«El Ministerio de Cultura es como el de Andares Raros de Monty Python»

–¿Dónde nació la Rosa Belmonte periodista, y por qué se metió en la trinchera de las columnas?

–Nací como periodista en La Verdad, el periódico hermano de IDEALen Murcia, mientras me dedicaba a la abogacía. Empecé escribiendo una columna a la semana antes de hacer otras cosas. Luego, fui ampliando el repertorio, y haciendo entrevistas, crónicas, reseñas de libros... Nunca me quise meter en trincheras.

–Pero le salieron al paso.

–Siempre 'Según Mercado'...

–Como el precio de las cigalas en los restaurantes...

–Sí, algo así.

–¿Por qué ha coescrito 'Sobre nosotras, sobre nada'?

–Para pasarlo bien, básicamente, porque es un libro absolutamente innecesario... (risas). Queríamos contar cosas nuestras, de nuestra infancia, de nuestra educación, arrancando la risa o mejor, la carcajada del lector.

–¿De verdad creyó que estudiar Derecho sería fácil porque su amiga «era más tonta que un gua» y aprobaba?

–(Más risas) La verdad es que no tenía mucha idea de qué significaba ser universitario. Luego, me di cuenta de que era otra cosa.

–¿La única forma de abordar los momentos más solemnes de la vida es ponerle humor?

–Sí, pero no lo hago de forma preconcebida, ni pensada. Me sale natural. Pensándolo en frío, siempre he creído que no hay que tomarse las cosas demasiado en serio.

–Hemos crecido mirando la televisión, pero no todos parecen haber crecido por igual. ¿La televisión es nutritiva, como decía la canción de Aviador Dro?

–Crecí viendo la televisión, sí, pero también leyendo periódicos, y mis mayores enseñanzas, además de las del Bachillerato, que fueron bastante importantes, vinieron de la televisión y los periódicos. Cuando me decían que hablaba de personas que nadie sabía quiénes eran, les respondía que lo hacía precisamente para que lo supieran. Pero no solo crecí viendo los documentales de La 2, que conste. También viendo series. Gracias a 'Flamingo Road' aprendí que la capital de Florida era Tallahassee, y viendo 'Con ocho basta', que la de California era Sacramento.

–¿Cómo se vive la vida 'En diagonal' sin salirse del camino recto?

–Tampoco tengo mucha intención de seguir el camino recto, no vaya a encontrarme con un acantilado y me despeñe. Me gustan las curvas, pero con cuidado.

–¿Seremos la primera generación que vivirá mejor que nuestros hijos por la desaparición de la cultura del esfuerzo?

–Incluso dentro de mi generación, hay personas, como yo, que ha vivido mejor que sus padres, y gente que ha vivido o vive peor. La cultura del esfuerzo la 'desimpone' –acabo de acuñar una palabra– el Ministerio de Educación desde la LOGSE. Pero todos conocemos chicos y jóvenes que se esfuerzan realmente para conseguir un buen trabajo.

–En el libro dice usted que «no hay nadie que coma de verdad y no engorde». Habrá que poner en cuestión lo de «adelgace sin esfuerzo»...

–No ha llegado el momento en que comamos y no engordemos o en el que para adelgazar baste tomar una pastilla. Por mi experiencia se puede dejar de fumar, pero ¿dejar de comer? Imposible. Cuando el otro día Anabel Pantoja decía: «¡No quiero amor, quiero comer!», me representaba muchísimo.

–¿En serio hay quien piensa que jugar a videojuegos es más valioso para el desarrollo cognitivo que leer un libro?

–Hay libros que dicen que en el espectador de televisión o el jugador de videojuegos se establecen unas conexiones neuronales complejas, porque hoy por hoy, las series son muy enrevesadas desde el punto de vista argumental. Soy una ceporra para los videojuegos; por ello, supongo que quien sabe jugarlos bien es más listo que yo.

–Uno de los protagonistas de la actualidad política de los últimos días dijo: «No soy autoritario, soy de Murcia». Una frase para enmarcar.

–Supongo que ser de Murcia es como ser de la luna... (risas). Ser de Murcia es como ser de Granada, pero sin tener la Capilla Real, la Alhambra. Sierra Nevada... Te queda una provincia muy pequeña donde hablamos raro.

–¿Le divierte zurrar a la gente, como hacía Muhammad Alí?

–Zurrar es una manera metafórica de decirlo... A veces, toca ser más agresiva, pero lo era más hace años. Cuando me río de alguien, trato de que lo merezca, pero a nadie le gusta que se rían de él.

–La existencia del Ministerio de Cultura, ¿es de chiste?

–No sé si Iceta es peor o mejor ministro de Cultura que sus antecesores, porque no sé qué está haciendo. El de Cultura es como el Ministerio de Andares Raros de los Monty Python; en realidad, no sé para qué sirve.

–¿Es la primera vez que actúa aquí en Granada?

–Creo que sí, y tengo muchas ganas. Durante un tiempo fui directora del Aula de Cultura de La Verdad, y me hace gracia ser esta vez la invitada. Espero que me pregunten cosas que me sepa...