneficio puede ser muy aburrido. Es momento de apoyarse, no de poner trabas. Personalmente, siempre me consideraré una aprendiz de cantaora. Trato de ser prudente: poner el corazón en lo que uno hace aleja la envidia y los sentimientos negativos.

–¿Con qué 'teselas' ha construido su carrera?

–Con el material más sencillo posible, como el de la Alhambra, que es a la vez frágil y fuerte. Siendo honrada, siguiendo el ejemplo de mis mayores. Como la Alhambra, que nunca ha estado deshabitada, he tratado siempre de tener amigos en todas partes. Y tratando siempre de ofrecer lo mejor de mí. Hace una semana, hablando con Rocío Díaz, la directora, una persona sensible al arte, comentábamos que si no llega a ser por la labor de Torres Balbás, la Alhambra no existiría. Por eso, cuidar lo bueno, lo que te aporta, tus cimientos, es clave. Me siento alhambreña al 100%, mi madre rompió aguas en el Palacio de Carlos V. El cariño con que mi padre me enseñó el nomumento por dentro hace que este reencuentro con mi gente en Granada sea tan especial.

–¿Qué quiere que el público se lleve a casa después de ver el espectáculo?

–Un antídoto contra la situación que vivimos. La cultura ha demostrado sernos fiel incluso en estos tiempos de pandemia. Y sobre todo, verdad. La verdad que emana de una serie de elementos que debemos cuidar: la paz, el entendimiento... Esas palabras de Al Mutamid, de Miguel Hernández, de Federico, que forman parte del espectáculo y de una memoria que debemos tener muy presente.

–¿Proyectos?

–Muchos. Tenemos actuaciones próximamente en Almuñécar, estaremos en Marbella en el Starlite el próximo 6 de agosto con Diego El Cigala... Y queremos que este espectáculo llegue a muchos lugares. Ojalá que todo se normalice pronto, y todas las personas que viven de la cultura puedan volver a dar lo mejor de sí.