El otro museo de Granada
El Prado o el Reina Sofía tienen depositadas parte de sus colecciones en la provincia | El Bellas Artes, la Capilla Real, el Rectorado, la Casa de los Tiros o el Consistorio albergan más de medio centenar de piezas cedidas
La cruz se alza majestuosa como cuando Carlos de Borbón, el hermano levantisco de Fernando VII, rezaba ante él. El crucificado, obra de Francisco Bayeu, ... uno de los gigantes de la pintura española del XVIII, colgaba entonces en una de las paredes de la habitación del infante, en el Palacio Real de Madrid. Hoy, y es un hoy que se extiende casi doscientos años, se yergue impávido sobre un gólgota diferente, más académico; un espacio monárquico, sí, pero de apellido el Hospital Real de Granada.
El rectorado guarda el impresionante crucificado de Bayeu, una más de las joyas con las que cuenta la capital nazarí en depósito. Más de medio centenar de obras cedidas por instituciones alejadas de la provincia se conservan en la Capilla Real, el Consistorio, el Bellas Artes, la Casa de los Tiros o el Rectorado, espacios que bien podrían entenderse como salas de un museo granadino alternativo.
El Prado y el Reina Sofía son, principalmente, los centros que han alimentado esta pinacoteca con 64 y nueve obras pictóricas respectivamente. Lo han hecho a través de la modalidad de depósito, un sistema que permite a los museos mostrar sin perder la propiedad de los fondos que habitualmente están fuera de la exposición permanente, al mismo tiempo que enriquece a las instituciones que los reciben. Este procedimiento tradicional está en los orígenes mismos del concepto museístico y se ha venido empleando desde el siglo XIX.
El de Bayeu es uno de los depósitos más antiguos que mantiene la capital nazarí. Su llegada está fechada el 12 de noviembre de 1881. El responsable fue el rector Santiago López Argüeta, que logró la cesión junto a una veintena de lienzos procedentes en su mayoría de las colecciones reales.
Toda la historia ha quedado reseñada en los depósitos del 'Museo Nacional del Prado en la Universidad de Granada', un artículo publicado hace unos años por la sección universitaria de Patrimonio. En él se revela cómo la institución académica se hizo con un conjunto de obras realizadas por figuras como Luca Giordano, Guido Reni, Corrado Guiaquinto, Francesco Bassano, Francisco Collantes o Jaques D'Arthois. Aunque la mayor parte de los lienzos están fuera ya de la UGR, sí que se conserva, además de la citada crucifixión de Bayeu, el lienzo de D'Artois.
Los cuadros en préstamo del Reina Sofía están valorados en 840.000 euros
El cuadro, un excepcional paisaje fechado a mediados del siglo XVII, da cuenta de la obra de un autor que ha sido referenciado como cabeza de la Escuela de Bruselas. Su historia, además, es curiosa. El lienzo que hoy reposa en el rectorado tenía un gemelo que fue adquirido como la colección de la reina Isabel de Farnesio entre 1746 y 1759. Desde su llegada a Granada y hasta los setenta del pasado siglo, como revela el estudio 'Obras maestras del patrimonio de la Universidad de Granada', de Esther Galera, permanecieron uno junto a otro. Fue entonces cuando una reorganización del patrimonio universitario llevó a uno al Bellas Artes, dejando al otro en el Rectorado.
Alessandro Turchi
Procedentes del Prado son también los dos cuadros de Alessandro Turchi que conserva la UGR. 'La Anunciación' y 'La Visitación' forman parte de una serie de nueve sobre las fiestas de Nuestra Señora. Realizadas entre 1631 y 1635, llegaron a Madrid desde Roma para la decoración del oratorio de la reina en el alcázar. El incendio de la residencia real, de 1714, acabó con al menos tres de ellos. De los restantes, dos fueron enviados a Granada, donde aún se conservan. También allí, en la UGR, permanecen 'Lampecia y Febe', de Muñoz Degraín, y 'Casa de vecindad', de Adela Ginés. Esta última, fechada en 1901, obtuvo la consideración de tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. A Granada llegó en depósito apenas tres años después, y desde entonces, a pesar de pasar a la titularidad del Prado en los setenta, ha permanecido en la institución académica como ejemplo de su interés por la producción más reciente.
Además de la Universidad, la pinacoteca también cuenta con otras 'salas'. La Capilla Real, por ejemplo, ostenta un 'Descendimiento' del siglo XVI. Se trata de una copia anónima del original de Roger vander Weyden que procede del convento de los Ángeles de Madrid. La Casa de los Tiros, por su parte, también guarda otra obra del Prado. Es 'La esclava', una impresionante escena de Antonio María Fabrés y Costa. Pintada hacia 1886, representa a una mujer ajusticiada por haber robado las joyas que penden ante ella. Fue regalado por el autor a Alfonso XIII y cedido por el monarca al Museo de Arte Moderno en 1907, desde donde se envió en depósito a Granada.
El Ayuntamiento también forma parte de la excepcional pinacoteca de préstamos. Allí está el lienzo de Isidoro Santos Lozano Sirgo, pintado en 1862, que representa a Mariana de Pineda en el momento de despedirse de las beatas del Convento de Recogidas, en cuyo beaterio estaba presa, para ir a la capilla. La obra, que conectó con el Prado a través de las nuevas adquisiciones del convento de la Trinidad, cuenta con la curiosidad de que representa a las monjas reales que habitaban el beaterio así como el espacio verdadero en el transcurrió la escena.
Otro de los espacios con obra prestada es el instituto de educación secundaria Ángel Ganivet. Allí se encuentra una 'Máter purísima', creada por Ramón Pulido en 1901. Como la de Fabrés y Costa, también formó parte de los fondos del Museo de Arte Moderno y, aunque desde finales de los sesenta su titularidad la ostenta el Prado, se conserva en el centro escolar.
El caso del Bellas Artes
Pero si un espacio ha sido alimentado por museos foráneos, ese ha sido el Bellas Artes. La pinacoteca granadina guarda 49 obras procedentes del Prado y ocho del Reina Sofía, estas últimas valoradas en 840.000 euros por el propio centro.
Entre las piezas hay auténticas joyas, como el 'San Juan Evangelista en Patmos', atribuido a Alonso Cano. El lienzo procede de las colecciones reales y estuvo colgado en los muros del Palacio Real durante siglos. También el boceto de 'La Rendición de Granada' que Bayeu ideó para el antiguo comedor de gala del Palacio Real y que fue adquirido a Julián María Piñera en 1842. De gran interés es también 'La Sagrada Familia' de Il Cavaliere D'Arpino', un lienzo fechado hacia 1620 y que formó parte de una serie de seis que adornaban una de las estancias reales del palacio de Aranjuez.
Los Madrazo también tienen una amplia presencia en el conjunto. Son tres los retratos de Federico de Madrazo y Kuntz que conserva el Bellas Artes. Se trata de los conocidos como 'Gabina de Talledo y de la Secada', 'José Tomás Salvany' y 'Matilde López Dóriga', tres lienzos que reflejan la capacidad para captar las emociones del pintor. De su hermano Luis, por su parte, se guarda el retrato de Manuela Rivadeneyra, gran coleccionista de arte casada con el hermano del presidente de la República, Francisco Pi y Margall, que cedió el lienzo al Prado al final de su vida.
Por otra parte, la cuota de artistas granadinos está protagonizada, sobre todo, por Pedro Atanasio Bocanegra. Discípulo de Alonso Cano, fue uno de los creadores más activos en la Granada de finales del siglo XVII. Procedentes del Prado, el Bellas Artes cuenta con 'La Virgen con santos y ángeles' y 'La Virgen con santos', dos lienzos que reflejan su predilección por uno de los motivos más repetidos en la España de su época.
Alonso Cano, López Mezquita, Bocanegra y los Rodríguez Acosta son la cuota granadina
También de gran interés son los dos lienzos de López Mezquita procedentes del Reina Sofía. Son 'Mis amigos' y 'Retrato de Miguel Llobet', dos trabajos que muestran el talento de uno de los creadores más relevantes del aquella Granada del cambio de siglo.
Los Rodríguez Acosta, José María y Miguel, cierran el cupo con sendas joyas. Son 'Desnudo', un impresionante cuadro dibujado por el primero al final de su vida, y 'Novios', una obra que, además de por su sugerente concepción, destaca por ser la única realizada por un actor vivo que forma parte de este insólito y poco conocido museo de los depósitos granadinos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión